Joss Whedon es, para muchos, un dios que camina entre nosotros simples mortales. El hombre es el creador de Buffy, La Cazavampiros, guionista de Toy Story y Cabin In The Woods y director del reciente éxito de taquilla The Avengers. Pero en esta decimoquinta edición del BAFICI se presenta Much Ado About Nothing, un film muy distinto al que nos tiene acostumbrados, ya que adapta a uno de los dramaturgos mas importantes de la historia: William Shakespeare. La película fue filmada en secreto en la casa que posee el director junto a su esposa. El presupuesto fue ínfimo y gran parte del elenco ya había trabajado con Whedon en otros de sus viejos proyecto. La realización de este film se dio en tan solo 12 días y entre sesiones de rodaje y edición de The Avengers.
SHAKESPARE SIGLO XXI
A la hora de adaptar la esta comedia, Whedon decidió realizar una movida un tanto jugada: mantendría la misma historia y diálogos de la original, pero la centraría en la actualidad. El relato se da tal cual lo escribió Shakespeare en su momento. El Príncipe Don Pedro regresa victorioso de una batalla acompañado de su hermano Don Juan, del soltero empedernido Benedicto y del joven enamoradizo Claudio. Todos ellos son agasajados por Leonato en su maravillosa casa que comparte con su hija Hero y su sobrina Beatriz. En los días venideros habrá lugar para el amor, la traición e incluso, la muerte.
Much Ado About Nothing es una comedia encantadora. Si alguna vez vieron el trabajo de Whedon, tanto para TV como para cine, sabrán que los diálogos son uno de los puntos más fuertes de todos sus proyectos. Aquí decidió mantenerse fiel a lo que Shakespeare escribió en el año 1600, por lo tanto esto lo pondría a prueba. Whedon sale aireos y demuestra que aparte de ser un gran guionista, también puede ser un fantástico director. Quizás desde el punto de vista de la narración Whedon no tuvo más que hacer que apegarse la obra, pero la verdadera magia del film está en la dirección de actores. De los más de 15 actores que aparecen en escena (y tienen un papel substancial) ninguno desentona. Esta nueva versión de Much Ado About Nothing funciona casi como una comedia de enredos, y por momentos hasta como las comedias físicas de Charles Chaplin o Buster Keaton. Joss Whedon saca lo mejor de su reparto y hasta se deja ver en pantalla el buen rato que estaban pasando mientras hacían la película. Filmada en blanco y negro y con cámara en mano el film es un placer a los ojos gracias a la fantástica fotografía de Jay Hunter.
Si algo desentona en la película son las pocas escenas de carácter dramático que hay. Whedon, a diferencia de la comedia, nunca entró el tono perfecto para el drama. Estos momentos se sienten sobreactuados y hasta forzados y la película cae en un leve bajón que poco hace para tirar abajo todo lo que se construyó hasta ese entonces.
CONCLUSION
Joss Whedon logró con mucho éxito adaptar a Shakespeare para el espectador del nuevo milenio. Much Ado About Nothing es una comedia elegante, inteligente y entretenida, aparte de ser hermosa a la vista. Las fantásticas actuaciones por parte de todo el elenco son razón suficiente para no perdérsela.
