Philip Seymour Hoffman según Cameron Crowe, el director de Casi Famosos

El pasado fin de semana nos enteramos de la triste noticia del fallecimiento de Philip Seymour Hoffman. Las condolencias de parte de actores y directores que han trabajado con el se ha hecho oír por todo el ciberespacio. Una de estas voces fue la del guionista y director Cameron Crowe, quien trabajo con Hoffman en su filme del 2000, Casi Famosos. La película estaba basada hasta cierto punto en las experiencias del director como periodista para la revista Rolling Stone con apenas 15 años. En esta película, Hoffman daba vida a Lester Bangs, un periodista de una publicación sobre rock llamada Creem (personaje y publicación que existieron en la vida real, y en donde Crowe hizo sus primeros pinitos periodísticos) y que obraba como una suerte de mentor para el personaje protagonista. El personaje tiene apenas tres escenas en la peli, pero siendo el gran actor que es, Hoffman hizo que cada una de esas participaciones figurasen entre los momentos mas altos de la peli.

Cameron Crowe, en su pagina oficial The Uncool, como un homenaje a la memoria de Hoffman, extendió una anécdota de lo que fue trabajar ese personaje, durante la escena que el alter-ego cinematográfico de Crowe, William Miller, tiene una conversación con el mencionado Lester:

La visión que tenía originalmente de esta escena era una sonoro y nocturno alegato de Lester Bangs. Un llamado a las armas. En manos de Phil, se convirtió en algo diferente. Una escena sobre verdades silenciosas compartida entre dos tipos, ambos en una encrucijada, ambos heridos, ambos llegando tarde. Se convirtió en el alma de la película. Entre tomas, Hoffman no le habló a nadie. El solo escuchó a sus auriculares, a las palabras de Lester en persona. (Su walkman estaba repleto de entrevistas de Lester) Cuando la escena terminó, me di cuenta que Hoffman hizo un truco de magia. Había hecho un salto mas allá de las palabras y el guion, y apunto al alma y la compasión del Lester mas privado, aquel que solo unos pocos de nosotros llegamos a conocer. Repentinamente, el retrato estaba completo. El equipo y yo por siempre estaremos agradecidos por ese asiento de primera fila para poder ver su genialidad.