Viejas y Olvidadas: Highlander

Viejas y Olvidadas es una sección dedicada al cine de culto y al rescate de películas que rara vez alcanzaron un público masivo.

Connor MacLeod es un highlander que vivió en montañas de Escocia hace siglos. Pero eso es solo el comienzo de su historia, porque también pertenece a un grupo de personas con un extraño don que los vuelve inmortales.

Sintiendo el avivamiento

Luego de un extraño incidente en el estacionamiento de un estadio, la policía local se contacta con Russel Nash, un experto en antigüedades que de a poco se empieza a convertir en el sospechoso. Pero nadie sabe que Nash tiene un secreto que se remonta hace siglos, y una eterna rivalidad que pondrá a todos en peligro.

Solo puede haber uno

Highlander debe ser una de mis diez películas favoritas de todos los tiempos (con esto no digo que sea de las mejores). Nunca me canso de verla, pero voy a tratar de ser objetivo de todas formas.

Corre 1986, el género de aventura fantástica, o de brujería y espadas ya estaba muriendo, pero en uno de los coletazos finales salió a la luz una película que con los años fue ganando adeptos, debido a la mezcla que tiene la historia y unos aditamentos que suman bastantes puntos.

Por un lado tenemos una trama situada en el presente (contemporáneo de la fecha de estreno de la película), donde hay un caso policial que de a poco va mostrando tintes sobrenaturales, haciendo que la policía que investiga lo sucedido se vaya enterando junto con el espectador que está pasando. Mientras intercaladamente vemos flashbacks del protagonista, primero en la Escocia de 1500, y luego momentos transcurridos a lo largo de la historia (la época victoriana, la Segunda Guerra) y como fue viviendo todos estos años hasta la década de 1980.

Así es como nos enteramos de estos súper humanos (luego nos contaran en las innecesarias secuelas que en realidad son extraterrestres) que no pueden morir a menos que sean decapitados, y que deben enfrentarse entre sí en duelos de espadas hasta que quede uno solo, quien obtendrá el poder de los demás, pudiendo llevar al mundo a una nueva era, dependiendo de la nobleza o no del ganador.

Mientras se nos cuenta a todo esto, obviamente veremos gente peleando con espadas, a Sean Connery empuñando una katana e interpretando a un español que se vuelve el mentor de nuestro Highlander, y al eterno malvado de Clancy Brown, espada en mano, como un gigante invencible.

Pero no solo por su historia, por las actuaciones (recordemos que en esta época fueron los años de esplendor de Christopher Lambert) y las épicas batallas, si no que además gran parte de la banda sonora que suena durante la escasa hora y cuarenta que dura la cinta, es nada más ni nada menos que de Queen.

Es una pena que con los años se hicieran cuatro secuelas que son una peor que la otra, y una serie que pese a no estar del todo mal para la época donde salió, podría haber revivido la saga y el mito, pero no lo hizo.

Conclusión

Highlander con el paso de los años se convirtió en un film de culto con todas las letras, y bien merecido que lo tiene. No solo por plantar una historia interesante y original, si no por tomarse en serio y querer hacer las cosas bien, desde su director Russell Mulcahy pasando por todo el elenco y la acertadísima elección de la banda sonora.

De las secuelas, mejor olvidemos que alguna vez existieron.

Ediciones anteriores:

Silver Bullet
Motel Hell
Revenge
Un Hombre Lobo Americano en París
Cujo