Críticas
REVIEW: Las Diosas de la Cocina
Un documental que deja a su objetivo en un segundo plano.
Crítica realizada en el marco del 4to Festival de Cine Culinario
Una de las humoradas machistas más tristemente conocidas es que el lugar de la mujer es la cocina, por lo que resulta una ironía que
Mucho Reclamo y Poca Cocina
Las Diosas de la Cocina es la travesía hecha por su realizadora en busca de las más talentosas chefs femeninas alrededor del mundo, cuyos talentos han sido opacados por los chefs masculinos a un extremo tal que estos pueblan los resultados de las búsquedas en Google. Este documental busca traer sus talentos a un muy necesario reconocimiento.
Las Diosas de la Cocina tiene un grave problema narrativo. Si bien se ven damas y se ven las cocinas, hay poco y nada del oficio. De todo el despliegue de cocineras que ostenta este documental, solo vi obrar de oficio en profundidad a dos: a la chef francesa Anne Sophie Pic y a la sommelier argentina Paz Levinson. Por fuera de estos dos ejemplos, todos los otros testimonios del documental son un reclamo detrás de otro hacia el injusto dominio del sexo masculino en la industria de la cocina.
Las primeras entrevistas te sorprenden al constatar cuán antiguo es el debate, así como ciertos datos de color tales como de dónde vino el sistema de calificación por estrellas de la guia Michelin. Luego, a medida que progresa el metraje, el tema de la cocina se va descuidando paulatinamente al extremo de meter -entre reclamo y reclamo- planos de actividades de cocina para que no se olvide cuál es el tema al que se pretende llegar. Acercándose al final ya abrazan plenamente su condición de reclamo, y la cocina es simplemente el fondo donde transcurren estas declaraciones, nada más.
Si la idea es mostrar que las mujeres pueden igualar o superar en la alta cocina a los hombres, entonces eso es lo que debe mostrarse, porque por más incómodamente ciertos e incuestionablemente válidos que sean tus reclamos sobre la injusticia machista, solo van a ser eso: reclamos, más todavía si estos toman el primer plano de la conversación. Si hasta este documental no les daban oportunidades como chefs, dudo que su estreno ayude a revertir la situación a futuro.
Por el costado técnico está prolijo; no hay mucho para criticar pero tampoco mucho para elogiar. El encuadre simplemente toma al sujeto de la conversación sin ningún otro rebusque estético.
Conclusión
Las Diosas de la Cocina es un documental que dice ser una cosa y tristemente resulta ser otra. ¿Debemos mostrar los pormenores de un oficio ignorando las injusticias de género? Por supuesto que no, pero dejar que el segundo se coma al primero le juega en contra a la hora de lograr su objetivo, y eso contribuye a que el resultado final sea tedioso.