POPCON 2014: Retorno al paraíso friki

La PopCon del año pasado fue un evento que ha dejado a pocos indiferentes. La calidad de los stands, los paneles y los shows, enmarcados dentro de los prístinos salones Leprett, fue una combinación que trajo tan buenos resultados que sus responsables, aprovechando el feriado del Día de la Raza, decidieron redoblar la apuesta y extender su marco a dos días de apertura. El saldo de la edición de este año parece encaminado a mantener ese estándar, no solo de calidad sino de corazón. A continuación les digo porqué.

PRIMER DÍA: SÁBADO 11 DE OCTUBRE

Entro al escenario principal; todo está como lo recuerdo. Recorro los stands, meditando la posibilidad de en algún momento ceder a mis impulsos consumistas. Le saco una foto al Iron Man tamaño real que dijo presente igual que el año pasado. No obstante, fue camino a ver como estaba el escenario secundario que caigo en la cuenta que esta vez será distinto, mejor incluso, porque lo que llamó mi atención fue una estatua de Walter White, mejor conocido como Heisenberg, sentada en una silla con cara de pocos amigos, junto a una mesa donde podíamos ver al cristal azul de su creación. Una selfie lo confirma: Había vuelto al paraíso friki.

El primer show del día fue la final del concurso de cortos organizado por la revista Toma 5, que tuvo como jurados a Sebastián Espindola –de dicha publicación–, Matías Orta, Martin Coke –productor de la serie Daemonium–, y por supuesto nuestro Fernando Uribe.

Tres cortos formaron parte de esta final. El Túnel, un historia en clave de policial entre dos amigos filmada casi íntegramente en plano secuencia; Una Infección en el Sistema, una historia en clave de ciencia ficción sobre un caballero que por conectarse a un video juego, se infecta con un virus que le carcome el cuerpo; y finalmente, Incordia, una bizarra historia animada donde un joven le entrega, literalmente, su corazón a una joven, y esta lo rechaza solo para caer en la garganta del Diablo, quien empieza a experimentar sentimientos de amor por dicha joven.

El Túnel gozó de una compleja y meditada puesta en escena que sumo a la tensión del producto final, Una Infección en el Sistema se vio beneficiada con una dirección de arte que no suele verse seguido en los cortometrajes locales (el departamento en donde transcurre la historia parece casi sacado de la mente de Terry Gilliam), pero a la postre fue Incordia, el único corto animado del certamen,la historia que se alzó con el premio.

Momentos más tarde tuvo lugar el primer panel de la convención, sobre El Legado, la serie de aventuras que este último tiempo pudo verse por Canal 9. El panel estuvo integrado por el director, Mariano Hueter, y el director de fotografía de la serie, Nicolás Gorla. Los caballeros, que también son guionistas de la serie en cuestión, aprovecharon la oportunidad de extenderse sobre el contenido de la serie pero también hablaron sobre cuestiones muy importantes sobre la televisión actual.

Primero, la necesidad de crear contenidos televisivos de índole prácticamente cinematográfica, a la altura de las series extranjeras.

Segundo, sobre el Internet como una plataforma alternativa de difusión, ya que permite al espectador ver la serie en cualquier momento, sin estar supeditado al horario de transmisión televisiva. Una plataforma que les ha llegado a dar incluso más concurrencia que la difusión por la televisión de aire.

Tercero, la necesidad de crear personajes multidimensionales en la narrativa televisiva actual, establecido por series como Breaking Bad, en donde si bien hay protagonistas y antagonistas como en todo drama, no están tan separados entre buenos y malos, una separación que Hueter señaló está tan marcada en la mayoría de los productos televisivos locales, telenovelas mayoritariamente, donde uno puede anticipar el final casi desde el principio. Por lo que la difuminación de esa línea divisoria se vuelve necesaria para conseguir una mayor identificación con el espectador. Para volverlo más humano.

Momentos más tarde, tuvo lugar el PopContest, el concurso de trivia sobre Cine y Series, en donde dos participantes compiten por premios. Aunque fue un poco mas desafiante que el del año pasado, no faltaron aquellas preguntas cuyas respuestas me hicieron sentir la credencial de prensa como una pesada cadena.

Inmediatamente después de atestiguar la trivia, acudí al escenario secundario en donde tuve el agrado de escuchar a Jorge Copó hablar sobre el fino arte del Storyboard. Copó expuso en qué consiste la técnica, su necesidad tanto desde la perspectiva artística como de producción, aparte de pasar revista por los storyboards de películas y series celebres (en particular el de la apertura de Batman: La Serie Animada de Bruce Timm), hasta incluso algunos de su propia cosecha.

Copó también aprovechó para darnos un curso in situ sobre cómo hacer un storyboard, dibujando, casi a la velocidad de la luz una historia creada por el público asistente a la charla. Fue definitivamente muy instructivo. Como guionista, créanme es un mundo de diferencia describir imágenes con palabras, que usar las mismas imágenes para contar una historia.

Si no fuera porque tenía que atestiguar el concurso de Cosplay, me hubiera tomado un recreíto para repasar los Storyboards de aquellas películas que me gustan y ver la puesta en escena bajo una nueva luz.

Camino al escenario principal, sopeso la posibilidad de comerme un donut rosado como los que se come Homero Simpson, pero el tiempo y mi renuencia a romper mi dieta se impusieron y me abrí camino para atestiguar en el escenario principal la primer tanda de finales del concurso de Cosplay.

En lo que al Cosplay refiere voy a decir una obviedad, pero que por lo visto justifica la reiteración. Hay algunos cosplayers, que con menos de la mitad del presupuesto pero el doble de la imaginación, llevan a cabo unos diseños que harían palidecer de envidia al más avezado diseñador de vestuario. Pero me veo obligado a sumar un detalle a esta cuestión, algo que es importante: la performance, el acting, en fin meterse en el personaje aparte de meterse también en sus ropas.

Los que se impusieron en esta primera instancia fueron tres cosplayers que dieron vida a Cruella DeVil, villana de 101 Dalmatas; Khal Drogo de la serie Game of Thrones, interpretando lo que parece ser el dialecto del cual es oriundo el personaje (no me tiren piedras; no soy lo que se dice un seguidor de la serie), por lo que dicho sea de paso se ha llevado más de un grito de la platea femenina; y finalmente, mi favorita personal, Quicksilver de X-Men: Days of Future Past que trajo a dos actores más para reproducir en el escenario la escena de aquella película en donde el personaje hace gala de sus poderes con Time in a Bottle de Jim Croce, sonando de fondo.

Al final del concurso de cosplay, cedí finalmente a mis impulsos consumistas y me compré una taza con la imagen de Darth Vader (la cual, sin perder el tiempo, inaugure con un Té ni bien llegué a mi casa)

El primer día del evento cerró con Reservoir Songs, una banda tributo a los soundtracks de Quentin Tarantino, en donde cinco caballeros vestidos como los Reservoir Dogs, acompañados de un muy sexy —y femenino— equivalente del botones de Cuatro Habitaciones tocaron los temas más clásicos de las películas del director, tanto instrumentales como con letra, una polenta y un poderío en la performance que se hicieron sentir desde el principio.

Nos llamaron “Cómplices”…y vaya que lo somos. Porque esto recién acaba de empezar, y hay que, tenemos que, saber cómo termina.

SEGUNDO DÍA: DOMINGO 12 DE OCTUBRE

¿Cómo sabes que estás en una convención como corresponde? Cuando se molestan en cambiarle el vestuario a su Heisenberg. El segundo día de la PopCon, la estatua tamaño real del protagonista de Breaking Bad había cambiado su tradicional sombrero porkpie y ropas de civil por el no menos célebre traje anti-radiación. Una declaración que refleja las claras intenciones de redoblar la apuesta del año pasado.

El primer show de este día fue una coreografía tributo a Footloose, a cargo del cuerpo de baile Bella Shows. Fue una coreografía al ritmo del tema titular que no quedo limitada al escenario, sino que se extendió a todos sus alrededores. Un dinamismo, una flexibilidad y una energía que llenaría de orgullo al mismísimo Kevin Bacon.

Más tarde, tuvo lugar el panel de la película Corazón Muerto, del director Mariano Cattaneo (quien en la edición del año pasado presento su serie web Martin Mosca, que resultó nominada al Martin Fierro), quien estuvo acompañado de sus actores para presentar el tráiler de la película y compartir anécdotas del rodaje.

Cattaneo destacó que a pesar de todas las contras que tiene filmar de manera independiente, esto garantiza que uno haga la película que desea hacer; que no hay que creer que con financiación del INCAA se puede hacer mucho más, porque los sindicatos absorberían una parte considerable del presupuesto.

El director expresó su necesidad de contar una historia de amor, combinarla con una historia de mucha acción y hacer que esos frentes choquen dentro de un escenario de cine de terror. Ese escenario fue una fábrica abandonada a punto de ser demolida, lo que obligó a los realizadores a filmar la película en menos de 15 días. Según el realizador y los actores, no tuvieron que hacer mucho trabajo para manifestar el miedo, ya que lo distante, húmedo, y tétrico de la locación ayudaba bastante.

Otra cosa que destacó Cattaneo fue la utilización de balas de fogueo en oposición a la cada vez más creciente tendencia de utilizar fogueos digitales. El remarcó, y los actores lo apoyaron en esta declaración, sobre la necesidad de sentir la patada de un arma de fogueo en oposición a tener que actuarla para el fogueo digital que queda muy poco natural. Señaló lo crucial que fue el apoyo de la casa de Efectos Especiales Piromania FX.

Haciendo un poco de tiempo hasta el panel siguiente, circulo un poco más la convención, saco fotos, y finalmente la resistencia de ayer hoy brillo por su ausencia y cedí ante la tentación de devorar una de las donuts rosados de la mesa dulce, la cual para cuando volví al escenario principal solo quedó la servilleta.

Para muchos, Efectos Especiales y Efectos Visuales pueden llegar a sonar lo mismo. No obstante, la PopCon tuvo la gentileza de convocar a Leandro Visconti, Supervisor de Efectos Visuales, para desasnarnos entre una cosa y la otra. Nos explico que los Efectos Especiales son aquellos que se hacen en rodaje, como los efectos pirotécnicos (explosiones, disparos, etc.), maquetas, y la pintura matte. Por otro lado nos explico que los efectos visuales son aquellos que se hacen con la película terminada, mayoritariamente por computadora.

Luego procedió a mostrarnos su reel, en donde figuró su trabajo, no solo en producciones nacionales tales como Corazón de León, Las Viudas de los Jueves y Puerta de Hierro, sino en producciones de Hollywood, tales como Norbit, dos películas de la saga Destino Final y Elf entre otras.

También aprovechó para hacer mención de la importancia de la presencia del supervisor de efectos visuales en el rodaje, para que el trabajo de pantalla verde salga como debe salir y tenga la menor cantidad posible de obstrucciones. Visconti también señaló que no todos los efectos se presupuestan de la misma manera, que se determina con los storyboards y la visión que el director tiene del efecto. Utilizó como ejemplo un efecto de invisibilidad; no es lo mismo filmar a un sujeto y desvanecerlo sencillamente ante un fondo plano que hacer, por ejemplo, una desintegración. Requiere un reclutamiento de una quincena de personas para previsualizar, trabajar el color, corroborar con la dirección de arte y hacer la composición final.

Después de mostrar un segundo reel, este exclusivamente de su trabajo realizado en Corazón de León (donde se pudo ver el complejo trabajo que requirió no solo el enanizar a Guillermo Francella, sino el de hacerlo interactuar con el ambiente de modo creíble), procedió a contar sobre la fundación de la Asociación Argentina de Efectos Visuales (AVFX), creada con la meta de aunar a los artistas de dicho rubro en la Argentina, y contribuir a la formación de nuevos talentos de esta rama, que está cada vez más en demanda, para por un lado, evitar la fuga de cerebros, y por otro, fomentar la producción y realización de efectos visuales aquí mismo en el país, contribuyendo a que puedan hacerse cada vez más películas de género.

La charla no solo fue muy amena, sino que Visconti mostro humildad y mucha buena onda en sus palabras, ya que puso el acento no solo en educar, sino en bajar a tierra y desmitificar muchas de las cosas que se dan por sentado habitualmente en el terreno de los efectos visuales, amén de compartir como fueron sus inicios con nosotros. Una invitación al juego y una reflexión que resultó muy educativa para más de uno.

Luego vino la segunda tanda del PopContest, en esta ocasión fue un poco más desafiante que el del primer día, ya que las preguntas eran un poco mas especificas. Si de he ser sincero, en esta ocasión la credencial de Prensa no me pesó tanto, ya que algunas eran preguntas de series que no tengo muy frescas. Pero lo que si fue similar, es que hubo más de un miembro en la audiencia que no podía creer que los participantes no supieran determinadas respuestas, también se oyó en mas de oportunidad las palabras “¿Por qué no te anotaste si sabias tanto?”

Más tarde, tuvo lugar un panel a cargo de Matías Orta, y el arriba mencionado Mariano Cattaneo (esta vez usando una fedora) sobre los 30 años del estreno de la primera película de Pesadilla. Se exhibió el tráiler de la película, al igual que clips de algunas de las escenas de muerte más memorables de la película de Wes Craven.

También los dos panelistas nos agraciaron con una detallada narración de cómo Freddy Krueger nació de la mente de Wes Craven. Resulta que cuando Craven era niño, había un chico que lo molestaba que se llamaba Fred Krueger, y el detalle de la cara quemada era por un vagabundo que circulaba por la escuela y se quedaba mirando turbiamente a los alumnos. Por otro lado también menciono que la paranoia que se les detona a los protagonistas en la película también nace de una anécdota turbia. La de un joven que tuvo una pesadilla tan intensa que se rehusó a dormir por miedo a morir. Después de aplacamientos y explicaciones varias, el joven finalmente duerme, solo para agitarse descontroladamente y fallecer momentos después. Como si eso fuera poco, los padres, al revisar su armario descubrieron una cafetera, con la cual se hacia el café que lo mantuvo despierto durante todo este tiempo.

Pero también de lo que se hablo, y bastante, es de la relevancia que Pesadilla tiene el día de hoy. Principalmente que Freddy Krueger es distinto a los varios asesinos seriales que pulularon por el celuloide, primero que nada por lo original de su ataque: En nuestros sueños, donde no hay protección o control que valgan. Luego se habló sobre la imposibilidad —o como mínimo la dificultad— de imitar algo semejante, ya que muchos asesinos seriales del cine, o por lo menos los más contemporáneos a Freddy, son tipos usando un traje y una mascara (como Jason de Viernes 13 o Michael Myers de Halloween), y por lo tanto pueden ser interpretados por sendos actores, mientras que Krueger necesitaba de un actor de carácter y siendo ese el caso Robert Englund hizo suyo el personaje a tal punto que ni siquiera alguien con el talento de Jackie Earle Haley pudo llenar sus zapatos en la deficiente remake.

Cattaneo cerró con una curiosa reflexión: Que una película como Pesadilla no podría hacerse el día de hoy, ya que en la época de su estreno, Estados Unidos salía de la guerra fría, y había más chances de generar subtexto al mismo tiempo que generar graficas escenas de muertes. Libertades que, hoy por hoy, están disminuyendo en las películas de los grandes estudios.

Después de este profundo panel, vino la segunda tanda del concurso de Cosplay, donde a los finalistas ya mencionados se sumaron Cosplays de Loki, de Los Vengadores; Leatherface, de The Texas Chainsaw Massacre; un caballero que se disfrazo de una versión samurai de Predator; otro caballero que se disfrazó del Tio Lucas de The Addams Family y un pequeño jovencito que creo al Chucky más verosímil visto en mucho tiempo.

Eventualmente el veredicto final se dio a conocer, y el jurado vio los resultados tan parejos que decidió dar dos premios en vez de uno; uno para cine y otro para series. En el apartado de Cine, el Cosplay de Cruella DeVil se hizo con el galardón, mientras que por el lado de las series ese honor recayó en el Cosplayer que dio vida al Tio Lucas.

“Si debes irte, debes irte a lo grande” reza el viejo adagio, y los organizadores convocaron a una segunda banda para este segundo día. Se trata de Level Up!, quienes hicieron un repertorio de películas y series que incluyeron temas como The Power of Love de Volver al Futuro; The History of Everything, cortina de apertura de The Big Bang Theory; Eye of the Tiger de Rocky III; I’ll be there for you, la cortina de Friends, y el tema de Ghostbusters. Entre tema y tema aprovecharon para interpretar temas más pequeños de series como Alf, SilverHawks y James Bond, Jr. Aunque párrafo aparte merece el dueto a batería y teclado que hicieron de la cortina introductoria de Game of Thrones que dejó la carne de gallina. La exactitud y la energía en la performance de los temas fueron el bang perfecto para la conclusión de lo que fue una convención memorable.

PopCon es un evento memorable, no solo por el simple y sencillo hecho de que te reconcilia con esas cosas que siempre te gustaron desde chico y te marcaron hasta esta instancia como adulto, no solo por el recordatorio de porque te gustaron en primer lugar, sino porque aquellos responsables se toman la molestia de que esto no sea solo un punto de encuentro entre seres afines, sino una experiencia memorable. Una meta que si bien apunta, hasta cierto punto, a intereses gananciales —nada es gratis en esta vida—, hay un compromiso, hecho a pulmón y todavía más con corazón, de que cada peso de ese ingreso se sienta bien invertido.

La única pregunta que cabe es si habrá un PopCon 2015. ¿El éxito los habrá acompañado este año? Yo creo que sí. Cuando la meta es siempre la calidad, a ningún evento le va a faltar asistencia y, para quien esto escribe, PopCon estuvo a la altura del desafío.

Ya no veo la hora de volver al paraíso…

Con un agradecimiento especial a Ana Manson, Maru Manson y Juan Santiago García por toda la buena onda extendida.

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