Críticas
REVIEW: Dolores
Un romance de época que no aprovecha su potencial por una dirección caprichosa.
No son muchos los casos donde uno ve una película nacional que goza de un guion razonable, pero que no alcanza a explotar su potencial por algunas impericias en la dirección. Donde se sentía que estaba la materia prima para hacer no tanto una obra maestra, pero si algo decente. Dolores es uno de esos casos.
Scarlett O’Hara de las Pampas
El guion de la película es uno prolijo, con una protagonista fuerte e independiente, y secundarios cuidadosamente dibujados. Hay un conflicto claro y sostenido respecto a la tierra de la familia, y la deuda que se debe pagar. La gran mayoría de las acciones dramáticas rodean a este hecho en particular con suficiente coherencia. También se toma el tiempo de ilustrar cuales eran las actitudes que tomaban los Argentinos en reacción a la Segunda Guerra Mundial. Algunas heroicas (los argentinos que se enlistan en ejércitos extranjeros para luchar en la guerra) y otras lamentables (la notoria y lamentablemente desabrida simpatía de algunos habitantes del pueblo para con los Nazis). Hay una subtrama romántica en la forma de un triángulo amoroso que es completamente funcional a la trama principal, cuyo desarrollo considero la única falla del guion. Una de las relaciones que lo conforma se desarrolla plenamente, mientras la otra es endeble y forzada, y por lo tanto no se siente esa indecisión entre dos amores que vende el poster.
Por el costado técnico tenemos una dirección de arte impecable así como una fotografía y una música prolijas. Lamentablemente los elogios solo llegan hasta ahí, porque la elección de planos de la dirección es caprichosa, de montaje apresurado; no le da tiempo al espectador para procesar la información. Todo esto por no decir un trabajo de efectos visuales en donde se notan los recortes de los actores ante el fondo virtual.
En materia actoral, Emilia Attias, Guillermo Pfening, Mara Bestelli y Roberto Birindelli entregan un gran nivel de profesionalismo, pero a pesar de sus mejores esfuerzos no se puede evitar notar que la mayoría de las veces están tratando de seguir una marcación cuando sus acciones deberían ser naturales; se les nota que están tratando de seguir su instinto pero algo en el final los obliga a hacer algo acartonado. Este inconveniente es más de dirección que de los intérpretes en sí mismos.
Conclusión
Dolores contaba con varias cosas para ser una película decente: un guion prolijo, un estilo visual impecable y unos intérpretes más que capaces, pero la dirección no supo coordinar estos dones para que dieran lo mejor de sí, y el resultado final es un producto que aunque agradable a los ojos es de una vitalidad más forzada que orgánica.