Connect with us

Alta Peli

Series

RECAP The X-Files 10×03: todos somos el monstruo

The X-Files 10×03 se volcó a la comedia y entregó 43 brillantes minutos que todo fan de la serie querrá guardar en su mesita de luz. Aluvión de homenajes, referencias y un diálogo de la serie consigo misma que –en tono de broma- trata de justificar su propio regreso.

The X-Files 10×03: Mulder & Scully Meet the Were-Monster

Obviamente ¡Spoilers!

Antes que nada es preciso remarcar un nombre: Darin Morgan. La razón para comprender el tono del tercer episodio de la miniserie que marca la vuelta de Mulder y Scully es ese hombre, un clásico del show en sus mejores tiempos que fue responsable con su pluma de capítulos históricos como Jose Chung’s “From Outer Space” (S03E20), War of the Coprophages (S03E12) o el soberbio Clyde Bruckman’s Final Repose (S03E04) que le dio a la serie su único Emmy en guión (Consejo de amigo: si no los vieron háganlo de manera urgente). En ellos el humor era fundamental, se dejaba de lado la trama conspiracional central para relajar y al mismo tiempo incomodar homenajeando al terror clase b con “monstruos de la semana” que jamás olvidaremos.

Morgan volvió en este revival escribiendo y dirigiendo The X-Files 10×03. Quienes estábamos enterados de que estaría a cargo en este episodio sabíamos muy bien (y esperábamos ansiosos) lo que vendría: absurdo y reflexión disfrazada de comedia de horror.

Mulder & Scully Meet the Were-Monster presenta a un Mulder aturdido por estos nuevos tiempos donde la mayoría de los otrora “misteriosos” casos de los expedientes secretos x pueden ya ser explicados y hasta resultan una estupidez. Internet y el avance de la tecnología dejan a los viejos casos como una broma y así se siente el personaje de David Duchovny, como si toda su vida y su trabajo hubiesen sido en vano. ¿El resultado de ello? El mítico cartel de I Want to Believe se convierte en un simple afiche al cual dispararle lápices. Cuando Scully llega con un nuevo caso, no hay forma de motivar al antiguo creyente y es aquí donde la serie saca a relucir un ejercicio de autoconciencia tan maduro como divertido.

¿Tiene sentido haber reabierto los Expedientes X? Una pregunta que podríamos traducir en ¿Tiene sentido revivir la serie? Y vaya si lo tiene al observar que el monstruo a investigar sirve como catarsis para definir esta modernidad, donde lo más monstruoso dejó de ser lo inexplicable trasladándose al interior de cada uno de nosotros: el monstruo lo llevamos dentro y se desata de las maneras más impensadas.

Había olvidado lo divertido que estos casos pueden ser

Mulder pasa a ser el escéptico, Scully (Gillian Anderson) la obsesionada con llegar a la verdad sobre un extraño caso en que un horrible bicho verde supuestamente ha asesinado varias personas. Los agentes investigarán y al mismo tiempo demostrarán que el oxido del que hablábamos hace una semana (RECAP del episodio 1 ACA; del episodio 2 AQUÍ) ha sido eliminado y están listos para adaptarse –no sin complicaciones- a estos días donde es imposible alguien no capture con su celular lo que sea que pase o donde la gran red de redes posee una respuesta rápida para todo. Mulder, Scully y la serie misma se ríen de sus propias limitaciones y se encargan de demostrar que a pesar del paso de los años, de que Mulder siga usando el mismo sleep rojo que en Duane Barry (S02E05) o de haber mutado el origen del miedo, vale la pena que hayan vuelto.

Morgan con su reptiloide (en piel del genial Rhys Darby de Flight of the Conchords) nos matará de risa mientras por debajo subyace ese viraje del miedo actual post 11-S donde lo alienígena o monstruoso dejó de causar pánico, un temor trasladado al interior mismo del humano que en su violencia/rabia/venganza contenida arrasa con lo que tiene enfrente. Y hablar de cosas profundas como la compleja naturaleza humana enmascarándolo con un absurdo sentido del humor es algo que el escritor/director bien sabe hacer y lo ha demostrado en esos capítulos que -como este- se colocan en la cima de los mejores momentos de la serie de Chris Carter.

La bestia convertida en hombre al ser atacada por un humano (idea simplemente brillante) llevará al protagonista a volver a creer porque -digamos la verdad- sin Mulder creyendo este show no va para ningún lado. Scully por su parte también hallará las respuestas lógicas del caso, aunque lo inexplicable, lo paranormal, sigue estando afuera con ese monstruo que tiene miedo de seguir siendo un humano.

Un episodio clásico, de esos que aparecían de vez en cuando pateando el tablero al romper con la estructura mitológica (para locura de algunos que preferían los casos procedimentales y odio de los otros), repleto de un halo de nostalgia enorme (las lápidas homenaje a Kim Manners y Jack Hardy, director y asistente de dirección del equipo fallecidos hace unos años, son prueba de ello) y con guiños al fandom al mencionar que Scully es inmortal (hemos desarrollado esta teoría AQUÍ), The X-Files ha vuelto y demostró otra vez por qué amamos tanto esta serie.

Algunas referencias geniales

Finalmente presenciamos lo que durante añares la serie negó: a Scully teniendo sexo. Jamás vimos de ella más que un beso y la escena grabada con un amante ocasional (que ocurría en el episodio Never Again, S04E13) fue eliminada del montaje final por decisión de Carter. Ahora tiene una alegría aunque en realidad ocurra en la mente del suertudo lagarto-hombre

Los drogadictos del inicio

Tyler Labine y Nicole Parker-Smith volvieron al show al igual que Gillian y David. Los drogadictos que abren The X-Files 10×03 ya habían interpretado ¡a drogadictos! dos veces durante la serie original (episodios Quagmire, S03E22 y el mencionado War of the Coprophages). A Morgan se le ocurrió buscarlos para que otra vez, 20 años después, hagan acto de presencia.

Las mascotas de Scully

Scully tenía un perro, Queequeg, llevado a casa desde una escena del crimen. Si las redes sociales hubiesen tenido en 1996 el alcance que hoy tienen, seguramente estallaban en llanto y rompían internet cuando el pichicho muere durante Quagmire. Que otra vez la protagonista recoja un perro de un caso se siente como una revancha para todos nosotros. Por cierto, ambos nombres de las mascotas remiten a personajes de la novela Moby-Dick.

Kolchak

El personaje de Darby -cuando se ha convertido en humano- viste igualito que el protagonista de la serie de los años ’70 Kolchack: The Night Stalker, show televisivo que Carter toma como influencia principal a la hora de crear The X-Files.

El baño químico

Guiño hermoso al episodio The Host (S02E02), otra joya de la serie en la que Morgan no escribe ni dirige sino que actúa personificando al monstruo habitante en las cloacas y escondido bajo un baño químico. ¿Dónde ocurre la primera aparición del “monster of the week” esta vez? Claro que si: en un baño químico.


CONTINUA LEYENDO: REVIEW THE X-FILES 10X04 HOME AGAIN, ACA; 10X05 BABYLON, AQUI; 10X06 MY STRUGGLE II, ACA


 

¿Te gustó lo que leiste? Ayudanos a seguir creciendo! 
-

Click to comment

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

More in Series

Trending

To Top
Salir de la versión móvil