10 personajes horribles que arruinan cualquier serie

Personajes horribles, actores que tendrían que dedicarse a otra cosa. El límite entre pésimo actor/actriz y personaje desdibujado/odioso se me perdió al instante mismo de enumerar estos seres que transitan por las series arruinándolas, convirtiendo en un sopor inaguantable cada minuto que aparecen en escena. Quede claro que no me refiero a malos en el sentido de villanos, sino a gente que te da ganas de romper el televisor de una patada cuando no pueden hacer creíble mínimamente el más pequeño parlamento; son personajes horribles que por el mero hecho de estar ahí pueden convertir nuestra serie favorita en algo detestable.

Los odiamos, deseamos que los maten violentamente, no los aguantamos. Son ellos:

10- Henry (Jared Gilmore) en Once Upon a Time

Desde hace varias temporadas detestamos a este pibe -en un principio- responsable de que la historia se mueva. Fue el motor indispensable para que estos cuentos de hadas reelaborados unan a todos y cada uno de los personajes que crecieron con nosotros.

Y cuando era un chiquito estaba bien, tenía sentido su presencia pero fue pasando algo lógico: el nene creció. Y con los años da hasta vergüenza verlo hacer cosas que debería hacer un chiquito y no un… como decirlo finamente… un pelotas bastante crecido.

Aparece en pantalla y no le crees una palabra. Durante la segunda y tercera temporada encima hasta le dieron más letra lo que nos llevó a niveles de stress emocional insoportables. Pollerudo, irritante, le ansiamos una urgente desaparición en manos del villano de turno que sea,

9- La hija de Masuka en Dexter

La séptima temporada de Dexter estuvo muy bien y no lo esperábamos pues la serie hacía bastante tiempo había perdido su magia. Y cuando comenzó la octava, que encima era la última, las expectativas estaban por los cielos pues iban a cerrar la serie por todo lo alto (ilusos nosotros).

No solo fue una pavada a niveles atómicos sino que se pusieron a contarnos la historia de esta piba (Dora Madison Burge) que aparecía para conocer a su padre (que alguna vez donó semen) y sinceramente ¡nos importaba un comino tanto ella como su papá!

Me pone de mal humor recordar esos diálogos infumables, ese sentimentalismo berreta que no salvaba las papas ni que se ponga en bolas. Y ni hablemos de las capacidades actorales de la chica que parecía no saber lo que es estudiar teatro. No aportaba nada. Un desastre.

8- True Blood la madre de Tara (bueno, hagamos doblete: Tara también)

Se murió medio elenco a lo largo de los 7 años de la serie pero la vieja, perdón, la señora resistió hasta el último minuto solo para darnos sueño. Cuando True Blood perdió el rumbo solo esperábamos ver gente desnuda y teniendo sexo, pero Lettie Mae (Adina Porter) se metía en el medio de la trama con sus problemas de alcohol, adicciones varias, mambos religiosos. Cualquiera de sus líneas era el momento ideal si querías ir al baño o simplemente cortarte las uñas delante de la tele.

Un pelmazo de aquellos. Y su hija (Rutina Wesley) no se quedó atrás: su personaje dejo de tener sentido muchos años antes del final, pero la mataron, la hicieron resucitar como vampiro, recibió la “muerte verdadera” y ni así nos libramos de ella porque volvió ¡en las alucinaciones de su madre! Me sube la presión de pensar en esos dos personajes insoportables.

7- La maestra de Downton Abbey

A ver, miramos Downton Abbey porque queremos ver la aristocracia británica y sus dramas que nos hacen sentir mejor al resto de los pobres mortales. Los ricos también lloran. Los mambos de la servidumbre los soportamos por que los personajes son tan queribles que hasta a los malos terminás aceptando, pero en el último tiempo osaron meter a Sarah Bunting una intolerante maestra que odia a la alta alcurnia.

Habrase visto. ¿Qué nos importan sus dilemas morales y ganas de sacar de las casillas a medio elenco?. La mina (Daisy Lewis) no es mala actriz pero tampoco es Meryl Streep y convirtió cada aparición en un tedio

Todos shipeamos a Branson con Mary (un romance imposible sí, pero a veces soñamos viendo la tele) y que venga esta insulsa intrusa a meterse en el medio con sus ínfulas la verdad que fue un NO rotundo.

6- Nikki y Paulo de Lost

Lost se caracterizó por mucho relleno, amo la serie pero eso es indudable. Y el clímax de las historias al cohete llegó en la tercera temporada con estos dos (Kiele Sánchez y Rodrigo Santoro) que nunca supimos para qué estaban, a quién le importaba lo que les pase y -menos que menos- por qué les dieron a ellos un capítulo completo.

Al menos los vimos morir enterrados vivos como para que nuestro sufrimiento y pérdida de tiempo tenga algún sentido.

5- Junior en Under The Dome

Me parece cualquiera la serie por una falla principal: personajes que no se soportan. Si te gustó el show basado en la novela de Stephen King discúlpame, pero a mí no.

Y entre tanta persona horrorosa dando vueltas por el guion, el caso de Junior es para enmarcar. Mal actor, Alexander Koch no puede decir dos líneas sin poner carita de soy groso aunque el resultado de su actuación de pena.

Fue uno de los motivos principales por los que abandoné la serie. El joven con intenciones de ser protagonista sin que le dé el cuero para tal responsabilidad, es un personaje horrible que sólo da ganas de llorar.

4- Laurel Lance de Arrow

La heroína que odiamos de punta a punta de la serie. Arrow es un serión pero cada vez que aparece Katie Cassidy la cosa se transforma en una novela de las 2 de la tarde.

Siempre le pasa algo (algo que obviamente nos chupa un clavo): líos amorosos, decisiones como abogada que dan risa, quilombos familiares aburridos, borracheras representadas de manera patética. Nos tiro abajo escenas de una serie que nos encanta por eso es imperdonable.

La segunda temporada, gracias al cielo, le dieron tan poco protagonismo que respiramos pues una sensación de ira nos invade cuando la vemos en escena. Murió pero siempre está volviendo de una manera u otra, librarse de ella no parece ser cosa sencilla.

3- La Peluca de Corey Stoll en The Strain

Ok, no es una persona pero se transformó en un personaje más cuando no pudimos dejar de mirarla. Es que los horripilantes vampiros dejaban de dar miedo cuando el peluquin que le pusieron a Stoll -siempre despeinado y fuera de lugar- lograba que sólo tengamos ojos (y risas) para él.

Todos sabemos que Stoll es pelado, su Peter Russo en House of Cards fue emblemático e inolvidable, por lo que verlo con ese quincho tan mal puesto nos llamó la atención. Guillermo Del Toro explicó el por qué de ponerle peluca (el personaje necesitaba mezclarse entre la gente sin tener un rasgo tan distintivo como la pelada) pero ni así safa de ser una decisión pésima.

Siempre con unos penachos fuera de lugar, siempre como si estuviese a punto de salirse de la cabeza del actor. Irrisorio.

2-Lori (Sarah Wayne Callies) en The Walking Dead

Que mal la pasamos con esta mujer que no hizo nada bien en la serie hasta que los zombies se la comieron. Como madre dejaba más que desear que como esposa, amante, amiga o simplemente como sobreviviente. Mala mina, empeñada en generar problemas y lo peor de todo es que le daban líneas de dialogo extensas que provocaba ganas de morirnos, reencarnar en zombies y buscarla para comerla bien despacito y que sufra mucho.

Si hasta incitó a Rick, su esposo al que engañaba con su mejor amigo (que lo creías muerto no es excusa, Lori), para que mate a Shane cuando el marido volvió y no necesitaba al otro para llevárselo a la cama. Hay que ser P…

Si no es uno de los personajes más odiados de la historia de las series le pega en el palo (no supera a la que viene después, claro). Simplemente DE-TES-TA-BLE

1- Dana Brody en Homeland

La reina de los personajes odiosos, detestables, insufribles, inaguantables, mal caracterizados, mal actuados y podría seguir tirando m… de esta chica que es lisa y llanamente la responsable de que la serie por momentos se haya ido a la banquina. Culpemos también a los guionistas obvio, por darle tanto protagonismo cuando absolutamente a nadie le importaba los conflictos de esta cachetona.

Toda su (extensísima) trama en los inicios de la 3º temporada realmente nos hizo odiarla. Si bien en el arranque de la serie era necesaria la relación de Dana con su padre (Damian Lewis), luego su papel siguió al cohete. Morgan Saylor interpretaba a esta jovencita (hablo en pasado porque en la cuarta temporada tomaron la sabia decisión de volarla de un plumazo) que en un momento intentó suicidarse: ¡¡¡hasta eso hizo mal!!! Dana es todo un hito entre los personajes horribles que las series han elaborado para probar nuestra paciencia.

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