Tienen que ver Bron Broen: crímenes que vienen del frio

Parece que fue ayer cuando, allá por 2011, esta serie sueco-danesa sorprendió a propios y extraños, tanto que varios países se desesperaron por hacer sus versiones de un policial ya de culto, clave para instalar el fenómeno de las series nórdicas, que acaba de encontrar un final de serie perfecto. Es momento de decirles por qué tienen que ver Bron Broen, una serie que ya es un clásico.

¿De qué va?

La primera temporada reunió a dos detectives, la sueca Saga Noren (Sofia Helin) y el danés Martin Rohde (Kim Bodnia). Ambos deben comenzar a trabajar juntos cuando un cuerpo es hallado sin vida en el Puente de Øresund que separa Suecia de Dinamarca. El cadáver aparece justo en la frontera, obligando a los dos países a hacerse cargo de la investigación al mismo tiempo.

Puede que este argumento les suene de alguna de las remakes que han ido surgiendo y que, por esas cosas de distribución internacional, hasta han tenido más repercusión que la original. The Bridge (está en Netflix) recogió la misma trama trasladando la acción a la frontera entre Estados Unidos y México, The Tunnel (pertenece a MAX, del paquete HBO) hizo lo propio pero entre Francia e Inglaterra. Ninguna de las dos pueden siquiera comparase con el nivel de la original.

Por qué ver Bron Broen

Porque funciona con una precisión quirúrgica tanto a nivel argumental como de personajes, y porque es de lo mejor que van a encontrar en cuanto a policial televisivo. Durante cuatro temporadas sorprenden con casos atrapantes, resueltos con maestría, sin dejar de desarrollar y hacer crecer a los protagonistas que van sumando sus propias miserias y dramas personales. Ese desarrollo de caso + vidas personales de los agentes (donde la mayoría de los procedimentales televisivos suele fallar), resulta aquí un acierto, pues sin que lo veamos claro en un principio, siempre están más conectados de lo que parece.

También da cátedra a nivel narrativo al unir líneas argumentales en apariencia aisladas unas de otras, las cuales más tarde o más temprano se conectarán para eliminar o confirmar sospechosos del habitual “¿quién lo hizo?” del género. A diferencia de otros shows como The Killing (o su original también danés Forbrydelsen) que van presentando uno a uno los posibles culpables para luego descartarlos y dirigir las sospechas hacia otro, en Bron Broen hacen convivir a casi la totalidad de los personajes desde el minuto uno, mostrando sus accionares en paralelo: dejan pasar mucho tiempo sin que realmente sepamos el por qué de esas historias (es casi como ver varias series diferentes al mismo tiempo), hasta que finalmente conectan para dejar perplejo al espectador revelando verdades que estaban en pantalla sin que podamos vislumbrarlas.

Los crímenes son sumamente originales y enrevesados. Sea con ese cuerpo dividido en dos en pleno puente (“Puente” se dice “Bron” en sueco, “Broen” en danés, de allí el título), con el barco repleto de cadáveres que chocará contra el mismo en la temporada 2, con la mujer danesa encontrada muerta en Suecia motor de la temporada 3, o con la diplomática asesinada a piedrazos que da inicio al cuarto ciclo, la serie logra trasladar lo mejor del policial negro, creando climas asfixiantes, revolviendo los pasados turbios de cada personaje, y elevando el drama al poner siempre en foco temas sociales que dotan al relato de una actualidad a veces sorprendente.

El furor de las series nórdicas tiene una de sus bases principales en tratar de desmitificar lo que muchos tomamos como cierto desde otros rincones del mundo: nos han hecho creer que son sociedades casi perfectas, seguras, dignas de imitar. Bron Broen y otros de los máximos exponentes toman ese concepto y lo arrastran al barro para destruirlo, mostrando las miserias y sombras que muchos quieren ocultar pero que están a la vista de todos, como en cualquier otro lugar.

Saga, siempre Saga

Bron Broen es Saga. Sofia Helin compone un personaje para ubicar en la cima del empoderamiento femenino en las series. Padece Asperger, no es proclive al más mínimo doble sentido, solo puede ir de frente con la verdad por más chocante que sea y sin tener en cuenta las consecuencias de sus palabras, no acepta el más mínimo desvío de las leyes. Podría ser una mujer sumamente detestable y debería ser imposible empatizar con ella, sin embargo la serie utiliza esos elementos para hacerla cercana y querible, viéndola chocar constantemente con convenciones que para ella no tienen sentido y, por consiguiente, puede que tampoco lo tengan para nosotros.

El desarrollo del personaje a lo largo de los 38 capítulos (tres temporadas de 10 episodios, la cuarta y final tiene 8) es tan rico como desolador. Su oscura y tortuosa historia íntima va ganando relevancia, llevándola a extremos de los cuales quizás no podría salir inmune si no fuera por la complicidad lograda con sus dos compañeros. ¿Dije 2 compañeros? Sí, pues (tranquilos, no spoilearé nada relevante) Martin solo está presente durante las dos primeras temporadas. Por diferencias creativas con los responsables del show, se alejó y fue suplantado por el actor Thure Lindhardt en piel de otro detective, Henrik Sabroe. El miedo ante ese cambio de protagonista masculino estaba presente, pero se resuelve tan bien la salida de uno y la llegada del otro (con un potente drama personal a cuestas) que no defrauda.

Saga crece junto a Martin y, posteriormente, Henrik, al tiempo que los hace crecer a ellos. Las limitaciones para relacionarse, el choque de intereses y culturas, son manejados con sensibilidad en medio de un clima hostil, donde los cadáveres se van amontonando mientras ellos tratan de no enloquecer ante la vorágine de muerte que los envuelve.

Deben ver Bron Boen, un thriller de los que no abundan, con un gran guion, estructura arriesgada, ritmo envidiable, y paisajes tan congelados como el corazón de esos villanos capaces de cometer todo tipo de actos inhumanos, sea por venganza o por un oscuro sentido de la justicia.

¿Dónde ver Bron Broen? No la van a encontrar en ninguna de las plataformas o sistemas de cable de Argentina. Ponganse creativos, les aseguro que vale la pena el esfuerzo.

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