Peleas entre compañeros de series: trabajando con el enemigo

¿Quién no se lleva mal con algún compañero/a de trabajo? Y eso que no somos nadie. Imagínense entonces lo que sucede trabajando en un entorno donde el ego es casi un arma para mantenerse vivos: las peleas entre compañeros de series son cosa de todos los días.

A diferencia de la pantalla grande (donde te peleas y adiós), en la tele es más problemático pues hay que seguir laburando juntos durante años. No se trata aquí de un rodaje de pocos meses luego del cual una figura odiará a otra y quizás solo se crucen en alguna entrega de premios, sino que hay que seguir mucho tiempo más al lado de esa personita que detestás.

El caso Game of Thrones

Hablemos del inicio de la temporada final de Game of Thrones. Habrán notado (o quizás no) que fue bastante innecesaria la escena donde Qyburn (Anton Lesser) le da una charla a Bronn enviándolo a una misión ordenada por Cersei para que mate a sus hermanos. ¿Por qué ese pasamanos de información? ¿Por qué manda a alguien a decir algo tan importante? ¿Por qué se pierden el escenón de Cersei diciendo en voz alta tamaña bomba? Simple: Lena Headey y Jerome Flynn se odian.

De hecho, en la serie casi que no hay escenas con ellos dos juntos cuando sus personajes tranquilamente deberían relacionarse. Y hasta los guionistas han inventado excusas ridículas para evitar el cruce, como hacer salir a Bronn a beber un trago con Podrick justo antes de que entre Cersei en cuadro.

Dicen las malas lenguas (que todo lo saben) que el no cruce está hasta estipulado por contrato. Obviamente es imposible una confirmación de tal detalle. En 2014, una fuente no revelada le dijo a The Telegraph que “Jerome y Lena ya no hablan más, y nunca están en la misma habitación al mismo tiempo. La orden es que deben mantenerse separados a toda costa”. ¿Qué pasó? Se habla de un romance que no terminó nada bien, allá por principios de los 2000, mucho antes de que Game of Thrones se concretase.

Peleas entre compañeros de series: ellas

En la gran The Good Wife vivimos un momento doloroso con la partida de Kalinda (Archie Panjabi) al final de la 6º temporada. Lo coral del show, con protagonismos muy repartidos más allá de la estrella central y productora ejecutiva Julianna Margulies, hizo que poco se viera en pantalla de la realidad: las mujeres se odiaban y no compartieron una escena durante 3 temporadas.

¿No lo notaste? Tratá de encontrar un momento desde la temporada 4 donde estén juntitas y no hablando por teléfono. ¡No hay! Es algo sospechoso siendo que Kalinda y Alicia eran de esas parejitas de amigas inquebrantables. Todo muy raro aunque el guión haya disfrazado el enfrentamiento con buena dosis de ficción al enterarse Alicia que su amiga tuvo un affaire con su esposo. Me dirás: ¡pero si están juntas en la última escena de Panjabi antes de retirarse del show! Error: las actrices no coincidieron en el set ni siquiera en ese momento crucial. Grabaron por separado -incluyendo dobles de cabezas para los contraplanos- y luego la post-producción hizo su magia. Se nos parte el corazón.

¿Por qué la mala onda? No se sabe. Archie llegó a declarar “Pregúntenle a Julianna” cuando le consultaron sobre la causa de no compartir escenas.

Lo único que puedo decir es que el proceso de toma de decisiones no es algo de lo que esté al tanto.

Lanzó la ex Kalinda a ENews al ser consultada sobre si es verdad o mito que no estuvieron juntas rodando la esperadísima escena final.

Unos cuentan que Panjabi creó el ambiente hostil llegando incluso a cerrarle una puerta en la cara a Julianna; la propia Kalinda se encargó de desmentir la versión vía twitter. Otros mencionan que el rol de productora ejecutiva se le subió a la cabeza a Julianna (Este puesto es algo común que alcanzan los protagonistas de series a lo largo de los años y ocurre cuando ya no pueden seguir aumentándoles su sueldo como actores, por ende las cadenas les ponen ese rótulo para participar en las ganancias del show; no es que anden corriendo alterados como un productor más).

El de Julianna no sería el primer recelo que surge entre los elencos cuando alguien alcanza tal rol. Mismo motivo sería causal del desprecio entre Sarah Jessica Parker y Kim Cattrall en Sex and the City.

Si, lo que vieron en los últimos años de la serie y las películas posteriores es una farsa: Carrie y Samantha no se pueden ni ver. Supuestamente Cattrall nunca aceptó que Parker tuviera aquel puesto y veía allí las causas del mayor protagonismo de Carrie cuando -según ella- deberían tener el mismo peso en la trama. Hasta montó un escándalo y complicó las negociaciones para el primer film al enterarse que Sarah ganaría un sueldo más alto que el de ella.

Ya le dedicamos una nota al conflicto entre Shonda Rhimes y Katherine Heigl (pueden leerla completa aquí) en Grey’s Anatomy, pero la disputa no termina pues una y otra vez la prensa norteamericana vuelve a preguntarle a la productora si traería de nuevo a la actriz. Harta está de responder, por lo que jura que esa historia ya caducó.

Ya he terminado con esa historia. He tenido esa idea en mi mente una y mil veces y he pensado en cómo sería. Ya no lo veo

Puerta cerrada a un odio eterno. Odio como el de Shannen Doherty y Alyssa Milano, protagonistas de una de las series más exitosas de fines de los ’90: Charmed. Eran 3 las hermanas/brujas, todo transcurría en calma hasta que Doherty empezó a llevarse horrible con su compañera Alyssa: pidió que la despidan y los productores tuvieron que contratar un mediador para tratar de llegar a una solución. Falló.

Las diferencias eran irreconciliables, por lo que el creador del show Aaron Spelling concluyó que se fuera Doherty al final de la tercera temporada, sin importarle eliminar la bruja más poderosa y con las tramas más potentes.

Quizás la conflictiva era ella pues estando en Beverly Hills 90210 llegó a las manos con Jennie Garth, cansando a los propios guionistas quienes (felices) terminaron mandando al personaje a vivir a Londres (a Shannen, bueno, se imaginan a dónde la mandaron).

Cuando los complicados son ellos

El deseo de Will Smith de traer de nuevo la serie televisiva que lo vio nacer, The Fresh Prince of Bel-Air, reavivó viejas polémicas. El tipo no sería alguien sencillo con quien trabajar. Dicen (toda esta nota se ubica en el terreno del “dicen”, la verdad la saben solo ellos) que era ya insoportable en sus inicios.

Así lo destaca la actriz Janet Hubert que interpretó durante 3 temporadas a la Tía Viv. La mujer fue despedida (unos alegan problemas de agenda, otros por haberse quedado embarazada cuando el contrato se lo impedía) y en un libro publicado por ella acusa al actor de hacer la estadía de todos insufrible: modificaba constantemente guiones para sumar protagonismo, ponía clausulas para que nadie del elenco excepto él pudiera ir a promocionarse al show de Jay Leno.

Tatyana M. Ali, que interpretaba a la prima Ashley, también se sumó a las críticas diciendo que tardaban siglos en grabar porque Smith no sabía actuar y confundía las líneas de los textos.

Otro que la pasó mal durante largas jornadas de rodaje fue Freddie Prinze Jr. (Sé lo que hicieron el verano pasado) durante su participación en la octava temporada de 24.

Trabajar en “24” fue terrible. Detesté cada momento. Quería dejar el negocio después de la serie, así que por eso me alejé de este mundo.

Al parecer el culpable fue Kiefer Sutherland y su mal carácter, que hace quedar como un santo a Jack Bauer enojado con los terroristas.

Es el tipo menos profesional del mundo.

Declaró en la Comic Con 2014. Dijo que la estrella de la serie se las hacía ver negras a todos los miembros del reparto y la producción, que llegaba tarde y ebrio a las grabaciones, y hasta que lo obligaba a actuar descalzo para no parecer tan bajito de estatura. Kiefer mandó un comunicado a la prensa diciendo no haberse enterado de que la haya pasado tan mal y deseándole lo mejor.

Y si de parejitas se trata…

Nos encontramos así con la emblemática pareja protagónica de Homeland, Claire Danes y Damien Lewis. Se llevaron muy bien los dos primeros años de la serie, pero el cariño se esfumó al rodar la tercera que, justamente, los tuvo narrativamente bastante separados. Las discusiones frecuentes, según testigos del set, hicieron peligrar la continuidad de la relación laboral y se debieron modificar guiones para alejarlos.

Muchos adjudicaron la culpa al cambio de carácter de Claire tras ser madre, sin embargo otros afirman que Lewis quería abandonar el show mucho tiempo antes del que terminó estando.

Años atrás, otras dos exitosas estrellas se odiaron: Bruce Willis y Cybill Shepherd en la recordada Moonlighting de los años 80. El miembro del reparto Curtis Armstrong contó que la relación fue deteriorándose a pasos agigantados, incluso se salían del set ni bien uno terminaba de decir sus líneas, dejando colgado a cualquier otro actor invitado de la escena en cuestión.

La idea era cruzarse lo mínimo posible. Algunos dicen que hubo una cita que salió mal, otros alegan que era pura rivalidad de dos niños mimados (léase divos insoportables) a quienes les dejaban hacer lo que querían.

Recuerdo que en un momento dado del programa habíamos llegado a odiarnos mutuamente.

Reconoció Shepherd en 2005 a EW. Pero no vamos a seguir hablando de parejas que fingen quererse en pantalla y se detestan en la vida real, pues de ello ya tenemos una nota que pueden leer ACA.

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