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Tienen que jugar Little Nightmares 2.

Con una historia profunda, densa, que te hace contener la respiración en numerosas ocasiones, Little Nightmares 2 es una de las mejores experiencias que me tocó jugar en los últimos tiempos.

El código del juego para esta nota fue provisto por el desarrollador 

De un tiempo a esta parte ha crecido el “Nordic Noir” tanto en cine como en televisión. Series como Trapped, la saga Milennium o un  poco más atrás películas como Hypnotisören o Let me in, definen la personalidad del arte audiovisual nórdico.

Little Nightmares 2 está desarrollado por TARSIER studios, con sede en Malmö, Suecia, y tiene una evidente personalidad artística nórdica que denota la influencia de autores como John Ajvide Lindqvist, Lasse Hallström o Stieg Larsson, quienes podríamos decir a grandes rasgos que realizan intensas meditaciones personales sobre la condición humana, su endeblez y los mecanismos que emplean para sobreponerse.

La tensión esta presente todo el tiempo al jugar little nightmares 2

En Little Nightmares 2 tenemos que jugar con Mono, un niño que despierta solo y perdido en un oscuro bosque. Ya en el comienzo del juego tenemos esa enormidad del paisaje que hace sentirnos diminutos frente a él, recuerda la imponencia del Båtstadsknallen. Debemos escapar de los peligros y hacernos nuestro camino hasta la misteriosa torre que parece corromper nuestro mundo.

No estaremos solos en este camino. Six, la protagonista del primer juego vuelve en forma de personaje controlado por la IA que nos ayudará a sortear algunos obstáculos a la vez que nos guiará para resolver algunos puzles. El juego no tiene HUD para favorecer la inmersión, las ayudas son muy limitadas y no tenemos indicadores brillosos que nos indiquen por dónde ir, así que observar el entorno con detenimiento y prestar atención a las acciones de Six será fundamental para no quedarnos trabados en el juego.

Además de esta función de asistente, Six forma una parte fundamental en la narrativa, explorando la relación entre los dos niños, la simple mecánica de tomarle la mano para atravesar peligros en sigilo es de un impacto muy poderoso y cuenta mucho más que incontables líneas de diálogo.

Jugar Little Nightmares 2 es una experiencia satisfactoria en todo sentido

Little Nightmares 2 es como la canción de Daft Punk, Harder, better, faster, stronger. Tomaron todo lo positivo del primer juego y lo expandieron. En primer lugar vamos a tener que jugar unas 6 horas para terminarlo por primera vez, esto puede variar dependiendo cuánto nos trabemos en algún sector o de cuánto exploremos el mapa.

La animación es un clásico 2.5 D con parallax, tiene esa típica ambientación Nordic Noir de la que hablamos antes. Little Nightmares 2 juega mucho con el tamaño de las cosas, somos 2 niños en un mundo para adultos y esto se nos recuerda todo el tiempo. Por ejemplo, las puertas no son un medio de entrada para ir a otro nivel sino que son un obstáculo en sí mismo, grandes, pesadas, incluso no llegamos al picaporte. La elección de la técnica de animación es impecable, que los elementos en pantalla tengan distinta profundidad y se muevan a tiempos distintos favorece esa sensación de pequeñez. Atravesar un rio para luego terminar en una playa frente a imponentes estructuras que recuerdan al Prästgatan no hace más que intensificar las sensaciones.

Little Nightmares 2 incorpora mecánicas ligeras de combate que nos van a permitir defendernos en determinadas circunstancias, pero estos elementos poseen una inercia, una pesadez, que nos va a recordar en todo momento que somos niños en un extraño mundo de adultos.

La iluminación y el sonido juegan un papel fundamental en el cuento que el juego quiere contar; si en el primer juego se hacía énfasis en la soledad de Six oyendo sus pasos retumbar en el vacío, en esta ocasión la amenaza está siempre presente, la penumbra no nos permite ver qué nos espera más adelante, la niebla no nos permite identificar los peligros, la oscuridad nos mantiene encerrados en una habitación. La banda sonora es abrumadora, te mantiene tenso durante todo el tiempo, ejerce una opresión sobre el jugador que te deja con dolor de cuello al terminar la sesión.

La jugabilidad ayuda mucho también en mantener esta tensión, primero por el mapeo de los botones que escapa al “mapeo universal” y nos desafía en los primeros momentos a “aprender” a jugar y movernos. En ocasiones tendremos que realizar una combinación de comandos para evitar el peligro y todas estas acciones deberemos aprenderlas por medio de la observación y la prueba/error. Este punto en particular puede resultar frustrante para algunos jugadores, ninguno de los puzles tiene carteles indicadores de “es por acá” y en ocasiones puede resultar confuso hallar la solución, pero a la vez es una enorme virtud del juego. Little Nightmares 2 no es particularmente difícil, pero su manera particular de contar las cosas quizás nos desoriente por unos momentos: esto es intencional y más que bienvenido.

Little Nightmares 2 es un gran paso adelante en todo sentido, es un juego profundo, intenso, que te deja pensando incluso después de terminar de jugar. Es una exquisita experiencia narrativa con una fuerte identidad nordic noir, que hace énfasis en los vínculos y las miserias humanas, tiene un mensaje poderoso acompañado por un gameplay inteligente y delicado, sin duda es un “must” para todo tipo de público.

Little Nightmares 2 se puede jugar en todas las plataformas con un precio de 1500 pesos (más impuestos) en Xbox/ Steam, 600 pesos en Switch y 30 dólares en PlayStation.

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