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Tienen que ver We Are Who We Are: Metamorfosis adolescente

We Are Who We Are, adolescentes aquí y ahora. Crítica de la miniserie de Luca Guadagnino en HBO, protagonizada por Jack Dylan Grazer.

El cineasta Luca Guadagnino se zambulle por primera vez en el universo televisivo con un coming of age diferente, ambientado en una base militar americana en Italia. Tienen que ver We Are Who We Are, de HBO, y en la presente nota les diremos por qué.

Al igual que otros tipos de relatos, el subgénero conocido como coming of age -esto es, ficciones en donde el protagonista adolescente adquiere ciertos aprendizajes que lo ayudan a encaminarse hacia la madurez- también ha sufrido en estos tiempos la crisis creativa de una industria que expulsa autores y contrata mano de obra barata con el fin de producir en serie contenidos dignos de revista Para Teens (inserte aquí cualquier moda juvenil del gigante de streaming).

Si bien su estructura basada en tópicos pareciera limitar al género, lo cierto es que en manos de realizadores que tienen algo interesante para decir y apuestan por un estilo propio, los efectos pueden ser sorprendentes. Películas y series de los últimos diez años como Boyhood (2014), My Mad Fat Diary (2013-2015), Raw (2016), Skate Kitchen (2018) o Euphoria (2019), son claros ejemplos de ello.

Sin duda, un coming of age que llamó la atención incluso de las premiaciones más importantes fue Call Me By Your Name (2017), la adaptación del italiano Luca Guadagnino que colocó a Timothée Chalamet entre los actores jóvenes más convocantes de la actualidad. Un drama sensorial y contemplativo que supo ilustrar con delicadeza y erotismo la emoción de aquellos fugaces amores de verano.

Este año, el director siciliano decidió volver al terreno del drama adolescente con el estreno de We Are Who We Are (Somos lo que somos) de HBO y Sky, una historia dividida en 8 partes que explora la construcción de la identidad y que realza la visión cosmopolita de Guadagnino.

¿De qué va?

La miniserie se encuentra ambientada en 2016 -año de la asunción de Donald Trump– en una base militar norteamericana ubicada en el pueblo costero de Chioggia, en Venecia. Se trata de un barrio cerrado e hipervigilado, que cuenta con escuelas, shoppings, cine y demás establecimientos para mantener encapsulados a los jóvenes americanos en su cultura nativa. En este microcosmos carcelario aterriza con poco ánimo Fraser (Jack Dylan Grazer), un chico nervioso y retraído que vive junto a su madre Sarah (Chloë Sevigny), la nueva comandante de la base, y su esposa Maggie (Alice Braga), también integrante del ejército.

El adolescente protagonista, quien intenta enajenarse de lo que ocurre a su alrededor a través de la música que suena constantemente en sus auriculares, se siente perdido en este mundillo de reglas estrictas, uniformados y un idioma que desconoce al que sus pares utilizan cuando se burlan de él. El cabello teñido de rubio furioso y la vestimenta excéntrica de Fraser marcan su lenguaje no verbal, uno que exclama a gritos su disconformidad con la idea de masculinidad que emana esta burbuja militar.

Con el correr de la trama, Fraser entabla una relación de confianza con Caitlin (Jordan Kristine Seamón), una joven que ha crecido en la base junto a su hermano Danny y que posee un vínculo muy fuerte con su padre soldado, un seguidor de Trump (de los pocos afroamericanos que apuestan por el Make America Great Again pero viviendo en el exterior), con quien comparte su afición por los deportes. A simple vista, ambas familias parecen encarnar estilos de vida muy distintos: mientras que la de Fraser apela por un control parental menos rígido y la deconstrucción de los roles de género impuestos, los padres de Caitlin representan el típico modelo de familia heteronormativa, en donde la autonomía de la mujer se encuentran invisibilizada. En este sentido, la cultura senegalesa de la madre de Caitlin y Danny también queda a un costado ante el ferviente nacionalismo yanqui del esposo.

Sin pensarlo, Fraser y Caitlin forman una especie de hermandad que les incentiva a buscar su identidad y poder disfrutar su sexualidad más allá de los límites que les impone el sistema.

Aquí y Ahora

La adolescencia es uno de esos períodos de la vida que cuando lo estás viviendo parece una eternidad, pero luego de un tiempo y mirando hacia atrás, apenas puede resumirse en unos contados momentos. La naturaleza efímera, el aquí y ahora, es tal vez lo más difícil de capturar. De eso se trata un poco la tarea de Guadagnino en esta serie: de atrapar suavemente la belleza oscura de un instante en la vida de unos jóvenes en camino hacia lo desconocido.

En We Are Who We Are la frase “aquí y ahora” suele aparecer en pantalla en varias ocasiones. Mientras los adultos, la mayoría aprisionados en su propio adolecer, pretenden encorsetar a sus hijos en este universo de reglas bien definidas, ellos desestiman las normas y coquetean con la muerte como si no hubiera posibilidad de construir otro futuro. El presente se vuelve un todo insoportable, la satisfacción inmediata es demasiado fútil y la única manera de surfear el momento es en compañía.

La miniserie de HBO hace un buen trabajo al cocinar a fuego lento y con mucha profundidad este torbellino que es el día a día de un grupo de jóvenes de la llamada Tercera Cultura.

Por qué ver We Are Who We Are

La miniserie de Luca Guadagnino es una ficción fresca y fluida que se toma su tiempo para darle forma a sus personajes y hacer que cada uno brille por si solo. Al igual que en Call Me By Your Name, el director logra transmitir al espectador el calor y los aromas de la costa europea como si estuviésemos en aquel lugar. Pero no solo eso, sino que nos lleva de la mano por un viaje de emociones intensas, extremas como todo adolescente, que hace que por momentos sintamos aquella euforia descarnada de los protagonistas y su necesidad de romper los moldes obsoletos de una cultura patriarcal y machista.

Cabe destacar también el excelente nivel de las actuaciones del reparto encabezado por Dylan Grazer, esta especie de Chalamet rubio que conocimos en Shazam! y que también representó la versión adolescente del personaje de Timothée en el drama Beautiful Boy (2018). Además de la debutante Jordan Kristine Seamón también se encuentra Francesca Scorsese (hija menor del consagrado director), el rapero Kid Cudi como el padre militar de Caitlin y Spence Moore II (All American) como Danny. Ni hablar de la querida Chloë Sevigny, la favorita del cine indie de los ‘90 que en su momento sorprendió con películas juveniles como Kids (1995) y Gummo (1997) y que aquí logra llevar con soltura y realismo un personaje duro que pareciera no admitir grises.

No hay duda que We Are Who We Are es de las series mejor filmadas del año. Una ficción que cuenta con una narrativa visual poética y la estética particular de Luca Guadagnino ilustrando la mirada adolescente de una manera sensible y contemplativa.

Pueden ver We Are Who We Are todos los lunes por HBO. Disponible en HBO GO y Flow de Cablevisión (clientes con paquete HBO)


Visiten otros “Tienen que ver…”: The Third DayModern LoveFleabagMy Mad Fat DiaryPure – Y hay muchos más.

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