REVIEW: Allende, Mi Abuelo Allende

Critica realizada durante el 30º Festival Internacional de Cine de Mar del Plata

Este documental busca acceder al presidente de Chile, Salvador Allende, desde un punto de vista mas familiar y cotidiano, tratando de alejarse del icono y su trágico final.

Marcia narra este documental en primera persona sobre su abuelo, Salvador Allende, el emblemático presidente chileno que fue derrocado el 11 de septiembre de 1973 por Augusto Pinochet. A través de su familia, material fotográfico y filmaciones tratará de acceder a esa figura buscándole el lado más humano, alejándose de el presidente que cambió la historia de Chile.

Gracias al vínculo directo, Marcia Tambutti Allende, nos lleva a la intimidad de la familia en donde hablar sobre su pasado duele, al punto de que sea un tema tabú por la trágica historia familiar que comenzó con la muerte del abuelo en el Palacio de la Moneda y prosiguió con el exilio de todos los integrantes por más de 15 años.

De esta forma, la directora, intentará reconstruir la imagen de su abuelo, de quien ni siquiera tiene recuerdos ya que cuando sucedió todo era tan sólo una bebé.

La Inaccesibilidad

Allende, Mi Abuelo Allende nos presenta una estructura de documental clásico, narrado en primera persona, con material fotográfico y fílmico inèdito sobre Salvador Allende, complementado con testimonios y breves conversaciones familiares entre Marcia y su abuela Hortensia Bussi (esposa de Allende), sus primos y tíos. Si bien la construcción narrativa es sostenido en un ritmo paulatino, sucede algo crucial, a mi parecer, que desorienta por completo ya que a mitad del segundo acto, una prima le pregunta a Marcia qué busca con todo esto y ella le responde que no sabe, a lo que uno como espectador se pregunta al ver esto: “entonces, ¡¿a dónde me estás llevando desde hace 45 minutos?!”.

Si bien por momentos se percibe cierta reticencia de parte de la familia a hablar sobre el tema, no queda plasmado del todo como un conflicto y hace agua en lo que refiere a guión. Sin embargo, sí hay inaccesibilidad por tratarse de alguien fallecido, sumado a que la dictadura de Pinochet tratò de borrar de la historia todo lo referido a Salvador Allende, sumado a que la familia tuvo que huir y abandonar su tierra sin nada.

En cuanto a la estética encontramos una fotografía muy cuidada pese a tratarse de un documental que, como se sabe, es difícil mantener la prolijidad porque hay que priorizar la espontaneidad y los hechos registrados. Además vemos material que logra conmocionar a quien se encuentre en la sala sea cual fuere su ideología.

Conclusión

Allende, Mi Abuelo Allende es un documental que se puede disfrutar tanto en el cine como en la calidad del hogar, pero si debe considerarse indispensable su visionado para profundizar en una de las figuras más emblemáticas de Latinoamerica durante el siglo XX y conocer un poco más al hombre fuera de su figura política.