La historia real que inspiró La Maldición de Hill House
La historia real que inspiró La Maldición de Hill House, con una casa que (se creía) estaba embrujada.
Como algunos deben saber, la gran serie de terror está basada en la novela homónima de Shirley Jackson. A su vez (y esto no muchos se lo imaginan) el libro está basado en hechos reales.
La historia real que inspiró La Maldición de Hill House
Si bien la autora llevó a cabo un largo proceso de investigación especializada en numerosas casas que se decían embrujadas, la que más importancia tomó durante el mismo fue la denominada Winchester Mystery House (también conocida como “el lugar más embrujado de los Estados Unidos”) en San José, California.
Todo comenzó cuando Sarah Lockwood se casó con William Wirt Winchester, pasando así a tomar su apellido y posteriormente a convertirse en la heredera de la fortuna del esposo. Aunque la desgracia golpeó su vida mucho antes de enviudar: el matrimonio vio nacer a su única hija solo para sufrir su perdida semanas después, a causa de una enfermedad que la pequeña padecía desde su nacimiento.
Luego de eso, vino la muerte del Sr. Winchester, que la dejó con la mayoría de las acciones de la multimillonaria empresa fabricante de armas de la familia: más 20 millones de dólares (lo cual en 1882 era una cantidad barbárica de dinero) y, por supuesto, la casa.
La pobre Sarah vivió desde ese momento y hasta el final de sus días atormentada por la idea de que, en busca de venganza, la perseguían todas las personas que fueron asesinadas por las armas que vendía la empresa familiar. Por ello se gastó gran parte de su enorme fortuna en reparar, reconstruir y extender la casa Winchester. Ahí vemos que no solo la temática de la pérdida y los fantasmas se parece a la trama de la serie, sino también la casa que se mantiene constantemente en obra.
La diferencia en el caso real con respecto a la serie, es que Sarah le agregaba a la casa escaleras que guiaban al techo, puertas que daban a la pared, ventanas que comunicaban habitaciones internas en vez de ventilar la casa, tragaluces en el piso y habitaciones dentro de habitaciones más grandes. Las malas lenguas dicen que la razón para tomar estas peculiares decisiones arquitectónicas, es que la Sra. Winchester la preparaba como tributo a los fantasmas que la acosaban. Sí, ella estaba convencida de que la perseguían desde el más allá, puesto que sus tragedias vividas sumadas a la intervención de varios mediums así se lo hicieron creer.
Luego de que un enorme terremoto destruyera gran parte de la propiedad, la casa se reconstruyó de una manera más tradicional. Después de la muerte de su dueña, la casa ganó el título de mito urbano. Eventualmente se volvió una especie de museo/atracción turística donde incluso reconstruyeron las tumbas de sus habitantes originales.
¿Y por casa cómo andamos?
Shirley Jackson tomó la historia anterior (y otro poco de otros casos) para combinarlo también con su propia historia personal, lo que explicaría el enfoque tan humano que tiene su libro y, consecuentemente, la serie de Netflix: sus problemas constantes con su cínica madre, sus desencuentros con su marido, y su propia relación como madre de sus hijos.
De hecho, una carta muy famosa se hizo pública junto con los diarios que fueron publicados, donde ella le escribía al eterno infiel de su esposo la siguiente frase:
Una vez me escribiste una carta (ya sé que odias que recuerde estas cosas) diciéndome que nunca estaría sola de nuevo. Creo que esa fue la primera, más terrible mentira que me dijiste jamás.
Salvando las distancias, si analizamos a fondo, Shirley encaja bastante con el personaje de Eleanor (Nell) que, oh casualidad, es al que más relevancia simbólica le dan en toda la historia.
Esta es la historia real que inspiró La Maldición de Hill House, serie que tendrá su temporada 2 contando otra historia independiente, pero de eso te hablamos en esta nota.
Leé nuestra REVIEW de La Maldición de Hill House, ACA
