Tienen que ver The Good Place: un buen lugar para reír
Pedíamos que esta comedia de NBC llegue a nuestras tierras y finalmente lo hizo como estreno exclusivo del gigante del streaming. Fue una de las revelaciones de la temporada 2016 en Estados Unidos: no solo salió dignamente parada en materia de audiencias (consiguió ser renovada, cosa que por estos tiempos muy pocas nuevas comedias logran) sino que además el público y la crítica la amaron. Es diferente al resto del panorama de las sitcoms actuales, y eso ya es un punto a favor por lo que tienen que ver The Good Place. Pero hay más.
¿De qué va?
Sigue a Eleanor (Kristen Bell), una mujer que tras morir es recibida en el más allá. Pero resulta que de acuerdo a su desagradable comportamiento en vida, no estaba destinada a ese paraíso: cayó allí por un error de cálculo. Ahora, obvio, va a poner lugar patas para arriba mientras intenta que Michael, el arquitecto del lugar (Ted Danson) no la descubra, al tiempo que debe con urgencia empezar a comportarse como una buena persona para evitar ser desterrada y enviada al “mal lugar”, el infierno.
Por qué ver The Good Place
Porque estamos hartos de las sitcoms que se repiten una y otra vez, usando fórmulas gastadas, risas enlatadas y chistes fáciles. Nada de eso ocurre con The Good Place, quien parte de una premisa interesante y bastante original, disparándose hacia lugares impensados a fuerza de un buen guión, intentando la risa cómplice con el espectador más que marcarle obscenamente dónde tiene que reírse.
Como con toda comedia es necesario darle un par de capítulos, a pesar que en el episodio piloto están puestos todos los esfuerzos por desmarcarse y dejar claro el tono que el show utilizará en adelante. Y para diferenciase del resto aparece Drew Goddard: el director de The Cabin in the Woods es productor ejecutivo del show y se sienta en la silla de director durante 4 capítulos, entre ellos el piloto donde pronto (muy a lo que ocurre con su película de terror) deja volar la imaginación y trae locos efectos visuales, saliéndose completamente del molde y dejando claro que la extrañeza va a ser moneda corriente.
El punto principal de atracción figura en el elenco. La química entre Danson y la estrella de Verónica Mars es inigualable, y no se quedan atrás las interacciones con el reducido pero acertado panel de secundarios: William Jackson Harper, Jameela Jamil, D’Arcy Carden, Manny Jacinto, y más hacia el final Adam Scott. A medida que los vamos conociendo (y se van conociendo) las relaciones que creó Mike Schur (Parks and Recreation) entre esos personajes socialmente torpes pero sumamente queribles, harán que no puedas evitar seguir el alocado viaje al más allá que la serie plantea.
Chistes que funcionan, un elenco que brilla, cliffhangers ocurrentes y un final de primera temporada (tranquilos, no lo spoilearé) que se guarda un sorpresón, un as bajo la manga augurando una segunda temporada a la que es imposible resistirse.
Pueden ver The Good Place en Netflix: se ofrece con un episodio semanal al ritmo de su emisión en Estados Unidos.
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