Un revisionado que permite entender lo que implica ser un clásico de culto.
Maniac Cop es una de esas películas que acá no llegan a los cines, y van derecho a las estanterías de los videoclubes. La historia de un policía que vuelve de la muerte para vengarse de los que lo perjudicaron, como una suerte de Jason Voorhees con Placa, surgió en 1988, en pleno auge del subgénero slasher. La taquilla no la acompaño, pero los años fueron gentiles con esta pelicula de William Lustig y concebida de la pluma de Larry Cohen (quien se inspiro tras experimentar repetidos roces con la ley). ¿Los años habrán sido lo suficientemente gentiles para haber sobrevivido a su primer estreno en Argentina?
¿Cómo esta en el papel?
Como todos los slashers, Maniac Cop no es difícil de explicar. Una serie de asesinatos empiezan a suceder por toda la ciudad de Nueva York. El Teniente Detective Frank McCrae (Tom Atkins, Michael Hunsaker de Arma Mortal) sospecha que el responsable bien podría ser un policía. Como es de esperar, el alto mando no le cree nada. Como si esto fuera poco, estos creen haber encontrado a dicho policía asesino en la figura de Jack Forrest (Bruce Campbell, Ash para los amigos) cuya esposa fue encontrada degollada en un cuarto de hotel, donde curiosamente encontró al buen Jack “bailando el mambo horizontal” con una colega de la fuerza. La investigación de los tres protagonistas para probar la inocencia de Jack los llevara hasta la historia de Matt Cordell, un policía tan legendario como poco ortodoxo, que murió en prisión… hasta donde ellos saben.
Maniac Cop es una de esas películas que tiene claro que es, y como elige mostrarlo. Ese como acaba siendo un arma de doble filo. Si bien hay muchas persecuciones que mantienen la tensión y una manera muy cinematográfica de explicar el pasado del “monstruo” protagonista, hay ciertas inverosimilitudes que no cierran (¿Como McCrae descubre que se trata de Matt Cordell?) y otras cuyas reiteraciones a la postre terminan generando risa (¿Cómo es posible que una mujer policía grite como una scream queen? Uno, vaya y pase, pero dos, tres y cuatro, es imposible no tentarse). A pesar de que incurre en todos los clichés habidos y por haber del género de terror, uno no puede evitar terminar por aceptar a la historia en sus propios términos.
¿Cómo está en la pantalla?
La fotografía retrata el arquetípico estilo del Horror clase B, con sendas sombras y contrastes. Pero lo más interesante de todo, es que encaran este enfoque solamente para las escenas nocturnas, mientras que para las diurnas lo encaran de un modo casi naturalista. ¿Creación de un clima o un modo demasiado brusco de decir que en cualquier momento cae un fiambre?.
Otro punto a favor es la música de Jay Chattaway, hecha con sintetizadores como todas las pelis de bajo presupuesto de los 80. Si bien muchas veces adquiere el tono ominoso de sostener una tecla por un largo periodo de tiempo y luego sumarle otra simultáneamente, hasta llegar a una composición un poco mas rítmica en la persecución automovilística del 3er Acto, la música hace un gran aporte en la escena donde se nos muestra el pasado de Cordell donde su combinación con las imágenes le generan al espectador una empatía (pequeña, pero empatía al fin) por el pobre oficial.
Por el costado actoral, la actuación mas solida es la de Tom Atkins como McCrae. Bruce Campbell incurre en algunas exageraciones un poco risibles, pero también levemente queribles por el estatus que el actor ocupa en el imaginario colectivo.
La experiencia de verla en cine
Maniac Cop fue presentada en una decente copia digital con buena imagen y sonido. El verla en una sala de cine te hace darte cuenta porque esta peli no rindió tanto en las salas, y encontró un coto mayor en la Televisión y el VHS. La película flirteaba en algunas escenas con la comedia, por lo que se escucharon algunas risas. El problema fue cuando las mismas risas se empezaron a escuchar en escenas que no tenían nada de cómico. Uno es objetivo y separa entre “¿Cómo no se avivan que es así a propósito?” y “Esperáte, esto de verdad no tiene lógica”. Llegue a la conclusión de esta segunda opción por los gritos del personaje femenino antes mencionados. Como que te da ganas de preguntarle a Larry Cohen si era necesario que el personaje fuese una mujer policía. Se hubiera ahorrado muchas de esas risas innecesarias.
Conclusión
Maniac Cop es una película que uno tiene que estar verdaderamente loco para tomar en serio. Aunque siempre es grato ver una película de hace 25 años en la pantalla para la que fue inicialmente concebida, y aun a pesar de que su visionado en la sala de cine me demostró que el lugar de esta peli incuestionablemente pertenece a donde el destino la dejó en un principio, no ha cambiado para nada mi apreciación de la misma (a pesar de sus falencias, en mi opinión sigue siendo disfrutable). Lo que si aprendés es a ponerla en su justo lugar.
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