Naco Games y Big ant nos invitan a jugar con los grandes del circuito, en la búsqueda de la renovación del género. En la nota intentaremos dilucidar si vale la pena Tennis World Tour 2

Desde pong o el tennis de Nintendo, el deporte blanco estuvo presente en la industria de los videojuegos desde sus inicios. Durante más de treinta años vivió una época de esplendor, donde era común juntarse a jugar tenis ya sea en arcades o en casa con amigos.

Para esta nota se utilizó la versión de Xbox one X provista por el desarrollador.

La tecnología avanzó y los usuarios demandaban entregas cada vez más realistas. Así, la industria saltó del top view a gráficos en 3D con modelados de estrellas reales, físicas y demás mejoras. Podríamos decir que el género tuvo su Ace allá por el 2010 con entregas como Virtua Tennis 2 o el sublime Top Spin 4.

Tennis World Tour 2 se puede jugar de hasta 4 jugadores

A partir de ese momento el género perdió el rumbo, la octava generación de consolas tiene una escasez de buenos juegos de tenis enorme, pero Tennis World Tour 2 busca revertir esto y devolvernos las ganas de jugar.

Tennis World Tour 2 nos invita a jugar con 38 de los tenistas top en los escenarios más representativos del mundo, presenta un fuerte rediseño sobre su entrega anterior, apostando al realismo y la simulación.

Tiene una amplia variedad de contenido, incluyendo la opción de jugar dobles con hasta 4 jugadores local u online; además cuenta con más de 7 modos de juego, en donde el que más me gustó es el modo carrera, donde deberemos crear nuestro personaje e ir sorteando obstáculos en el circuito hasta llegar a la cima del ranking. Junto a 7 niveles de dificultad no hay duda de que podremos invertir infinidad de horas en Tennis World Tour 2

¿Por qué tienen que jugar Tennis World Tour 2? .

Quizás su sello distintivo sea el sistema de cartas. A medida que juguemos partidos obtendremos monedas que podemos canjear por sobres, los cuales contienen cartas con mejoras para nuestro jugador. De esta manera se incluye un factor estratégico al juego, pudiendo guardar esa mejora de precisión para usarla en ese breakpoint que cambiará el curso de la partida.

En cuanto a jugabilidad, Tennis World Tour 2 entrega un resultado ambiguo. Por un lado, es intuitivo y de dificultad progresiva. Existe un indicador de “timming” que nos ayuda a saber si el golpe entró a tiempo o no, al comienzo estaremos prestando más atención a este indicador que a lo que sucede en el campo de juego. Pero luego de jugar varias partidas internalizaremos estas mecánicas. Cada botón tiene asignado un golpe y cada golpe puede darse con más o menos potencia.

Si bien realizar los golpes básicos es fácil de aprender, esto no quiere decir que estemos preparados para jugar contra los personajes más difíciles. Dominar cada uno de esos movimientos, aprender a esconder los golpes y a administrar la potencia nos tomará largas sesiones de juego.

Las animaciones de todos estos golpes están bien logradas, pero uno de los problemas de Tennis World Tour 2 es que, por más que incluyan jugadores reales, no tenemos movimientos “signatures” de ellos. Jugar con Nadal, Federer o Thiem es básicamente lo mismo, pero con una skin diferente; es más, hasta podemos pegar revés a dos manos con Roger. Los movimientos de los tenistas son algo toscos, no “fluyen” por la pista, no se siente ese juego de reacción, explosión y de freno repentino.

Podés jugar a ser Roger en Tennis World Tour 2

Desde lo visual está apenas por encima del aprobado, no se siente como un juego de final de generación, el público son personajes de los sims. Los modelos de los personajes están bien, pero desaprovechadas las licencias: Por ejemplo, al jugar un partido Nadal-Federer los dos lucen físicamente similares. Los escenarios son pobres: en polvo de ladrillo hay desgaste, pero no corresponde al patrón de juego y la línea de fondo permanece inalterada.

Todo este conjunto de detalles hace que Tennis World Tour 2 sea una experiencia ambigua. Si bien es un juego divertido, de fácil acceso y con una gran cantidad de contenido, su búsqueda por la simulación queda trunca y el público al que apunta quizás no quede del todo conforme. Todo lo positivo de contar con jugadores reales y la posibilidad de jugar en locaciones reales, se ve opacada por la falta personalidad y el poco trabajo en los entornos. Esta dicotomía se repite en cada aspecto que uno analice. Por cada punto positivo de Tennis World Tour 2, existe uno negativo que lo contrarresta: el resultado es un juego que está ahí en el medio, que no se termina de definir, ni chicha ni limonada diría mi abuela.