REVIEW: Mucho Ruido y Pocas Nueces

https://www.youtube.com/watch?v=bYj-2vFLbtc

Crítica realizada durante el BAFICI [18].

Pantalla Grande + Shakespeare + Kenneth Branagh = Espectador Feliz

¿Cómo decirle que no a uno de los pocos directores que tan bien supo llevar la obra del bardo inmortal al cine? El BAFICI nos da una oportunidad única de gozar en pantalla grande Mucho Ruido y Pocas Nueces, y a continuación te ofrezco mi apreciación sobre la experiencia.

De Héroes, Claudios y otras yerbas…

La historia es sencilla: Hero y Claudio se enamoran y se quieren casar, pero hay quienes conspiran para que esta historia de amor llegue al altar. Por otro lado, los solteros ––y orgullosos de serlo–– Benedicto y Beatrice juran que jamás se enamoraran, hasta que sus amigos ponen en marcha una elaborada treta para que cambien su parecer… el uno con el otro.

Por el costado del guion, no hay mucho que criticar; el precepto reza que si no está roto, no tiene porqué arreglarse, y Kenneth Branagh sigue este precepto al pie de la letra, nunca mejor dicho. Considerando que las obras de Shakespeare suelen ser bastante extensas, Branagh halla la manera de tomar los puntos de giro esenciales de la obra original, pero dejando intacto en el resultado final el pentámbrico yámbico por el cual Shakespeare es tan celebrado.

Por el costado estético, hay un gran diseño de producción y una puesta de cámara prodigiosa, con el Steadicam adelante de todo; una herramienta fundamental que hace al espectador cómplice de toda la historia que se desarrolla ante nuestros ojos. Por el costado actoral, Denzel Washington, Emma Thompson, el mismo Kenneth Branagh, Robert Sean Leonard y una jovencísima Kate Beckinsale entregan interpretaciones a la altura de sus talentos. Eso sí, debe decirse que el único que desentona es Keanu Reeves, que a menudo parece que recita de memoria el dialogo en vez de imprimirle emoción.

Conclusión

Poder ver Mucho Ruido y Pocas Nueces en una sala de cine es una experiencia inmersiva y narrativamente fluida que confirma algo que era cierto en el momento de su estreno y lo es hoy: si William Shakespeare fuera director de cine, su nombre seria Kenneth Branagh.

¿Te gustó lo que leiste? Ayudanos a seguir creciendo! 
-