The Walking Dead 8×11: Rozando lo inverosímil
The Walking Dead 8×11 llega para ser olvidado al minuto en que terminamos de verlo, por una simple razón: pasa mucho sin que pase nada realmente. Dudo que alguien siga poniéndole fichas a una serie que supo ser muy buena, pero que ahora solo se volvió un rejunte de capítulos de relleno y tramas que rozan lo inverosímil. Aún así, no nos rendimos y aquí estamos para hablar sobre el episodio de esta semana.
The Walking Dead 8×11: Dead or Alive Or
Obviamente ¡Spoilers!
Empecemos hablando de la patética linea narrativa que rodea al Padre Gabriel (Seth Gilliam) y al Dr. Harlan Carson: están completamente perdidos, sin indicaciones de cómo llegar hasta Maggie, sin las medicinas necesarias para que Gabriel sobreviva a la infección que tiene desde hace varios capítulos, sin armas y completamente sin esperanzas. Pero esperen, tienen a Dios de su lado, ¿o no? NO, ¡POR SUPUESTO QUE NO!.
El cura está prácticamente ciego debido a esa infección que decidió no tratar cuando huyó de la guarida de Los Salvadores, por estar persiguiendo el “propósito en la vida” que le dejó Dios. Bueno, en el camino tuvo un rayo de esperanza cuando escucha un ruido que los conduce a una casa abandonada que JUSTO estaba llena de antibióticos y donde JUSTO él tira una alcancía que adentro JUSTO tenía llaves de un auto y un mapa que les dice cómo llegar a su destino.
Claramente no iba a ser todo tan fácil, porque en el momento en que se dirigen al garaje en busca del auto que acababan de adquirir por arte divina, el Doc pisa una de muchas trampas (que Gabriel logra evadir perfectamente, a pesar de estar ciego) y es rodeado por un par de zombies que por allí pasaban. Y así, JUSTO cuando están por convertir a Carson en la cena, el Cura agarra un arma y CON LOS OJOS COMPLETAMENTE CERRADOS dispara el arma. ¿Mató al doctor? No, claro que no, ni siquiera lo rozó, por lo que toda racionalidad fue completamente descartada al escribir esta historia.
Sólo cuando todo parece estar resuelto y ambos consiguen subirse al auto para escapar, es cuando llegan Los Salvadores y capturan al dúo dinámico. Pero aunque todo parezca perdido, Gabriel sigue hablando de “el camino de Dios”, por lo que el Doc trata de agarrar el arma de uno de sus secuestradores y resulta asesinado en consecuencia.
El guion Dios abandonó a todos estos personajes hace tiempo.
El camino a Hilltop
Mientras tanto, Daryl, Tara, Rosita y Dwight llevan a la población de Alexandria a Hilltop para reestablecerse, pero al llegar a un límite en el camino, el ex Salvador sugiere que atraviesen un peligroso pantano que Negan no querrá cruzar. Ante la sugerencia, los integrantes del grupo de Rick se muestran cínicos al plan y todo lo que tenga que venir de Dwight. Pero (para mal de Tara) Daryl y Rosita aceptan tomar ese camino, advirtiendo a Tara que el traidor puede ser útil todavía y no deberían matarlo.
Como podemos presentir a kilómetros, Tara hará caso omiso a las sugerencias y tratará de matar al asesino de su novia. El problema es que cuando quiere llevarlo a cabo su presa escapa y, cuando logra atraparlo, es cuando una patrulla de Salvadores se acerca.
Ante la urgencia, Dwight decide tomar iniciativa y mostrarse ante el grupo enemigo alegando que escapó y se mantuvo escondido del grupo de Rick. Como no hay nadie que sepa que él es un traidor (más que una chica que no volvió a aparecer para divulgarlo), el grupo de Negan le cree cuando les dice que no deberían buscar en el pantano porque él viene de allí y está vacío. Tara, así como Rosita que estaba detrás de ella, queda incrédula ante la muestra de lealtad que acaba de presenciar. Ambas se dirigen de vuelta con su grupo, donde un furioso Daryl les grita por dejar escapar al traidor.
Nos estamos ***ando de hambre
Zombies que van, zombies que vienen, los habitantes de Alexandria logran llegar a Hilltop con mala cara, para hacerles saber a todos que Carl murió recientemente. Enid, claramente es la más afectada por la mala noticia, mientras Carol y Maggie parecen estar acostumbradas a oírlas.
Pero incluso antes de la llegada del grupo, Maggie estaba teniendo problemas con la escasez de recursos para alimentar a su gente y a sus rehenes, que encima le piden un poco de tiempo fuera por “buen comportamiento”. La Viuda accede a esto último con la condición de que trabajen y salgan en pares, mientras evade la idea de escapar ofrecida por el odioso cobarde Gregory porque “¿cómo podríamos perder?“. Inmediatamente después de pronunciar esas palabras, se anuncia que Rick ha llegado a Hilltop.
Del otro lado de la “guerra”, en The Walking Dead 8×11 el Padre Gabriel es llevado a El Santuario para ayudar a Eugene a fabricar las balas que tan valioso lo volvieron y que Negan empezó a exigir luego de que gastaran un arsenal en los caminantes que rodeaban el edificio. Parece que unas cuantas palabras del hombre religioso bastaron para que el dueño de Lucille crea que el molesto nerd no lo ayudó a escapar.
Pero como miles de balas no se fabrican en un día, Eugene ayuda a Negan a idear un plan de contraataque contra Rick, que consiste en impregnar sus armas con sangre/viseras de caminantes para infectar al bando enemigo y dejarlos Muertos o Vivos o Algo en medio de eso.
Siendo que ninguno de los dos bandos posee una buena reserva de armas (y sabiendo que así se infectó Gabriel), el plan no parece la peor idea del mundo.
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