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Premios Oscar: Una Historia de Grandes Injusticias y Decepciones (1929-1969)

Los Premios de la Academia al Mérito -más conocidos por su sobrenombre: Oscar- se entregan desde el año 1929 y se podría afirmar que desde muy temprana edad fueron víctima de  cuestionamientos. Muchas de estas críticas llegan inmediatamente después de haber sido entregado el premio y otras recién después de años o hasta décadas de entregado dicho galardón. Entonces ¿Son realmente las películas ganadoras a Mejor Película las “mejores películas”? Esta pregunta es más fácil de responder con el correr de los años y viendo como trató el tiempo a ciertas obras. Y justamente eso es lo que haremos a continuación, porque esto es Alta Peli y es sobre lo que nos gusta hablar.

La temporada de Oscars está a la vuelta de la esquina y desde aquí quisimos hacer un repaso a través de la historia y recolectar todas las injusticias que se fueron dando a través de los años.  La primera de ella la podemos encontrar cuando el premio tenía tan solo 8 primaveras, más específicamente en 1937. Ese año la ganadora fue una pequeña película llamada The Great Ziegfeld, un film casi olvidado, que fue elegido como Mejor Película por sobre Mr. Deeds Goes to Town, dirigida por el fantástico Frank Capra. Mucho tiempo después, Mr. Deeds tendría una remake a cargo de Adam Sandler que no le llegaba ni a los talones al film original. El destino (o la Academia) se encargó de corregir este error y en 1939 el Oscar fue para Capra y su película You Can’t Take It with You, un muy buen film sin lugar a dudas pero lejos de ser lo mejor que hizo Capra. Esta “corrección” le costó el reconocimiento a La Grande Illusion, clásico indiscutido del cine francés dirigido por Jean Renoir.

Ya entrada la década del 40 encontramos grandes películas que perdieron en manos de otras grandes películas. Y aunque en estos casos no se pretende cuestionar esta elección, si vale la pena repasarlos.  En 1940 la ganadora fue Lo que el Viento se Llevó, uno de los clásicos más importantes de la Era Dorada de Hollywood, que fue elegida por sobre El Mago de Oz y Mr. Smith Goes to Washington, nuevamente de Frank Capra -película que algunos recordarán por haber sido parodiada en Los Simpsons cuando Mel Gibson intenta hacer una remake con la ayuda de Homero-. Sin lugar a dudas Alfred Hitchcock será recordado por siempre como uno de los más grandes directores de la historia del cine. A pesar de nunca haber ganado un Oscar como Mejor Director, si logró uno como Mejor Película: Rebecca en 1941, uno de sus primeros films en Estados Unidos, que obtuvo el máximo galardón por sobre El Gran Dictador de Chaplin y The Grapes of Wrath de John Ford.

Volviendo a las injusticias, en 1942 nos encontramos con una de las más grandes de la historia del famoso premio. How Green Was My Valley , uno de los films más mediocres del gran John Ford le sacó el premio de las manos a El Ciudadano Kane, primer trabajo en cine de Orson Welles y considerada por muchos como la mejor película jamás hecha. En 1943 Welles volvería a perder: esta vez su film The Magnificent Ambersons caería a manos de Mrs. Miniver. En 1944 Going My Way dejaría en el camino a clásicos como Double Indemnity de Billy Wilder, Lifeboat de Alfred Hitchcock y Laura, fantástico policial de Otto Preminger donde un detective se enamora de una mujer que fue asesinada y cuyo crimen él está investigado. Ya en 1947, The Best Years of Our Lives injustamente ganó el Oscar a Mejor Película por sobre dos films que hoy son considerados clásicos y hasta material de estudio. Me estoy refiriendo a Notorious e It’s a Wonderful Life, de Hitchcock y Capra respectivamente. Así, la década del 40 cierra con un premio un tanto discutido, pero en el buen sentido. Esto se debe a que ambas películas son de una calidad indiscutida. El Oscar fue para Hamlet, primer y único galardón otorgado en esta categoría a una película basada en una obra de Shakespeare, dejando atrás a The Treasure of the Sierra Madre, de John Huston y con el siempre enigmático Humphrey Bogart.

La década del 50 no comenzó del todo bien. A pesar de ser una buena película y contar con una fantástica actuación de Bette Davis, All About Eve se llevó a casa el máximo premio por sobre Sunset Blvd. (discutiblemente la obra maestra de Billy Wilder) y Harvey con James Stewart, que inexplicablemente ni siquiera obtuvo una nominación a mejor film del año. Los años siguientes tampoco fueron del todo justos, muchas películas que hoy son clásicos fueron obviadas y en algunos casos se continuó con la moda de ni siquiera nominarlas. En 1952 Un Tranvía Llamado Deseo con Marlon Brando, La Reina Africana con Humphrey Bogart y Katharine Hepburn y Ace in the Hole (otra vez de Billy Wilder), vieron al premio pasar frente a sus ojos cuando fue entregado a Un Americano en Paris. En 1953 The Greatest Show on Earth ganó por sobre High Noon y Cantando Bajo la Lluvia. En 1954 De Aquí a la Eternidad venció a Stalag 17 (Billy Wilder, nuevamente). En 1955, Nido de Ratas se llevó un merecido galardón, pero entre las nominadas a Mejor Película ni siquiera se encontraba una de las obras cumbres de Alfred Hitchcock, La Ventana Indiscreta. En los años 1956 y 1957 las ganadoras fueron Marty y La Vuelta al Mundo en 80 Días, entre ambas vencieron a películas como Rebelde Sin Causa, Al Este del Edén y Gigante, tres films que tienen en común al mismo actor: James Dean, quien también lograría una nominación póstuma. En 1957, La Vuelta al Mundo en 80 Días también vencería, inexplicablemente, a La Strada de Federico Fellini. En 1958, 12 Hombres en Pugna de Sidney Lumet y con la excelente actuación de Henry Fonda, se iría a casa sin la preciada estatuilla ya que la Academia decidió entregársela a El Puente Sobre el Rio Kwai, sin lugar a dudas un buen film, pero que no está a la altura del clásico de Lumet. 1959 sería el año de otra de esas grandes injusticias, donde Gigi se llevó el premio dejando en el camino a El Gato Sobre el Tejado de Zinc Caliente pero aún más increíblemente a Vértigo, de Alfred Hitchcock, que solo logro nominación a Mejor Dirección de Arte y Mejor Sonido.

En la década del 60 las injusticias e inequidades también estuvieron a la orden del día. No caben dudas que Ben-Hur es una superproducción como las que ya no se hacen, pero ¿es realmente mejor película que Intriga Internacional de Hitchcock, Some Like It Hot de Wilder o inclusive Los 400 Golpes de Truffaut? Para la Academia, sí. Por eso en 1960 Ben-Hur batió todos los récords y se llevó 11 estatuillas a casa, suma que luego sería igualada por Titanic y El Señor de los Anillos: El Retorno del Rey. Un año más tarde, en 1961, Wilder ganaría un Oscar a Mejor Película por The Apartment, un clásico sin lugar a dudas, pero discutido por el simple hecho de que entre las nominadas ni siquiera figuraban Psicosis y Hiroshima, mon amour. Fellini fue privado nuevamente de un Oscar en los años 1962 y 1964, cuando sus películas La Dolce Vita y 8 ½ perdieron en manos de West Side Story y Tom Jones respectivamente. En ambos casos, las películas del director italiano ni siquiera fueron consideradas para la categoría del máximo galardón.

Otro de los grandes directores que nunca logró uno de los Premios Oscar a Mejor Película fue Stanley Kubrick, de quien se podría decir que comenzó esta odisea en 1965, cuando su obra maestra sobre la Guerra Fría, Doctor Insólito, perdió a manos de no más ni menos que Mi Bella Dama. Otras obras cumbres de grandes directores se quedaron sin nada dos años después, ¿Quién le Teme a Virginia Wolf? de Mike Nichols y Blow-Up de Antonioni (que ni siquiera logró una nominación a Mejor Película) quedaron en el camino cuando A Man for All Seasons se hizo con el premio. Definitivamente 1969 fue un año para el olvido. ¿La ganadora? Oliver! ¿Las perdedoras? Romeo y Julieta de Franco Zeffirelli -la única que consiguió una nominación a Mejor Película- y también quedaron atrás films como Faces de John Cassavetes, Los Productores de Mel Brooks, El Bebé de Rosemary de Polanski  y 2001: Odisea en el Espacio de Stanley Kubrick. Cuestionable como mínimo la elección de Oliver! como mejor film del año.

Hasta aquí llegamos por el momento, aún nos queda analizar qué películas ganaron y cuáles deberían haber ganado desde el año 1970 hasta la actualidad. Las injusticias no se toman vacaciones y nosotros tampoco. Estén atentos a la segunda y última parte.

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