Vuelve Xena: siguen los ¿innecesarios? revivals de series

Vuelve Xena, la princesa guerrera. O al menos eso quiere la cadena NBC quien se encuentra trabajando en el regreso del show protagonizado por Lucy Lawless que fue éxito entre los años 1995 y 2001.

El canal desea a la estrella involucrada de la manera que sea -atrás de cámaras o delante, como fuese- al tiempo de ponerse a buscar una nueva figura para el papel principal que tenga el carisma y encanto de Lawless sumado a la inteligencia de Katniss Everdeen en Los Juegos del Hambre, generando una superheroína sofisticada para las nuevas generaciones.

Será una remake “moderna”, así lo han expresado los involucrados a The Hollywood Reporter. Queremos creer que esa modernidad se refiere a actualizarla estilísticamente y no a que la ambientarán en la actualidad pues se perdería toda la magia de la serie original, pero en esta era de los reboots esforzándose por ser “creativos” todo puede pasar.

Sam Raimi y Rob Tapert, productores del show inicial, volverían a formar parte de esta nueva versión de la heroína que junto a su amiga Gabrielle (Renee O’Connor) vivían todo tipo de aventuras en la antigua Grecia luchando contra el mal.

Si bien sólo es (por ahora) un rumor, nos preguntamos ¿por qué la vuelta? La interesante nota de ayer del compañero Santiago Balestra sobre la ola de remakes en la pantalla grande –pueden leerla aquí– podría bien aplicarse a la pequeña, aunque en este caso hay una diferencia abismal: los resultados que se han visto no son tan buenos como en el cine.

La vuelta de 24, por ejemplo, no fue el suceso que se esperaba y aún así se planea continuarla incluso sin Kiefer Sutherland. Sus números no fueron un completo desastre para un canal como FOX que no encontraba un éxito ni por casualidad, por lo que se podía entender hayan quedado satisfechos: pero meses después llegó el fenómeno Empire que hizo arder la pantalla demostrando que se puede volver a tener un éxito arrollador en la televisión de hoy.

Todos estamos emocionados por la vuelta de The X-Files, claro que sí, nos mata de ansiedad volver a ver a Mulder y Scully así como también queremos tener ya la continuación de Twin Peaks (con David Lynch a la cabeza ¿cómo decirle que no?), pero no podríamos decir lo mismo de Prison Break, Heroes, Full House, Coach, o hasta Los Teletubbies. Sumemos las decenas de remakes de clásicos del cine que se vienen como series y da para preguntarse ¿se les acabaron las ideas? ¿Tan pocas ganas hay de arriesgarse?

Basta ir al archivo para comprobar que los desastres de este tipo están a la orden del día: Los Angeles de Charlie (el espantoso reboot de 2011), Dallas (cancelada en 2014), La mujer Biónica (original de 1976, remake de 2007 que fue uno de los mayores fracasos televisivos de la historia, ya lo comentamos acá), El auto Fantástico (éxito arrollador en 1982, su remake no llegó a completar temporada en 2008), Beverly Hills 902010 (original que duró 10 años desde 1990, mezcla de reboot y remake en 2008 que si bien se extendió por 5 temporadas es mejor olvidarse que quiso ser la histórica serie juvenil), qué decir de ese engendro llamado V en 2009 que destruyó el enorme clásico de la TV que todo seriéfilo debería ver: V Invasión Extraterrestre.

Una de las claves por las que Xena se convirtió en serie de culto -habiendo nacido como spin-off de Hércules, a quien rápidamente superó en popularidad- fue la relación entre la protagonista y su amiga que tenía un subtexto lésbico inaudito para esa época donde tampoco sobraban lugares tan fuertes para la mujer (Joss Whedon reconoció que se inspiró en este show para crear Buffy, otro de los exponentes del poder femenino en los años ’90). ¿Hoy qué sentido tendría todo esto?

El factor nostalgia pesa, la cantidad de pantallas con las cuales competir aumenta minuto a minuto, las ideas no sobran, entonces recurren a viejos éxitos que despiertan interés porque crecimos con ellos. Y encima con nuestro boca a boca terminamos haciéndoles la campaña publicitaria gratis. Todo les cierra. Las remakes están servidas.