Cine
Punto Doc: Blackfish
Porque el séptimo arte no es solamente historias de ficción y biográficas, decidimos abrir una nueva división. En esta sección que lleva por nombre Punto doc, trataremos únicamente sobre documentales, aquellos que nos hacen maquinar un buen rato sobre nuestra realidad. En nuestra primera entrega les traemos una joyita de los últimos tiempos: Blackfish.
Nada por aquí, nada por allá
En Blackfish, puntualmente nos centramos en las orcas, el daño que les causa el encierro en las piscinas –por más grandes que sean– y sobre todo en un protagonista: Tilikum, un espécimen que sufrió de maltrato, estrés psicológico producto del cautiverio y estuvo directamente involucrado en la muerte de tres personas a causa de la agresividad y la psicosis del animal.
Producto de las películas de terror, en el imaginario popular está instalado que las orcas son animales asesinos, y peligrosos para el ser humano, su gran tamaño ha dado origen a leyendas que nos cuentan cuan malvados son esos seres acuáticos. Lo cierto es que Blackfish, se encarga de remover esa arcaica idea mostrándonos que los únicos casos de violencia hacia el ser humano provenientes de las orcas fueron en cautiverio, nunca en libertad.
Si bien Blackfish no descubre la pólvora, elije hacer un buen uso de ella. El documental abre el juego relatando la muerte de Dawn Brancheau, la última víctima de Tilikum, los testimonios de los entrenadores de la orca y los compañeros de Brancheau están presentes a lo largo de todo el largometraje. Al mismo tiempo, la directora nos acerca varios casos más de violencia perpetradas por las orcas hacia sus entrenadores, incluyendo la muerte de Alexis Martínez, un entrenador español, y reiteradas críticas hacia los parques acuáticos.
Para aquellos que no disfrutamos de ver animales en encierro, el documental no hace más que darnos motivos para estar en contra del cautiverio. La denuncia social por parte de la directora Cowperthwaite, la constante crítica hacia los parques acuáticos –sobre todo hacia SeaWorld– y el uso de los animales como fuente de dinero están presentes a lo largo de toda la cinta. Un documental fuerte y desgarrador, que va al hueso sin escalas, dotado de un gran ritmo que por momentos pone los pelos de punta, con materiales de archivo y testimonios de gran valor. Un documental que definitivamente no dejará indiferente a nadie.