Las deberían estar viendo: 5 series infravaloradas

Llevar meses de atraso con una serie y, al retomarla, descubrir que mataron a un protagonista sin que absolutamente nadie te lo haya spoileado puede: a) hablar muy bien de tu circulo, b) hablar muy mal de esa serie en cuanto a su poder de convocatoria. Los siguientes shows no ganan premios, no están en boca de todos, ni vas a ver fotos de cuando sus estrellas probaron por primera un helado inundando las redes sociales, pero son gran y buen entretenimiento. Y ese pasar inadvertidas para el público masivo hasta les permite arriesgarse, reformularse, sin límite alguno. Son 5 series infravaloradas, que pocos ven y de las que casi nadie habla… lo mal que hacen.

5 series infravaloradas

Humans

Mientras Westworld arrasa con las nominaciones al Emmy (listado completo ACA) y su enrevesado argumento hace proliferar miles de teorías, la serie británica transita en silencio con una historia que va por el mismo carril aunque mucho más accesible y, si los fans me lo permiten, mucho más sincera en lo que pretende transmitir.

Remake de la serie sueca Äkta människor, sin una consigna espectacular ni decorados futuristas, ha construido un mundo que tras 3 temporadas emitidas nunca dejó de crecer. Los humanos cohabitan con robots, algunos de los cuales comienzan a adquirir inteligencia propia y la capacidad de sentir. A partir de ello la co-producción entre Channel 4 y AMC, juega a poner en jaque la propia fe en la humanidad, viendo como los humanos en su apariencia de víctimas lentamente se van convirtiendo en los villanos de su propia historia.

Animal Kingdom

Una de las series más adictivas en emisión… si es que te enterás que existe. Adaptación de la película australiana homónima estrenada en 2010, sigue a Josh (Finn Cole) un chico que tras la muerte de su madre se va a vivir con los Cody, sus parientes al sur de California. Pero resulta que esta familia es una banda de delincuentes sin miedo a nada, por lo que Josh deberá adaptarse si quiere sobrevivir.

Violencia, excesos, sexo: es como un Punto Límite televisivo, con robos a pura adrenalina, surf y mucho cuerpo sudado. Todo eso con una trama oscura que se va retorciendo cada vez más, sin dejar de sorprender con shockeantes giros en las 3 temporadas que lleva al aire (ha sido renovada para una cuarta). Repleta de esos antihéroes horribles con los que sin saber cómo terminás empatizando, y una Ellen Barkin que brilla, sabe dar un buen espectáculo para pasar un gran rato sin necesidad de rebanarte el cerebro. Que no todo puede ser TV de culto.

Colony

Ciencia ficción de la buena. No necesita de grandes presupuestos para recrear una invasión alienígena, pues su argumento y enfoque están planificados para ello sin dejar de ser ambiciosa en lo que propone. Una de las propuestas actuales más dignas y entretenidas del género: la trama nos ubica inicialmente en una Los Ángeles ocupada por fuerzas desconocidas, donde la población se dividió entre quienes colaboran con el nuevo régimen y aquellos que darán sus vidas por la resistencia.

Pero a lo largo de las temporadas los escenarios cambiarán y los protagonistas transitarán diferentes rumbos, pues los giros son incesantes (la temporada 3 es un ejemplo de cómo reinventarse) que impiden aburrirte. Josh Holloway (el eternamente amado Sawyer de Lost) y Sarah Wayne Callies (la eternamente odiada Lori de The Walking Dead) encabezan el reparto, secundados por un Peter Jacobson que merece mucho más reconocimiento por su impredecible e indescifrable Snyder. Cancelada injustamente tras 3 temporadas, el viaje sigue valiendo la pena.

Into the Badlands

La primera temporada de apenas 6 episodios se consolidó gracias a buenos personajes y las mejores escenas de lucha de la TV actual (y ojo que hasta quizás me animo a incluir al cine). Y lo reafirmo: ni la serie de mayor presupuesto ha sabido entregar peleas tan bien coreografiadas como la de este show de AMC.

Pero además no paran de elevar la apuesta ni se quedan solo en ello. La serie mejora temporada a temporada y hasta se dan el lujo de incorporar al enorme Nick Frost en esta especie de Kung Fu distópico, con un maestro enseñando a su alumno a usar la fuerza y la sabiduría pero en una nueva civilización, homenajeando a los films de samuráis con una estilización digna de las Wachowsky y un cruce con lo sobrenatural más que acertado. Implacablemente entretenida.

Preacher

Sí: cuando arrancó no supo aprovechar tener a todo el mundo esperando por ella, para ver cómo Seth Rogen y Evan Goldberg adaptaban el provocativo cómic de Garth Ennis y Steven Dillon sobre un reverendo poseído por una presencia sobrenatural, la cual le otorga el don de obligar a cualquiera a hacer cualquier cosa con solo decirlo.

Quienes conocían el cómic casi que no lo reconocieron en la serie, mientras los nuevos ingresando a ese mundo se perdieron (nos perdimos) ante una trama que no supo expresar nunca hacia dónde iba. Pero sus extravagantes personajes, la hipnótica mezcla de géneros, y un poder visual impactante hicieron que se la siga. La segunda temporada supo corregir errores y encontró el rumbo, apoyándose en el gran trabajo de Dominic Cooper pero haciendo brillar a sus compañeros Joseph Gilgun y Ruth Negga (su Tulip debería estar en cualquier Top de buenos personajes). Un buen baño de sangre, moralidades dudosas y lo paranormal como moneda corriente mientras el protagonista continúa con su incesante búsqueda de Dios.

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