Críticas
REVIEW: Doctor Who Temporada 10
Llegó el final de Doctor Who Temporada 10 y es hora de ver si se cumplieron las promesas que nos hizo Moffat antes de comenzar su despedida.
Mucho nuevo, algo de viejo
No es fácil comenzar la reseña de una serie procedimental, donde el riesgo del spoiler está vigente cada semana, y muchos capítulos tienen poca relación entre sí tanto en trama como en calidad, por lo que no queda otra que intentar hacer un promedio y escapar a los detalles particulares de cada episodio hasta donde sea posible.
Como sucede en los procedimentales, aunque los capítulos sean autoconclusivos hay una trama de fondo que se va desarrollando hasta explotar en los dos episodios finales, concretamente con una misteriosa bóveda de la que -al comenzar la temporada- sólo sabemos que el Doctor ha jurado vigilarla. El misterio sobre su contenido no dura mucho y no es difícil de deducir para el público informado. Pero cuando eventualmente se abre, lleva a otro de los temas recurrentes de la serie: la profunda soledad del Doctor por la imposibilidad de encontrar alguien que pueda ver como un par, por más que la acompañante anterior se creyera serlo. Este año, los saleros homicidas dejaron lugar a otros enemigos clásicos pero sobretodo a muchos nuevos, incluyendo unos misteriosos monjes capaces de analizar flujos de información para predecir el futuro y poner en real peligro al Doctor como pocos han hecho.
En general es una serie que siempre entrega más o menos lo que se espera de ella y, para bien o para mal, Doctor Who Temporada 10 mantiene la regla. La llegada de la nueva acompañante cumplió con la tradición de cada nuevo ingreso: Chica nueva se cruza con un problema, conoce al Doctor, viaje al futuro y al espacio, seguido de viaje al pasado en la tierra para que tenga una probada tanto de las posibilidades de una TARDIS como de la química entre los personajes. Todo es risas y aventuras hasta que recibe en carne propia una dosis del verdadero peligro, que implica colgarse de los viajes del casi-último Señor del Tiempo, tras lo que es forzada a ponerse los pantalones largos y mostrar su vena heroica para salvar el día. Bill Potts prometía venir a romper con esa rutina, pero la realidad es que fue una promesa apenas superficial: mirando con un mínimo de atención no es difícil ver semejanzas directas entre sus historias y las de acompañantes anteriores.
Lo que sí sufrió algunos cambios fue la relación entre ambos, que aunque no le exprimieron todo el jugo vuelve a una lógica de profesor-estudiante más razonable y con guiños a la primera acompañante de la serie. Por estos detalles es posible ver algo de ese reboot del que hablaba Moffat, con una especie de grandes éxitos reversionados y -de paso- vinculando a la mitología clásica del programa (con Cybermen mondasianos incluidos, por más absurdos que se vean hoy en día con su look de los sesenta, siendo que pretendían atraer al nuevo público).
Doctor Who Temporada 10: sin esperanza, testigos ni recompensa
Como ya había sucedido con la temporada anterior, Doctor Who Temporada 10 acierta al dedicarse a la ciencia ficción y al terror apto para todo público más que a la comedia, hasta cuando se enfrenta a simpáticos robots que se comunican por emojis. Eso no impide que la mayoría de los episodios autoconclusivos sean bastante más flojos que los que desarrollan una historia compleja en varias partes, salvo un muy interesante episodio con zombies en el espacio. ¿Pero qué podía salir mal con eso? Muertos persiguiendo a los vivos en trajes de astronauta, era una apuesta segura.
El mayor interrogante de la temporada era la nueva acompañante, Bill Potts, quien no resultó tan novedosa como la habían vendido pero en promedio cae bien parada y la química entre ambos resultó más que efectiva. Todavía no está confirmado si regresará para la próxima temporada con el nuevo protagonista y showrunner: se viene hablando desde antes del estreno que es bastante posible que no lo haga y su última escena dejó todo planteado para que así sea, pero fue justamente en esta temporada que volvimos a ver un actor que supuestamente no podía volver al programa, así que todo es posible.
Peter Capaldi no parece estar entre los doctores más populares pero es con poca discusión el mejor actor que recibiera el papel, pero -lamentablemente- los guiones que percibió solo le dejaron momentos aislados en los que lucir su vena shakesperiana como para convertirse en un Doctor de perfil propio y a la altura de su talento. Por suerte quedó poco de esa versión absurda de su primer temporada, y al lado de Bill Potts vuelve a ser ese profesor que aunque se siente algo viejo y cansado de enfrentarse a amenazas que siempre vuelven, su extrema compasión le impide mirar para otro lado. Con buen tino le pusieron enfrente a Missy, una encarnación de su histórico villano con un estilo compatible que se potencia mutuamente con el de Capaldi, haciendo de sus interacciones los mejores momentos dramáticos de la serie en bastante tiempo. Los cuestionamientos de su histórico rival le permiten profundizar en sus motivaciones fundacionales y le dan una profundidad muy interesante al personaje, dándole un sentido más épico a sus aventuras.
Hay un aspecto en el que históricamente la serie recibe críticas y que no parece tener intenciones o recursos de resolver: el apartado técnico. Para ser una serie que se apoya tanto en la ciencia ficción, los efectos especiales del programa son usualmente bastante mediocres, detalle que normalmente intentan subsanar escondiendo a los monstruos. Pero Doctor Who Temporada 10 se lo apropia de forma un poco más original, tomando intencionalmente un estilo un tanto vintage que recupera diseños clásicos en guiños para el público más viejo, a la vez que le da personalidad propia.
[imdb]https://www.imdb.com/title/tt0436992/[/imdb]
