Las 15 mejores series nuevas de 2018 (hasta ahora)

Ya pasó casi todo el año, pero para analizar el segundo semestre todavía nos faltan unos días, por lo tanto es tiempo de recapitular lo que viene dejando en materia de novedades seriéfilas. Para que les sirva de guía ante la constante pregunta “¿qué serie arrancamos?”, aquí una selección con lo imperdible de los primeros 6 meses. Estas son las 15 mejores series nuevas de 2018 (hasta ahora).

Aclaraciones: califican solo series debutantes (lo siento The Americans, tus lauros deberás esperarlos a fin de año), con el recorrido de su temporada completo (las aun en emisión quedan fuera, pues conocemos sobrados casos de shows que empiezan bien y se pinchan a medio camino), son producciones estreno de 2018 (acá no estamos casados con ningún sistema de cable y/o streaming que nos obligue a venderles como nuevo lo que el mundo vio el año pasado). Van por orden alfabético.

Las 15 mejores series nuevas de 2018 (hasta ahora)

– A Very English Scandal (BBC)

El regreso de Hugh Grant a la TV no podía ser en mejor forma. Bajo las ordenes de Stephen Frears, el actor se luce como el inquietante Jeremy Thorpe, parlamentario británico juzgado por conspiración e incitación al asesinato de su amante (interpretado por Ben Whishaw). Un drama con mucha clase pero con buenas dosis de incómodo humor, siguiendo una historia de giros increíbles que podrían sonar inverosímiles si el show no llevara el cartel de “basado en hechos reales”. No estirar y que sean solo 3 episodios le otorga un ritmo envidiable a la narración. Gracias por eso.

– Barry (HBO)

Un delirio oscuramente divertido con Bill Hader sobresaliendo en una faceta casi desconocida para todos. Asesino a sueldo insatisfecho con su vida decide probar con la actuación: es así como HBO vuelve a desmarcarse de la clásica comedia, entregando un producto de bestial humor negro, retorcido, imprescindible para quien no busque la risa fácil, porque aquí no hay intención de conseguirla.

– Cobra Kai (Youtube Red)

La secuela de Karate Kid triunfa con una historia que va más allá de un mero ejercicio de nostalgia, que debería ser considerada un manual sobre lo que hay que hacer para revivir con éxito una franquicia. El célebre enfrentamiento entre Daniel LaRusso (Ralph Macchio) y Johnny Lawrence (William Zabka) se mantiene vivo 30 años después, mientras la serie no tiene miedo en invertir roles y reinventar la fórmula en vez de ir a lo seguro. Hasta que no la ves, no sabías que la necesitabas tanto. REVIEW de la temporada 1, ACA

– Counterpart (Starz)

Acertadísima mezcla de thriller de espionaje y ciencia ficción que construye a fuego lento uno de los relatos más atrapantes del año. Mundos paralelos, doble ración de un J.K. Simmons llevando su histrionismo a niveles épicos, una trama apoyada sobre todo en la solidez de sus personajes (y de un elenco impecable donde no desentona nadie) para generar intriga en estado puro. Mención aparte para la excelente banda sonora a cargo de Jeff Russo. La serie crea su propia mitología prácticamente sin esforzarse.

– Derry Girls (Channel 4)

Se pueden hacer buenas series sobre adolescentes, sin caer en los jovencitos estúpidos ni en los oscuros niños problemáticos. Derry Girls es la prueba. Ambientada en la conflictiva Irlanda de principios de los 90, la comedia muestra a un grupo de amigas intentando ser jóvenes mientras el mundo a su alrededor convulsiona. Rodeadas de soldados (y adultos que dejan mucho que desear), simplemente se preocupan por romances o histerias escolares. Un humor refrescante que este tipo de shows estaba necesitando.

– Evil Genius (Netflix)

Se presenta como el misterioso caso del pizzero bomba, el robo más diabólico a un banco de Estados Unidos. Y esa bizarra declaración de intenciones queda chica ante la catarata de extraños eventos que se desarrollan durante los 6 episodios. Producida por los hermanos Duplass, la docuserie es una sucesión de hechos y personajes (bueno, personas) que en una ficción no nos creeríamos ni aunque nos paguen. Adictiva de punta a punta.

– Heimebane (NRK)

Desde Noruega, sin crímenes ni investigadores traumados, llega la sorpresa europea de esta primera mitad del año. Una mujer se convierte en DT de un equipo de fútbol masculino. A partir de allí, todo lo esperado (el machismo en el deporte, el rol de la mujer) pero brillantemente contado y con una sensibilidad envidiable, pues la serie no se queda solo en ello y naturaliza la cuestión de género para transformarse en una carta de amor al deporte. Impagable el bonus de hacerte vibrar hinchando por el Varg, el equipo dirigido por Helena Mikkelsen, llevándote a gritar y/o sufrir ante sus logros y derrotas. Necesaria y muy actual.

– Killing Eve (BBC América)

Un thriller totalmente atípico, en tono alejadísimo del que estamos acostumbrados hallar en este tipo de series. Si vieron Fleabag, otra serie creada por Phoebe Waller-Bridge, entenderán la particular forma de escribir que tiene esta nueva fuerza creativa de la pantalla chica (si no la vieron, háganlo ya). En Killing Eve, el clásico juego del gato y el ratón toma ribetes hilarantes, sangrientos y excéntricos. Da una cachetada a un género predominantemente masculino y entrega personajes magnéticos. Sandra Oh se prueba más que satisfactoriamente, Jodie Comer consagra ese aire de estrella que mostraba ya desde My Mad Fat Diary.

– Patrick Melrose (Showtime)

Decirles que Benedict Cumberbatch hace un trabajo magistral, a la altura de lo que consideren lo mejor de su carrera, ya debería ser suficiente para que corran a verla. Pero eso es apenas uno de los puntales de una miniserie que desborda talento. En los apartados visuales es una obra maestra, la narración sabe conducirte con ingenio a través del fascinante y agónico camino del protagonista (un hombre luchando contra adicciones que intentan callar los traumas del pasado), mientras lo secundan un lujo de secundarios (monstruoso lo de Jennifer Jason Leigh y Hugo Weaving). ¿Miniserie del año? Muy probablemente.

– The end of the F***ing World (Channel 4 – Netflix)

Yo pongo las reglas y yo las rompo, porque ¿quién me lo va a impedir? Es así como hago una excepción con esta serie estrenada en UK a fines de 2017, que Nefllix estrenó en nuestras tierras apenas iniciado el 2018, por lo tanto vale incorporarla. Dos adolescentes en un viaje de autodescubrimiento repleto de oscuridad y malas decisiones, una comedia difícil de encasillar, violenta, y hasta a veces repulsiva, con personajes rotos a los que vas a terminar amando a pesar de su naturaleza destructiva. Un coming of age sórdido, de esos que no aparecen todos los días.

– The Terror (AMC)

Dos barcos atrapados en medio del hielo, la lucha de sus tripulantes por sobrevivir. La serie de AMC se convierte en una de las producciones más logradas del año gracias a una atmósfera casi imposible de generar desde la fría pantalla chica: el terror de lo “sobrenatural” da paso a un complejo entramado donde prima la sensación de desesperación ante lo inevitable, con personajes que a lo largo de los episodios serán consumidos por sus propios miedos, desintegrándose física y psicológicamente. Inquietantemente sombría.

– The Staircase (Netflix)

Otra docuserie de un Netflix que parece ir perfeccionándose en la materia. En realidad hay mucho de material ya conocido (documentales estrenados en 2004 y 2013 a los que se agregan episodios originales), pero eso no quita lo perturbador de una obra tan íntima como provocativa. En 2001 el novelista Michael Peterson fue acusado de asesinar a su esposa Kathleen, muerta en las escaleras de su casa. A partir de allí se originan eventos que envidiaría la mejor ficción policial y que dejan sin poder competir a las mejores series centradas en juicios, todo con un sofisticado aire de novela. Es que la cámara del oscarizado Jean-Xavier de Lestrade sigue el caso desde el hogar mismo del acusado, poniendo en jaque al sistema judicial y al propio rol del documental. Ambigua y asombrosa.

– This Close (Sundance Now)

Michael es gay y acaba de terminar una relación; Kate felizmente se acaba de comprometer. Ambos son mejores amigos… y ambos son sordos. Creada y protagonizada por Shoshannah Stern y Josh Feldman, sordos en la vida real, la serie sigue a los amigos enfrentándose a sus miedos y a la mirada (casi siempre equivocada) que los demás tienen de tal discapacidad. Muy sexual, muy divertida, se desliza entre la comedia y el drama con personajes que no intentan ser idealizados: solo se trata de retratarlos con la mayor autenticidad posible, con todos los defectos que eso incluye. No es “una serie sobre sordos”, sino que abraza la diversidad para convertirse en un relato honesto y profundo sobre la incomunicación.

– Trust (FX)

Simon Beaufoy y Danny Boyle se meten con el secuestro y multimillonario pedido de rescate del joven John Paul Getty III, ocurrido en Roma en 1973. Visualmente perfecta, la locura narrativa desatada va rotando el protagonismo entre los diferentes involucrados, convirtiendo lo que podría ser un simple secuestro en una saga familiar tan rica como sarcástica. Brillan Donald Sutherland y Hilary Swank, no es sorpresa. Lo que sí sorprende es Brendan Fraser con uno de esos comebacks que tanto nos gusta presenciar.

– Waco (Paramount TV)

La tragedia de Waco (donde 86 personas murieron en un enfrentamiento entre el FBI y la secta religiosa de los davidianos) mostrada desde adentro, con la versión que se contrapone a la oficial. El clima asfixiante, el costado humano de quienes para el mundo son “unos cuantos locos”, la desesperada lucha de un agente (siempre destacable Michael Shannon) por evitar la masacre, concluyen en 6 capítulos apabullantes y un tramo final que no da respiro. Mérito mayor es el trabajo de premio de Taylor Kitsch: así de grande (por no llamarlo milagroso) es lo que logran.

Nota publicada originalmente el 1 de agosto de 2018