Estrenó la serie Minority Report: un completo desastre

Una crítica de cualquier show televisivo -en este caso la serie Minority Report– con tan solo un episodio emitido, jamás debe llevar a sacar conclusiones definitivas: las series pueden mejorar, los pilotos son muy difíciles, estamos ante apenas una fracción de lo que nos quieren contar, y todos esos argumentos esgrimidos cada vez que nos referimos al primer capítulo de la producción que sea. Pero con la serie secuela en FOX de la película de 2002 dirigida por Steven Spielberg (basada en un cuento corto de Philip K. Dick) me urge advertirles: aléjense de ella. Sólo un milagro podría revertir lo visto en un piloto tan flojo.

La idea no era mala: en vez de hacer un reinicio que detestaríamos de entrada, se les ocurrió ubicar la trama una década después de los hechos con los que culmina el film. Precrimen, el sistema de detección de futuros crímenes, fue desmantelado y es apenas un recuerdo. En este nuevo futuro los Precogs (3 hermanos cuyas visiones detectaban los asesinatos a cometerse) han iniciado una nueva vida: Agatha, Dash y Arthur son adultos pero no pueden escapar de ese destino que los marcó desde niños.

Dash (Stark Sands) necesita hacer algo con las terribles visiones que siguen apareciendo y atormentándolo. Como en el 80% de la televisión abierta norteamericana, se dispone entonces a resolver él los homicidios (aquí, antes de que se cometan).

Esa saturación de series girando alrededor de lo mismo adquiere un nuevo ribete al comparar Minority Report con otro show de la misma FOX: Dash va a trabajar en conjunto con una oficial afroamericana (Meagan Good) de carácter muy diferente al suyo, con quien empatizará bastante rápido (mas por apresures de guión que por razones que parezcan naturales) asemejándose demasiado a Sleepy Hollow. En ambas series de la misma cadena surge esta unión forzada de una oficial con un hombre anclado en otro tiempo (uno llegando del pasado, otro de una gran bañera llena de leche). Sacá los elementos sobrenaturales y agregale la tecnología futurista a lo Almost Human: tenemos la serie Minority Report. El serial del jinete sin cabeza arrancó bien pero se fue hundiendo y sobrevive agonizando para que la renueven; Almost fracasó rotundamente sin pasar de su primera temporada: los antecedentes preocupan.

La historia es poco más que lo contado, solo pareciese tratar de resolver un caso de la semana, el cual –para ser un primer caso- resulta más insulso de lo esperado. No hay nada de lo que hiciera tan interesante al film protagonizado por Tom Cruise: apenas si se menciona al pasar la “duda razonable” de estar condenando gente que en realidad es todavía inocente de lo que se le acusa, si sabemos que no llegaron a cometer ningún asesinato.

No quedó nada de las conspiraciones ni del gran tratamiento visual. Menos que menos podemos comparar con aquel elenco (incluía a Max Von Sidow, Samantha Morton y Colin Farrell aunque no sea el mejor Colin Farrell). No hay resabios (aquí como allí esta Amblin detrás) de esa muy entretenida película de ciencia ficción.

La serie carece de todo. El apartado técnico no está mal pero tampoco descolla creatividad. El exceso de sobreimpresiones en la pantalla nos hace dudar de si en realidad están tapando baches y dispersando nuestra atención más que haciéndolos participar en la historia (la escena presentación de la detective Vega reconstruyendo un crimen a puro gesto como si estuviese en el gimnasio es totalmente risible). No hay paradojas en el relato, no existe la doble moralidad de los personajes, es una historia sosa y sin mucho sentido más que el de disfrazar con un poco de tecnología el mismo procedimental de siempre. Ni hablar del elenco a quienes les hacen falta unas cuantas clases de teatro para poder creerles algo (sin palabras para el “trabajo” de Wilmer Valderrama). Me da hasta vergüenza, en nombre de Philip K. Dick y sus complejos mundos tan siniestramente posibles, catalogar a esta serie como de “ciencia ficción”.

Piloto filtrado y cambios: hasta ellos se dieron cuenta

Esta serie sirve además para terminar con la mentira de los episodios filtrados. Nada se le filtra a un canal como FOX, HBO o quien fuese, por estar un instante distraídos mientras un empleado aprovecha para lanzar el capítulo sin estrenar a la web. Si se filtra es porque hay un motivo para que se filtre: estudio de mercado.

Hace ya casi un mes el primer capítulo apareció en la gran red de redes y la lluvia de críticas despedazó el resultado. No gustó nada. Esta semana se realizó el estreno formal en la cadena FOX y se implementaron cambios que en un principio parecían simple lavado de cara: en el viejo capítulo, el protagonista contaba su historia en off y en primera persona, en el estreno oficial eso cambia y está todo contado por una voz femenina en 3º persona. Alguna que otra escena se agregó, se eliminaron momentos que nadie extrañará y poco más; hasta que sobre el final se introducen cambios muy grandes que afectan el curso de la historia. No los voy a develar aquí, pero tienen que ver con el gemelo al cual en el primer piloto no vimos y ahora sí; más la introducción de un entramado conspirativo ausente antes. O sea: no sigan con esto de los hackeos para dar lástima insultando a la piratería y a nuestra inteligencia (tenemos poca, pero algo es algo). Ante voces que destrozaron la serie, el canal tomó cartas en el asunto (la realidad es que no lograron una gran mejoría que digamos)

Si van a ver el capítulo 2 háganlo habiendo visto el nuevo piloto, pues de lo contrario no van a entender qué cornos sucedió.

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¿Y el rating?

La serie Minority Report tuvo espantoso estreno. Habrá que esperar al capítulo 2 para saber si el estar disponible en las redes hace semanas influyó en algo (en ese caso la también filtrada Blindspot debería haber fracasado y fue todo un éxito) o simplemente no le interesó a nadie. Debutó en la primera noche del Fall Season 2015 (No te pierdas la llegada de ninguna serie consultando nuestro Calendario, ACA) y fue el show menos visto del día, sacando a los de CW claro: logró apenas 1.1 en demos y 3.1 mill/esp. (Ya te dimos una clase sobre Ratings, explicando cómo se mide, qué es el demo y demás, AQUI).

¿Números injustos? No, más que merecidos por no arriesgarse a tomar esa falsa y peligrosa sensación de justicia abordada en las obras originales y por ni siquiera intentar hacer algo digno que -entre tanta serie dando vueltas- nos dé motivos para esperar por ella semana a semana.

Minority Report se emite los Martes a las 22hs por FOX Latinoamérica

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