Si nos tuviésemos que guiar solo por lo que el cine nos muestra, el lema de las fuerzas del orden seria “Proteger y Servir… por todos los medios necesarios”. Aunque si somos justos, muchas veces los más memorables policías cinematográficos tuvieron que c*garse en sus superiores para cumplir sus metas, por nobles o no tanto que estas fueran. Con esto en mente, he aquí 10 grandes policías del cine.
Grandes policías del cine
Si molés a palos a una mujer y el Oficial Bud White se entera, se va a encargar de que te arrepientas de haberle levantado la mano siquiera. Un tipo con integridad y corazón más allá de su rudo exterior. Está dispuesto a entregar placa y arma para no denunciar a su compañero, y se permite ser vulnerable ante una mujer que no lo juzga.
Es también un personaje con inseguridades; sus superiores sólo lo buscan para que el ejerza su persuasión física sobre sospechosos poco cooperativos. No obstante, tiene la suficiente inteligencia para percibir cuando algo no huele bien en la ciudad de Los Ángeles caídos.
Un policía dedicado, pero que está dispuesto a torcer las reglas cuando algo no le suena. Esa intuición es la que lo lleva a revelarse ante sus superiores en más de una oportunidad, incluso al extremo de ocultar un cadáver para comprarse más tiempo y así encontrar a los criminales que lo engañaron.
Su propio nombre lo dice: “libro”, un tipo que sigue las reglas, pero cuando el pequeño Samuel Lapp señala como perpetrador del asesinato que ha atestiguado a un miembro de la fuerza policial, Book desestima las reglas de la institución para cumplir con su misión de proteger al pequeño, incluso quedando al borde de la muerte en el proceso.
En la segunda película es definido por la Dra. Faxx como “un devoto irlandés católico, padre de familia, todas cosas que señalan un alto sentido del deber”. Después de que una lluvia de corchazos lo convirtiera en cadáver y la malvada corporación OCP lo transforme en un Robot, nos damos cuenta que ese “alto sentido del deber” sigue intacto más allá de su muerte, y le da sentido a su segunda vida, por decirlo de alguna manera.
Si ve una oportunidad de echársele encima a un cabecilla del narcotráfico, él la toma. Dicha obsesión lo consume a tal extremo que lo ciega ante transgresiones obvias como las de dispararle a un policía por accidente, tras lo cual ni se inmuta y continúa de largo con la pesquisa como si nada hubiera pasado.
Siempre se ha discutido y debatido sobre si Deckard es o no un replicante. Lo que me hace decantarme por el hecho de que pueda serlo es que, y piensen esto como alguien que maneja las fuerzas del orden, si la idea es atrapar a un replicante, ¿Quién mejor que alguien que se mueve y piensa como ellos?
Si hay una persona que tiene muchos motivos para torcer las reglas en nombre de la protección de los inocentes, ese alguien es el Inspector Harry Callahan de la Policía de San Francisco. El y su Magnum 44 le pusieron los puntos a más de un criminal de segunda y a más de un asesino serial, marcando una diferencia entre la política del departamento de policía y SU propia política.
El crimen es una enfermedad y él es la cura: El epitome de los clichés ochenteros sobre los policías cinematográficos, aunque sea uno que no nos cansamos de ver. Su introducción en el asalto al supermercado era la gloria y la promesa de una gran peli de acción.
La parodia y el gran homenaje a los héroes del cine de acción de alto octanaje. El policía que nunca le erra al disparar, el policía que siempre tiene una frase después de moler a palos a uno de los malos, el policía al cual todo le explota a su alrededor, el policía que tira el auto desde un puente y le queda intacto. Él es no solo la razón de porque nos gusta el cine de acción, sino el recordatorio de porque estamos dispuestos a soportar sus miles de inverosimilitudes.
Tan eficiente como despistado. Capaz de encontrar con sagacidad la evidencia de un complot para asesinar a la Reina de Inglaterra, para luego quemarla por accidente en un mar de destrozos que solían ser piezas artísticas de alto valor. Un tipo que salva el día en pleno juego de Baseball, solo para ser confundido con un cantante de ópera.
Estos son los 10 policías memorables del cine. ¿Queres sumar a alguno más? Hacénoslo saber en los comentarios.
