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RECAP The Walking Dead 7×04: Negan en Alexandria
The Walking Dead 7×04 presentó el reencuentro que estábamos esperando: Rick y Negan cara a cara luego del shockeante inicio de temporada que terminó con la vida de dos personajes centrales del show. Es tiempo de saldar cuentas y de demostrar quién manda ahora.
The Walking Dead 7×04: Service
Obviamente ¡Spoilers!
Negan y Los Salvadores llegan a Alexandría a recoger la ofrenda que cada sobreviviente debe ofrecerle. Ya nadie es libre. Ya nadie es dueño de lo que tiene. Todo es de Negan y deben entregárselo.
Con Michonne ausente por escapar a practicar tiro, Rick y los demás se enfrentan a un villano dispuesto a quedarse con todo. Una enorme performance de Jeffrey Dean Morgan es el factor primordial para que el episodio de duración extra (90 minutos en Estados Unidos con cortes comerciales, alrededor de 60 en nuestras tierras donde las tandas en FOX son mínimas) genere tanta tensión: cada gesto, risa socarrona o frase cínicamente bien ubicada, dotan al personaje de la maldad necesaria para que lo odiemos en cada una de sus intervenciones.
¿Hubo zombies? 3 o 4 desperdigados por ahí. La serie decididamente ha dejado a los walkers como un recuerdo de viejo peligro. Ahora lo que causa pánico es el nuevo gobierno de los vivos.
Rick todavía no se recupera del golpe emocional recibido. Entregado, solo puede preocuparse por mantener con vida (o algo que se parezca a ella) a los seres queridos que le quedan. Sobrevivir para ayudar a Judith (ya volveremos a hablar de Judith) a defenderse. Nada más importa. Ya no quedan fuerzas para seguir luchando.
La que si tiene el coraje que hace falta es Rosita (Christian Serratos). Movida por el deseo de venganza sale en busca de armas. Encuentra una sin carga y en ese simple acto nos situaremos frente a uno de los aspectos del cómic de Robert Kirkman en que la serie aun no había incursionado: las habilidades de Eugene (Josh McDermitt). Rosita recurre a él y en ese instante de rebeldía tenemos el germen del enfrentamiento que vendrá.
Negan les quita las armas, los deja indefensos, utiliza a Daryl como chico de los mandados, se lleva los colchones de cada hogar obligándolos a dormir en el suelo (para después descubrir que ni bien salieron de Alexandria, de jodidos, simplemente los prendieron fuego). El nivel de tortura psicológica alcanza un punto que no recordamos en ningún otro pasaje de la serie.
En caso de que no lo hayas notado, acabo de meterte el pito por la garganta y me lo agradeciste.
¿Quién es el padre de Judith? Misterio develado
Luego de que Michonne le reclame a Rick por su comportamiento, el hombre hace honor a la condición de héroe del show y le cuenta sus motivos. Completamente quebrado le revela que una vez tuvo un amigo llamado Shane, quien cuidó de su esposa Lori y su pequeño Carl cuando él estaba en un hospital sin imaginar que en el planeta se había desatado el infierno. Los cuidó (en demasía, podríamos agregar) y tuvo una historia con su mujer engendrando a Judith.
Rick sabe que la niña no es suya –terminando con años de teorías fan alrededor de ello- pero la considera como tal, por lo que juró protegerla y mantenerla viva. Y hoy la única manera de hacerlo es obedecer a lo que quiera Negan, el nuevo y maquiavélico centro de poder.
Claro que la rebelión necesita apenas de un empujoncito para estallar y parece que The Walking Dead 7×04 ya lo comenzó a dar con esa frase de Rosita:
Hazme una bala.
Service fue un episodio muy fiel al cómic (exceptuando cambios obligados por personajes ya fallecidos o inexistentes que difieren en ambas versiones). La gran diferencia es que en las viñetas sucede algo que aquí, en primera instancia, no:
¿Tiene Rick un plan? ¿Dice la verdad cuándo se muestra así de abatido? Pronto lo sabremos.
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