TOP 10 SERIES: los peores personajes de 2015

Verlos en pantalla fue un parto, soportar sus apariciones un dolor en el pecho. Dieron risa aunque estén en un dramón nivel Shakespeare, cada escena con ellos se transformó en el momento ideal para ir al baño sin preocuparnos en pausar la reproducción. Ya conocimos a los mejores hombres y mujeres en las series del año (TOP 10 completo ACA), ahora es tiempo de los peores personajes de 2015. Nos enorgullecemos en detestarlos.

Los peores personajes de 2015

Puesto 10 – Los secundarios de Jessica Jones

Quien escribe lo hace sin haber leído un solo cómic del personaje; lo aclaro pues no sé realmente si algo de lo que sucedió alrededor de la protagonista y el villano es realmente importante para el universo marveliano y logró que se hagan pis encima de la emoción sus fans acérrimos. Televisivamente hablando, la mayoría de los personajes que rodearon a la heroína nunca entendimos muy bien para que estaban o por qué seguían estando cuando sus arcos visiblemente habían alcanzo un techo. Los vecinos, la abogada y sus líos amorosos, todo se extendió demasiado y solo generaban hastío. No hay nada peor en una serie que charlas interminables entre personajes que despiertan cero interés. Trish y Luke te los acepto, pero rellenaron eternos minutos con seres que nos importaban un rábano. Decepción.

Puesto 9 – Ben Crawford en Secrets and Lies

Digámoslo con todas las letras: Ryan Phillippe no es el mejor actor de su generación ni de cerca, es de esos del montón que tuvo la dicha de ser lindo. A esa falta de histrionismo sumale un personaje completamente chato sobre el que recae más presión de la que puede afrontar y ya está: estamos ante un desastre. Ben es acusado de asesinato y lo que debería causar intriga (¿lo hizo o no lo hizo?) genera risa ante cada decisión apresurada y acto sin sentido (tanto que si no es culpable merece ir igual a prisión por idiota) dando la sensación que el mismo Phillippe sabe está haciendo una porquería y ni lo disimula. Párrafo aparte para su look: cuando no aparece en cuero (que lo contrataron para que muestre sus abdominales, lo sabemos) usa el mismo jogging transpirado. ¡Cambiate, sucio!

Puesto 8 – Dorian Gray y Angelique en Penny Dreadful

En tiempos donde existe una sobre-excitación por American Horror Story, soy de los que banca la propuesta de terror gótico que propone la serie de Showtime. Dicho esto, procedo a indignarme con esta historia a la que no alcanza catalogarla como “periférica” sino que fue lisa y llanamente “relleno”. La 2º temporada de Penny Dreadful se centró (atinadamente) en el personaje de Eva Green, dejando sin lugar al muchacho creado por Oscar Wilde que tuvo que conformarse boyando sin nada interesante para contar. Cómo lo tenían contratado había que darle letra, por lo tanto le inventaron el romance con un transexual que no aportaba nada a las líneas principales ni al propio desarrollo de Dorian. Obvio: aprovecharon para meter con calzador escenas eróticas con el único motivo de provocar, algo que tampoco dio el resultado esperado.

Puesto 7 – La tonada de Pablo Escobar en Narcos

Antes que me salten a la yugular: no voy a atacar las dotes actorales del gran Wagner Moura. Su Pablo Escobar podría haber sido perfecto si Moura hubiese realizado un curso exhaustivo del idioma en que iba a tener que hablar durante toda la serie. El brasileño jamás pudo dar en el clavo con el acento paisa del Patrón del Mal. No sabemos si tenía una papa en la boca o si para él los colombianos hablan así, pero era imposible concentrarse en lo que estábamos viendo cuando se escuchaba tan pero tan mal al protagonista. Igualmente lo acaban de nominar a un Golden Globe, confirmando la teoría que para los norteamericanos todos los latinos somos la misma… eso, ustedes me entienden.

Puesto 6 – El protagonista de Rosewood

Patólogo que es un genio para leer los signos causantes de las muertes que investiga. Tiene además la peor cualidad que puede tener un genio: saber que lo es. Creído como pocos, canchero, haciéndose el galán a cada paso. Todo en un envase de mucho músculo y cero carisma. El personaje interpretado por Morris Chestnut en la serie de FOX saca de las casillas al espectador más paciente. Encima intentan humanizarlo con un drama personal de esos tediosos. Inbancable por donde se lo mire, como la serie en su conjunto.

Puesto 5 – Mérida de Once Upon a Time

No somos tan ilusos de pedirle a Once Upon a Time la profundidad de The Wire, claro está, pero toda la línea de Brave se sintió como un sopor que no fue jamás hacia ningún lado. El capítulo centrado en ella (justo luego de uno de los momentos clave de la 5º temporada) fue una decepción que invitó al sueño, el romance gay que dejaron entrever sucedería apenas quedó en insinuaciones risueñas. En una serie donde sobran personajes, agregar uno para que apenas si tenga interacciones con los protagonistas es simplemente una pérdida de tiempo. Se fue como llegó: la valentía fueron un par de flechazos y chau princesa, hasta nunca.

Puesto 4 – Los habitantes de Alexandría en The Walking Dead

Inútiles, sin onda, con menos luces que los propios zombies. Lo hemos dicho muchas veces: la serie más exitosa de la tv actual tiene vida para largo por lo tanto necesita sí o sí ampliar su cartera de personajes constantemente, conseguir que sintamos algo por ellos a sabiendas que el show se ampara en el lema “cualquiera puede morir”. Con esta gentuza buena para nada no sucedió. Si se mueren nosotros felices, si desaparecen unos capítulos ni nos damos cuenta. Llegaron con la estupidez a flor de piel. No hay uno cuyas acciones no den vergüenza. Que los maten ya, que al fin y al cabo ni recordamos sus nombres.

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Puesto 3 – El mafioso Frank Semyon de True Detective 2

Al comienzo defendí a capa y espada a un Vince Vaughn fuera del registro al que nos tiene acostumbrados, pero a medida que pasaban los capítulos y la serie se hundía en el fango de la mediocridad, cada palabra salida de la boca del personaje solo podía disparar carcajadas. El mafioso -que quería ser un empresario exitoso pero no le dio el lomo para ello- tuvo a su cargo frases superficiales y pomposas que poco tenían que ver con su naturaleza; se sentía incómodo verlo observar manchas de humedad y explicitar verbalmente lo que le pasaba por la cabeza. Vaughn le puso garra (de hecho su cierre es bastante digno) pero Pizzolatto se creyó que estaba escribiendo los parlamentos de Don Draper en Mad Men y nada más alejado. Artificial de punta a punta.

Puesto 2 – Las serpientes de arena en Game of Thrones

Las vendieron como las mujeres más fuertes y peligrosas que veríamos en la serie de HBO, las que trabajando en conjunto iban a ser letales, ¿ustedes las vieron? Porque la temporada terminó y lo único que presenciamos fue a un grupito de chicas realizando las peores coreografías de lucha vistas en la serie. Un papelón digno de una obra de teatro escolar en la serie más importante del cable Premium. ¿La sed de venganza por Oberyn Martell?, si te he visto no me acuerdo. Una trama inexistente y actrices que por algo las tenían con poca ropa: es lo único que podían aportar.

Puesto 1 – El nuevo niño de The Strain

Lo más odioso de 2015. Lo más detestable de la tv en mucho tiempo (o desde esa pesadilla llamada Dana Brody en Homeland). Zack -hijo de Ephraim (Corey Stoll)- en la primera temporada del show fue interpretado por Ben Hyland, pero en este segundo año se anunció el cambio de niño “por razones narrativas” que todos entendimos como “el anterior no servía ni para mirar quien viene”. Salieron de Guatemala para adentrarse en Guatepeor con el pequeño Max Charles a quien solo verlo aparecer en pantalla invitaba al zapping furioso o a revolearle una ojota a la pantalla. Actor de madera + personaje insoportable solo puede despertar los peores instintos del espectador, y así ocurrió pues no hubo uno de nosotros que no exigiera muerte lenta y dolorosa para él. Sin ningún tipo de defensa a los derechos de la infancia que valga.