La historia real de Feud: Bette Davis vs Joan Crawford
La historia real de Feud
Las rivalidades nunca tienen que ver con el odio. Las rivalidades tienen que ver con el dolor.
Triángulo amoroso
Era de esperarse que el inicio de todo se de por celos amorosos: la señorita Davis estaba enamorada de su co-protagonista en Dangerous (1935), la película que le valió su primer Óscar. El pretendido en cuestión era Franchot Tone, quien estaba perdidamente enamorado (nada más y nada menos) que de Joan Crawford y próximamente se encontraría casado con ella.
Un hecho recurrente que se hizo conocido durante la grabación, fue que Joan aparecía para “almorzar” con Franchot y luego éste volvía al set lleno de lápiz labial. ¿Marcar terreno? ¿Vos decís?
Tiempo después, Davis admitió que cualquier rivalidad que pueda llegar a tener con Crawford posiblemente comenzó en ese tiempo.
Palo palo palito
Durante años ambas se la pasaron tirándole de todo (menos elogios) a la otra en entrevistas que nada tenían que ver con la situación. Por ejemplo, a Davis se le comentó que había una controversia acerca de por qué siempre interpretaba arpías (y era tan buena en ello), a lo que respondió:
¿Por qué soy tan buena interpretando arpías? Quizás porque no lo soy en la vida real. Quizás también por eso la señora Crawford siempre interpreta a una dama.
En 1942, Joan siguió el ejemplo de Bette al dejar el estudio MGM para firmar con Warner Bros, lo que hizo que los rumores sobre su rivalidad se acrecentaran. Pero, al contrario de lo que se podría imaginar, Crawford pidió específicamente tener su camarín al lado del de Davis, gesto que la segunda nunca supo interpretar: parece que Joan admiraba enormemente a Bette e incluso la invitó a cenar numerosas veces, pero la protagonista de Dangerous no aceptaba, o lo hacía agregando que llevaría a su esposo con ella, lo cual no simpatizaba a Crawford.
Los celos fueron en aumento con el pasar de los años. A medida que la carrera post-Oscars de Bette iba en descenso, la de Joan daba un giro y ascendía cada vez más hasta llegar a ganar el Oscar a mejor actriz por su excelente actuación en Mildred Pierce (1945), estableciendo a ambas actrices como iguales ante los ojos de Hollywood.
Entonces, ¿Qué pasó con Baby Jane?
Según declaraciones de varios conocidos, ambas eran mujeres muy difíciles de tratar, egocéntricas por demás y bastante maliciosas cuando se lo proponían. Si a eso le sumamos el hecho de que no se soportaban entre ellas, imagínense lo que debe haber sido el set de ¿Que Ocurrió con Baby Jane? (1962, momento en que se centra la serie de Ryan Murphy).
Pero, si se odiaban tanto antes de trabajar juntas, ¿por qué aceptaron coprotagonizar una película? La respuesta es muy simple: la carrera de ambas se encontraba en constante descenso (ya casi siendo olvidadas por completo) cuando a Joan se le ocurre una propuesta para el director Robert Aldrich que podría salvarlas. Porque ¿qué mejor publicidad para una película que juntar a dos conocidas pero olvidadas actrices victimas de rumores sobre un supuesto odio mutuo?
Por supuesto, la película fue un gran éxito en la taquilla, pero para llegar a hacerla tuvieron que soportar a la mayoría de los estudios cinematográficos huyendo despavoridos del proyecto.
Papeles hechos a la medida
Si vieron la película sabrán que las protagonistas les sentaban como anillo al dedo a ambos personajes, ya que la historia trata de dos actrices frustradas (una en silla de ruedas, la otra soñando su gran regreso) que se odian entre ellas. La idea principal era hacer una película de terror, pero la historia tiene tintes de sátira con humor negro a medida que vemos a estas dos locas y lo que pueden llegar a ser capaces de hacer.
Se les preguntó numerosas veces si dicha competencia entre ellas existía: nunca terminaban admitiéndolo. Pero, ¿cómo negar su existencia cuando una cita de Davis dice lo siguiente?:
“El mejor momento de toda la filmacion fue cuando empuje a Joan por las escaleras”
Si bien todo esto nos deja bien claro que la rivalidad existió, reportes afirman que nunca hubo confrontaciones dentro del set de grabación, aunque las miradas ácidas que compartían no pasaron desapercibidas. Ambas se dedicaban a criticar cada aspecto de la vida de la otra, desde el guardarropa hasta las bebidas que consumían. Por supuesto, cuando Bette Davis fue nominada al Oscar por su papel mientras su coprotagonista no, Joan hizo campaña contra ella y se alegró excesivamente cuando no ganó el famoso galardón.
Un tiempo después, Robert Aldrich quiso volver a juntar a estas dos actrices en un nuevo proyecto titulado Hush Hush Sweet Caroline, pero su plan vio su fin cuando Davis hizo todo lo que pudo para impedir que Crawford apareciera en la película, cosa que terminó consiguiendo de una forma u otra.
Su rivalidad siguió hasta el último momento, pero sus carreras tomaron rumbos diferentes para nunca volver a trabajar juntas. Una cosa queda bastante clara: Bette Davis envidiaba (sin razón, pensarán algunos) a Joan Crawford, mientras esta -según varias fuentes- admiraba enormemente a Bette, pero no se iba a dejar pisotear.
Lorena Maria Julia Flores
20/03/2017 at 10:21
Y Joan tenía sus cositas según “Mommy Dearest”
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