La historia real de Gambito de dama

Con un elenco encabezado por Anya Taylor-Joy, el último éxito de Netflix (del cual tienen AQUÍ la crítica) enfoca su atención dentro del mundo del ajedrez, sin dejar de lado temas como la emancipación femenina o las adicciones. Pero, ¿qué parte de lo que vemos fue realmente inspirado en sucesos verídicos? ¿Cuál es la historia real de Gambito de dama?

Adentrándonos en Gambito de dama

Ambientada entre las décadas de 1950 y 1960, la serie sigue la historia de Beth Harmon (Anya Taylor-Joy), una joven que es abandonada y dejada en un orfanato de Kentucky después de la muerte de su madre. Durante su estadía en el hospicio, Beth desarrolla una fuerte adicción a los tranquilizantes, mientras desbloquea un talento oculto para jugar al ajedrez, aprendiendo del conserje del edificio (Bill Camp). Este hecho la empuja a perseguir su sueño de convertirse en una gran maestra dentro de este deporte, pero a medida que continúa ganando reputación en ese mundo, la adicción comienza a consumir su vida.

De dónde proviene la historia real de Gambito de dama

A lo largo de los años, existieron muchas estrellas dentro del mundo del ajedrez. Desde Bobby Fischer hasta Garry Kasparov, los jugadores de este deporte fueron noticia en todo el mundo. Sin embargo, la protagonista de la reciente producción de Netflix, Beth Harmon, es un personaje de ficción creado por el autor Walter Tevis para su novela homónima publicada en 1983.

Mucho más que solo ficción

El duro camino al estrellato de nuestra heroína se muestra a través de una atmósfera intensa que conserva gran parte del realismo deportivo y a pesar de ser una adaptación de la obra de Tevis, también hay muchos ingredientes en la serie que fueron tomados de la vida misma.

El actor Harry Melling, quien interpreta al campeón de ajedrez de Kentucky, Harry Beltik, señaló que no es difícil ver dónde la novela y la serie se inspiraron en la vida real:

“Tevis obviamente usó personajes como Bobby Fischer y otras figuras conocidas del mundo del ajedrez para ayudar a que la historia avanzara, pero es una pieza de ficción. La novela de Walter y la adaptación de Scott aprovechan esa historia y te hacen pensar que debe ser una historia real porque se siente muy real”.

Por otra parte, la inspiración también provino de la época de Tevis como competidor de Clase C y la serie se basó en sus propias experiencias, relatadas al The New York Times, para retratar las jugadas:

“Comencé a jugar al ajedrez con mi hermana y los niños de mi cuadra. Una vez gané un premio de $250 y me convertí en un jugador de Clase C. Ahora juego contra una computadora para no tener que enfrentarme a un oponente de la vida real que se burlará de mí; siempre puedo desconectarme. He jugado lo suficientemente bien como para saber lo que es un buen juego. Puedo vencer a la persona promedio, pero tengo miedo de enfrentar a esos tipos que montan tableros en la calle de Broadway”.

Pero ese no fue el único suceso extraído de las experiencias personales de Tevis. La adicción a las drogas de Beth provino de las luchas pasadas con una afección cardíaca reumática que tenía cuando era niño:

“Cuando era joven, me diagnosticaron un corazón reumático y me administraron dosis elevadas de drogas en un hospital. De ahí proviene la dependencia a las drogas de Beth en la novela. Escribir sobre ella fue purgativo. Hubo algo de dolor; soñé mucho mientras escribía esa parte de la historia. Pero artísticamente, no me permití ser autoindulgente”.

Dijo Tevis al Times.

Más allá de la ficción de Netflix.

Sabemos que la reciente miniserie es la primera adaptación concreta de la novela del autor estadounidense, pero antes de la ficción creada por Scott Frank y Allan Scott para Netflix, existieron otros intentos de llevar la historia a la pantalla grande.

En 1983, el autor, guionista y periodista del The New York Times, Jesse Kornbluth adquirió los derechos para el guion, pero con el fallecimiento de Tevis, en 1984, los mismos se vendieron a otro estudio y la película no pudo producirse por dificultades financieras.

Por otra parte, a principios de la década del 2000, Allan Scott y el fallecido actor Heath Ledger, quien también era un genio del ajedrez, estaban desarrollando una película basada en el libro antes de la prematura muerte del actor. De haber sido realidad, Ellen Page protagonizaría este largometraje.

No fue hasta 2019 cuando el gigante del streaming entra en escena y se asocia con Scott (quien posee los derechos del libro desde 1992) para juntos dar vida a esta fascinante miniserie donde se demuestra que la historia real de Gambito de dama es tan fascinante como la ficcional.