REVIEW: Lasciati Andare

Eficiente comedia de la mano de un dúo protagónico con mucha química.

Crítica realizada durante la 4ta Semana del Cine Italiano

El cuerpo no puede vivir sin la mente y ambos son un todo. No obstante hay algunos que le prestan más atención a lo primero que a lo segundo, y viceversa. O lo que es peor, cada uno piensa que tiene la razón. Lo cierto es que un balance es necesario y desde Italia, Lasciati Andare viene a ilustrarnos por qué en clave de comedia.

Mente Sana en Cuerpo Sano

Elia es un cínico psiquiatra que tras experimentar un problema de salud decide anotarse en un gimnasio. Allí conoce a Claudia, una instructora de aerobics que eventualmente se volverá su personal trainer. A medida que avancen las sesiones, su relación trascenderá lo profesional y se terminaran involucrando en los problemas el uno del otro.

Lasciati Andare aprovecha todo el potencial humorístico de su premisa, y una de las razones por la cual la película es llevadera es cómo se complementan los protagonistas. No tanto por ser uno de los personajes más cerebral y el otro más físico, sino porque ambos están en los polos opuestos del raciocinio. Elia piensa demasiado, mientras que Claudia no piensa tanto como debería, y son estas posturas las que les ocasionan trabas en sus vidas. Una gran parte de las escenas cómicas están arraigadas en dicha declaración.

Por otro lado, debe decirse que los intercambios humorísticos, aunque efectivos y benefician al desarrollo narrativo, terminan desembocando en una trama policial que no suma mucho, pero como sostiene primordialmente los códigos del genero principal donde se inscribe la película, tampoco molesta para achacársela como un error.

En el costado actoral, Toni Servillo, ese gran titán del Cine Italiano, presta con gran integridad y solvencia un rol un poco más liviano respecto de las historias dramáticas donde uno está acostumbrado a verlo. La española Veronica Echegui despide energía y frescura como su coequiper. Ambos tienen una química muy eficiente a los usos y propósitos del relato. Del costado técnico no hay mucho que analizar más que su prolijidad, ya que responde estrictamente a las necesidades del apartado actoral.

Conclusión

Lasciati Andare es una llevadera comedia avalada por un guion adecuado y actuaciones que están a la altura de lo que se propone narrar. No es una obra maestra, pero tampoco aburre y sus personajes son queribles así como su dinámica. Si la eligen, mal no la van a pasar.