RECAP The Walking Dead 8×08: ¿cuándo y cómo pasó ESO?
The Walking Dead 8×08 llegó para dar vuelta un poco las cosas y ponerlas en su lugar. No podemos decir que fue un mal capítulo, simplemente porque si lo comparamos con el resto de los que vimos esta temporada, pasó de TODO en pocos minutos. Aquello que no sucedió en los vacíos episodios anteriores detonó en este midseason finale que bastante entretenido estuvo, pero ¿nos dejó con ganas de más?
The Walking Dead 8×08: How It’s Gotta Be
Obviamente ¡Spoilers!
Si bien este final de mitad de temporada fue más entretenido de lo que veníamos viendo, es más una muestra de cómo debían estar enfocados los otros 7 capítulos, en vez de un final que te deje enloquecido hasta febrero.
Siguiendo con el episodio anterior (cuyo RECAP podés leer ACA), Rick se dirige de inmediato a un Santuario diferente al que vio la última vez: ya no hay ningún caminante amenazando, y apenas asoma su cabeza junto con Judis y los chatarreros, Los Salvadores que quedan allí comienzan a disparar. Así es como Rick termina en el piso y todo el esfuerzo que hizo para tener al grupo que lo traicionó otra vez de su lado, se esfumó como Judis cuando escuchó los disparos. OBVIO.
Descubrimos que Enid y Aaron se están dirigiendo a Oceanside (la comunidad de mujeres que encontró Tara, a la que luego Rick le quitó todas las armas) con el fin de convencerlas de que se unan a su lucha contra Negan. Antes de que eso suceda, Enid decide llevarles un camión con suministros de una licorería, que dejarán estacionado en el bosque para descansar y entregarlo el día siguiente.
Todo se complica cuando ven una sombra pasar, se separan y Aaron decide investigar, recibiendo un golpe en la cabeza que lo deja en el piso. Al ver la escena, Enid reacciona como le sale y dispara, matando a la atacante que resultaba ser nada más y nada menos que Natania, la anciana líder de Oceanside. Inmediatamente llega el resto de la comunidad al oír el disparo: vemos a Cyndie llorar a su abuela y mirar con bronca a sus asesinos. Sí, arruinaron todo, otra vez.
¡Esto se va a descontrolaaar!
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En Alexandría, Daryl y Tara están confiados de que su plan funcionó y solo les queda un paso para acabar con Los Salvadores: por supuesto, se equivocan. Pero mientras ellos preparan su siguiente movimiento en otro lugar, Negan se presenta en las puertas de la comunidad, exigiendo que Rick muestre su cara y los dejen pasar. Claramente, el ex comisario no se encuentra en casa y el encargado de decírselo es Carl, quien minutos antes se puso su sombrero de líder y armó un plan para salvar a todos, independientemente de la destrucción de sus hogares.
Mientras tanto, en El Reino están sufriendo una situación parecida: cuando uno de los capataces de Negan ataca y toma la pequeña comunidad de Ezekiel, el Rey se esconde a esperar el momento adecuado para ayudarlos a escapar. Todo parece estar más o menos bien, hasta que el personaje de Khary Payton decide quedarse y entregarse mientras sus súbditos escapan.
Sálvalos como me salvaste a mí
Le dice el Rey a Carol, quien lo llama “Su Majestad” mientras él cierra las puertas con las cadenas que alguna vez le pertenecieron a Shiva.
Queda en nuestras manos
En cuanto a Hilltop, parece que Los Salvadores tienen otros planes. Capturaron a Jerry para llevarlo frente a Maggie en medio de la ruta y darle dos opciones: la primera es matar a Jerry, encerrarla en un ataúd (con agujeros esta vez, para que no se “asfixie” como Sasha), arrastrarla frente a la comunidad de Hilltop y matarla crudamente frente a todos ellos; o, en el segundo lugar, que ella, Jesús y todo su grupo den la vuelta, vuelvan a casa y comiencen a producir una vez más para Negan, así solo tendrían que matar a uno de ellos para estar a mano.
Como es de esperar, Maggie elije la segunda opción, pero no antes de que el capataz le vuele los sesos a su compañero en el asiento trasero. Acto seguido, La Viuda le pide llevarse el ataúd, vuelve a Hilltop y mata a uno de los prisioneros que guardaban allí, para enviarles un mensaje a Los Salvadores. Todo esto aparentando estar bien emocionalmente, cuando claramente esta guerra la está dejando en pedazos.
Parece que con todos los demás en desventaja, Hilltop deberá encargarse de lo que sigue. Sin presión, igual.
Segundas oportunidades
En El Santuario, lejos de todo el caos, Eugene está tirado en la cama como pancho por su casa, remordiéndose en sus propios pensamientos. Esto lo lleva a ayudar al padre Gabriel (que se ve peor que Carl en un examen de vista) con su propósito de escapar con el Dr. de Maggie: intoxicó al guardia, se aseguró de que no haya nadie y “se le cayeron” las llaves de un auto de escape. Todos los recursos están, pero claro, él no los acompañará: a partir de allí están solos.
Del otro lado del camino, Dwight conduce a un grupo de Salvadores hasta el punto donde se encuentran Daryl, Tara, Michonne y Rosita para tirotearlos a todos (esta vez apuntando y realmente matando a alguien). Una vez terminada la masacre, una de “los malos” logra escapar disparándole a Dwght, y este es llevado a Alexandria con “los buenos”. Allí, siguen el plan de Carl: ocultarse en los desagües, donde también se esconde Siddiq (el indú que conocimos en el capítulo 8×06).
Casi todos lo cumplen sin chistar, pero a Michonne todavía le falta algo: ¿dónde está Rick? Bueno, Rick está entrando a su casa para buscar a sus hijos, pero lo que encontrará es un golpe del mismísimo Negan. Inmediatamente se produce un enfrentamiento entre los dos grandes líderes, cuyo resultado no terminamos de entender: trompada que va trompada que viene, Rick termina sobre Negan con Lucille en mano y decide pegarle con el mango. ¿¡NO VES QUE EL OTRO EXTREMO DEL BATE TIENE CLAVOS, RICK!? ¿¡ES EN SERIO!?
Parece que el lema de “hay que matar a Negan” es un chiste para los escritores, que se la pasan alargando su ejecución, haciendo quedar a todos los personajes como unos incompetentes que viven errando oportunidades. Pero lo peor de ello no es que Rick haya dejado pasar esa clara chance, sino que después consigue agarrar su arma: Negan lo tira por la ventana y el personaje de Andrew Lincoln, en vez de dispararle en el acto, decide escapar. ¿¡ESCAPAR DE QUÉ!? ¡MATALO Y TERMINEMOS CON ESTO!
Que no se note si estamos un poco indignados.
El final: ¿Cuándo lo mordieron?
Una vez que Rick se une con Michonne y ambos bajan a los desagües a reunirse con todos, en este aura de devastación, descubrimos a Carl en el piso, muy débil (como lo veníamos viendo en el capítulo). La razón nos la muestran enseguida: lo mordieron.
Pero, si en todo el capítulo apareció un solo zombie y no estaba cerca de Carl, ¿cuándo lo mordieron? Resulta que no fue en este episodio, sino en el N° 8×06.
Como les contábamos en el RECAP de aquel episodio, el niño toma un riesgo innecesario al ir a buscar a Siddiq: en el momento en que son emboscados por varios caminantes, Carl se ve en una situación complicada de la que salió ¿ileso? Muy poco creíble en su momento ya que eran 3 contra 1, pero lo dejamos pasar.
Efectivamente, se puede ver al primer zombie que el hijo de Rick aleja, acercarse peligrosamente a su tórax, justo cuando nos cambian de enfoque. Momentos después, el muchacho logra sacárselos de encima, pero se queda como en shock y, de hecho, se mira el lugar de la herida sin que nos demos cuenta a simple vista.
Misterio resuelto, a esperar hasta febrero a ver si la serie sigue decayendo o este enorme giro respecto al cómic lleva a que levante un poco.
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