Las peores series basadas en películas

El traspaso del cine a la TV no es sencillo. Si bien hay algunas excepciones de películas que fueron adaptadas a la pantalla chica con éxito (de las más recientes, tal vez Fargo pueda ser su abanderada), en la mayoría de los casos los productos han terminado en desastres, socavando nuestras esperanzas cada vez que se anuncia un nuevo intento. Ante la avalancha de producciones que seguirán llegando, repasamos algunas de las peores series basadas en películas.

Las peores series basadas en películas

Minority Report (2015)

En la serie de FOX no hay resabio alguno de las paradojas y debates que hicieron interesante y/o entretenida a la película de Steven Spielberg (basada en un cuento corto de Philip K. Dick). Fue convertida en secuela, ubicando la trama una década después de los hechos con los que culmina el film: Precrimen, el sistema de detección de futuros crímenes, ha sido desmantelado. Acabó como un procedimental soso, pobre en materia de efectos y con un nivel actoral lamentable.

RoboCop: The Series (1994)

CTV de Canadá fue la cadena encargada de convertir en serie de acción real al film de Paul Verhoeven, claro que sacándole la violencia y convirtiéndola en un producto ATP, mucho más liviano. Mal comienzo, pero para seguir empeorando la experiencia vayamos al guion: lo escribieron Michael Miner & Edward Neumeier, mismos guionistas del film original, basándose en una idea que tuvieron para Robocop 2 y que Orion Pictures rechazó básicamente por mala. Ambientada en un entorno más futurista, con una OCP bastante tonta, introduciendo un romance virtual de Murphy (ahora interpretado por Richard Eden), con nombres cambiados por temas de derechos y mucho uso de la pantalla verde (cuando la tele aun no estaba tan pulida para ello), puede resultar simpática en el recuerdo a pesar de haber sido cancelada con solo una temporada, pero comparando con la película hace agua por todos lados. Eso sí: quizás sea más digna heredera del film de 1987 que las películas secuelas que le continuaron.

Damien (2016)

El show actúa como secuela del film de Richard Donner La Profecía, pero no hay nada que le haga honores al clásico del cine de terror. El plot que -30 años después de los acontecimientos de la película- hace mover la trama es simplemente ridículo y elimina cualquier posibilidad de generar horror, algo a lo que ni siquiera la puesta en escena colabora. Nada funciona ante un trabajo tan pobre de guión que deja adivinar cada próximo movimiento de la serie. Los sustos, de tan anticipados, no conducen al mínimo suspenso necesario para querer seguir adelante. La incluímos entre las 10 peores series de ese año (leé el listado completo ACA).

Esperando la Carroza, la serie (1993)

No solo es cosa de los norteamericanos esto de adaptar. Los argentinos también tenemos lo nuestro: entre las peores series basadas en películas no podemos dejar de lado la versión televisiva del clásico del cine argentino dirigido por Alejandro Doria en 1985. ¿No sabías que existió también una miniserie? Te envidiamos la suerte. Si pensaron que la secuela Esperando la carroza 2 era un despropósito, es porque no vieron este esperpento emitido por ATC en los años 90 y que era promocionado así, con bombos y platillos:

Antonio Gasalla repitió personaje y se encargó de la puesta en escena y dirección general, mientras Jacobo Langsner (guionista del film y autor de la obra de teatro en que se basa) se encargaba de los libros. Hubo cambiazos de gran parte del elenco, dando capítulos que nadie recuerda o quiere recordar, menos que menos los involucrados. En Resiste un Archivo tienen una de las pocas escenas que pueden hallarse hoy, como muestra del espanto, ACA.

12 Monkeys (2014 – 2018)

No le voy a quitar que sea, por rescatarle algo, mínimamente entretenida. Pero está tan alejada del clásico de Terry Gilliam que podría catalogarse como un chiste de SyFy que se extendió por 4 temporadas. Tenemos a James Cole ahora en la piel de Aaron Stanford, quien no le llega a los talones a Bruce Willis ni en el peor traspié de su carrera. La trama se simplifica al límite de la ridiculez, sin quedar nada de la complejidad del film (y del corto en que este se basa, La Jetée), del surrealismo casi onírico, ni del planteo filosófico. Nada. Es una serie del montón con todo el conjunto de obviedades de este tipo de shows clase B. Que se aleje rápidamente del material original no molesta tanto como la falta de imaginación y la ausencia de una propuesta estética cuanto menos digna.

Bagdad Cafe (1990 – 1991)

Sí, a alguien se le ocurrió convertir la maravilla de película de Percy Adlon en una serie de TV. Y para peor de males: en una sitcom. Y una obra tan extraña, poética, íntima y emocional como lo es el film de 1987, convertido en una clásica sitcom no podía salir bien ni teniendo dos buenas intérpretes al frente: Whoopi Goldberg y Jean Stapleton. Seguía la idea del bar en medio de la nada, pero ahora repleta de chistes y gags de dudosa gracia típicos de la comedia americana. Encima la intro mantuvo Calling You, el inolvidable tema musical nominado al Oscar, haciendo que lo que venía después se sintiera aun más como una falta de respeto.

The Odd Couple (2015 – 2017)

Basándose en la película de 1968 (a su vez basada en la obra de teatro de Neil Simon), Matthew Perry y Thomas Lennon formaron la nueva extraña pareja de amigos que forzadamente deben convivir en un mismo departamento. Demasiado chiste rancio y risas auto-impuestas que tal vez en otro siglo hubiesen causado gracia. Duró tres temporadas (en parte por haber ido pegada al exitazo de The Big Bang Theory) hasta que fue cancelada.

Mira quien habla (1991 – 1992)

Cómo olvidar este horror basado en una de las series de películas más recordadas de fines de los años 80 y principios de los 90 (y recordada con cariño, porque tampoco eran obras maestras). En la pantalla grande teníamos a John Travolta, Kirstie Alley y un bebé cuya “voz” de sus pensamientos era interpretada por Bruce Willis. La serie Baby Talks era básicamente lo mismo pero sin gracia (la voz aquí era de Tony Danza). Tan divertida como escuchar el llanto de un bebé.

Dominion (2014 – 2015)

Especie de continuación de la película Legion (protagonizada por Paul Bettany y Dennis Quaid en el año 2010), el director del film Scott Stewart fue guionista de la serie y dirigió el episodio piloto. Estaba situada 25 años después de la “guerra de la extinción” donde un ejército de ángeles (tras la desaparición de Dios) le declaró la guerra a la humanidad y la diezmó. Si bien el film tampoco es Citizen Ken (ni soñando) al menos contaba con un presupuesto digno. Acá todo es tan trucho que da pena: actuaciones pésimas, diálogos que no se pueden creer, efectos especiales propios de 1980. No vale ni como consumo irónico

Casablanca

Adaptación que confirma que a los grandes clásicos hay que dejarlos tranquilos, porque no hay forma de que las comparaciones no resulten odiosas. Y no estamos ante un solo caso, sino que fueron 2 los intentos por trasladar el film a la tele.

El primero aconteció en 1955 en ABC. Fue la primera incursión en la pantalla chica de Warner Bros, protagonizada por Charles McGraw y ambientada durante los inicios de la Guerra Fría. El resultado naufragó ante personajes que cambiaron de nombre (Rick Blaine pasó a ser Rick Jason, la Ilsa de Ingrid Bergman no apareció como tampoco el Victor Laszlo de Paul Henreid). En una apuesta extraña, actores de poca relevancia en el film original fueron casteados para personajes importantes de la serie (como Marcel Dalio, un extra en la película que pasó a ser el Capitán Renault). Fue un rotundo fracaso atribuido por muchos a su protagonista. El director, John Peyser, directamente dijo que McGraw no podía actuar, enojado ante la no contratación de quien estaba designado para protagonizar: el en ese momento ascendente Anthony Quinn.

El segundo intento fue en 1983. NBC estrenó la miniserie de 5 episodios que tenía a David Soul como el Rick Blaine imortalizado por Humphrey Bogart en la película ganadora del Oscar en 1944. Solo 3 capítulos salieron al aire de esta precuela, antes de ser cancelada.