Críticas
REVIEW: Contratiempo
Un ejercicio de misterio que, a pesar de su resultado, explota todas sus posibilidades.
El Cine Policial tiene dentro de sus muchas variantes una muy específica llamada el “Whodunnit” (¿Quién lo hizo?), donde se trata de develar, en un espacio pequeño y a contrarreloj, quién es el responsable de un crimen, habitualmente un asesinato. Aunque la tradición determine a la postre que hay solo una verdad y un solo culpable, el film español Contratiempo nos plantea, tan confusa como plausiblemente, las miles de variables que pueden devenir en un hecho criminal.
¿Dónde estaba usted cuando asesinaron a…?
El guion tiene todos los elementos para que un misterio funcione. Durante gran parte de la película, la trama sortea bastante bien el concepto de “crimen dentro de crimen” que pretenden desarrollar, apelando incluso a preceptos clásicos. No obstante, pasada la mitad del metraje la historia abusa de su propia inteligencia y cuando empieza a apelar al concepto de “pensamiento lateral”, presentando las repetidas variables en las que pudieron haber ocurrido ambos crímenes. Más que hacer pensar al espectador, lo confunden, cosa que es una verdadera lástima porque tienen un final que verdaderamente no se lo ve venir. A pesar de esta contra, hay que reconocer que los guionistas hicieron su tarea y estuvieron en todos los detalles; no omitieron nada.
En materia actoral Mario Casas y Bárbara Lennie entregan labores interpretativas prolijas y a la altura del desafío, pero los que verdaderamente se lucen son José Coronado, compenetrado y conmovedor; y Ana Wagener, que entrega más de una sorpresa desde el primer momento que aparece en pantalla.
Los rubros técnicos están bastante bien cuidados y detallados. Tanto la fotografía como la dirección de arte cuentan con unos tonos verdosos y amarillentos que nos saben sumergir en el ambiente de inestabilidad psicológica en donde están sumergidos los personajes. No obstante el rubro que verdaderamente destaca es la partitura musical de Fernando Velázquez (El Laberinto del Fauno). El montaje está bastante organizado, pero al ir de la mano con el guión, termina sucumbiendo no pocas veces ante las mismas falencias.
Conclusión
Aunque el abuso de las charadas hagan que el interés por saber quién es el verdadero perpetrador del crimen termine siendo no tanto producto de la curiosidad sino de la impaciencia y de la jaqueca, Contratiempo es un producto muy bien actuado y muy bien filmado, que sabe llevar de la nariz al espectador con sus vueltas de tuerca.