Nuevas Series: las recomendadas, las que SI

No todo es una porquería aunque, en cantidad, las producciones que NO salen ganando. La nueva temporada de series trajo varias sorpresas, algunas imaginábamos lo serían, otras nos cayeron de la nada.

Transparent se ganó nota propia hace unos días pues al ser de Amazon tuvimos toda la temporada completa que cerró a la perfección. También les destaqué The Flash y A to Z porque impresionaron de entrada.

A continuación les contamos cuáles son las otras que requieren un visionado urgente porque nos obnubilaron y son las grandes series del momento (aunque como recién arrancan no podemos poner las manos en el fuego porque logren mantenerse)

The Affair

Dos capítulos bastaron para colocarla entre lo mejor de este 2014 que se nos va. Es que esta historia de una infidelidad contada desde dos puntos de vista es tan hipnótica como intrigante.

Dominic West (The Wire) es Noah, el marido de Helen (Maura Tierney – ER), son una pareja feliz, tienen varios hijos bastante molestos, a la que el paso de los años ha ido erosionando con un lógico desgaste. Van de descanso a la casa en la playa de la adinerada familia de ella y allí cambiará todo.

Noah conocerá a Alison (en la piel de Ruth Wilson, la inolvidable Alice de Luther) que a su vez está casada con Cole (interpretado por Joshua Jackson) y surgirá entre ellos una inevitable atracción.

El tema con esta serie es que cada capítulo se divide en dos partes: la primera mitad con la visión de los hechos de Noah, la segunda con la de Alison. Es que sabemos algo trágico ha pasado pues ambos protagonistas están sentados contando la misma historia ante un oficial, muy a lo True Detective.

No sabemos qué sucedió pero ellos nos lo irán contando de a poco. Y aquí el hallazgo de esta serie de Hagai Levi y Sarah Treem (dupla a cargo de la brillante In Treatment): los dos recuerdan los sucesos pero de manera muy diferente. El punto de vista de cada uno varía tanto que es imposible saber cuál dice la verdad (¿o tal vez ninguno mienta?)

Esa variación nos va a llevar a conocer las distintas percepciones de momentos clave como cuando se conocieron: para él fue ella quien lo sedujo conscientemente, para ella el que se regaló a la pasión que veremos fue él. Y hasta cambia lo que sabemos de los personajes pues cada actor debe jugar la misma escena desde dos ángulos (el cambio de visión que nos dan sobre el marido de ella es fantástica) porque al fin y al cabo ¿desde cuándo confiamos en el narrador? Tenemos así dos miradas, dos interpretaciones de lo mismo.

Tenía miedo que haya sido un piloto brillante que luego no sabría para donde ir, pero el segundo capítulo mantiene y amplia el misterio, la fascinación que esta producción de Showtime nos ha producido.

Kingdom

¿Una serie con Nick, el más joven de los Jonas Brothers, es de lo mejor de esta nueva tanda de series?. ¿Nick Jonas da una interpretación brillante? Háganme el antidoping que lo paso tranquilo.

Es que KIngdom vino a suplir una falta que en materia de series hace tiempo se hacía sentir: el drama deportivo. Si bien es mucho más que eso y desarrolla un dramón familiar repleto de testosterona, violencia y muchos golpes, la serie de DirectTv se centra en el mundo de las Artes Marciales Mixtas (MMA), esa especie de Box pero dentro de una jaula, que permite patadas y tirarse arriba del contrincante para impedir vuelva a ponerse en pie. Y resultó un show con mucho futuro (con apenas el piloto emitido la acaban de renovar en el acto para una segunda y tercera temporadas de 10 episodios) en la línea de películas como The Fighter, Warrior o incluso Rocky: la lucha como forma de vida y como redención.

Frank Grillo ( Capitán América 2: El soldado de invierno, The Purge: Anarchy) es Alvey Kulina, el padre de familia ex estrella de MMA al que la vida (y el alcohol, y las drogas) alejaron de los rings y que hoy regentea un gimnasio junto a su mujer Lisa (Kiele Sanchez, Nikki en Lost). Su obsesión (y la salvación de su alicaído negocio) es su hijo menor Nate (Nick Jonas), una estrella en potencia de ese deporte, en riesgo por vivir –en contra de los deseos del padre- con su hermano mayor Jay (Jonathan Tucker, Parenthood) quien lleva tiempo descarrilado, atrapado por los excesos, arruinado su presente y futuro. Las relaciones entre ellos, la tensión constante, los sueños rotos y las esperanzas siempre latentes marcan el pulso del show que se teje entre piñas, mucha cámara nerviosa emulando lo mejor del cine independiente, barrios marginales y peligro inminente.

Y para sumarle un poco de tensión sexual -que nunca está de más- aparece otro personaje con ansias de protagonismo como es el Ryan Wheeler personificado por Matt Lauria (Friday Night Lights ), ex estrella de MMA que terminó en la cárcel por demasiadas malas decisiones y que hoy sale para escapar de la violencia que reinó su vida reinsertándose en el ambiente más contradictorio para su fin: la lucha. Pero resulta que Ryan es el ex de Lisa, hoy en pareja con su amigo Alvey por lo que el triángulo se ve venir a la legua.

Un melodrama en envoltorio inesperado. Una propuesta más que interesante.

Marry Me

¿Es 2014 el año con mayor cantidad de comedias románticas en TV? Tal vez. La mayoría se hundió en el intento pero Marry Me sale dignamente parada jugando en ese género del que resultó la primera cancelación de la temporada: Manhattan Love Story (no digan que no les avise).

Más allá del divertido plot inicial -en que Annie y Jake (Casey Wilson y Ken Marino) vuelven de unas soñadas vacaciones donde Annie creyó iba a suceder algo que estaba esperando hace tiempo: que Jake le pediría matrimonio, cosa que no sucedió y desatará los enredos del episodio piloto- Marry Me es el romance de dos personas que pasaron los 30 (el anda rondando los 40) y que ven el amor, el casamiento, la convivencia desde los ojos de esa edad que debería ser adulta pero que, como los tiempos han cambiado, ya no es obligatoriamente signo de madurez.

Marry Me tiene a su favor que no vamos a ver la pareja conociéndose ni historias de veinteañeros tratando de conquistarse, ellos llevan 6 años juntos y llegó el momento de dar el paso que falta, lo que a ninguno de los dos le será sencillo y abre las puertas a otro tipo de situaciones que esperemos sepan desarrollar como en este auspicioso arranque.

Ingeniosa. Simpática. Del creador de Happy Endings, con un grupo de secundarios bien caracterizado y mucho estilo es una de las comedias que podés sentarte a mirar y disfrutar de 20 minutos que se pasan volando.

Además tiene la suerte (con la que no cuenta A to Z) de que le está yendo bien en audiencias (ayudada claro por tener de lead-in en NBC al fenómeno The Voice) por lo que es una de las renovaciones fijas de mantenerse así, y tiene muchas posibilidades de pulir errores y enmendar ciertos vicios que a pesar de todo no impiden colocarla como lo mejorcito de las nuevas comedias.

Jane The Virgin

Nos hacemos los cool pero no podemos resistirnos a una buena telenovela. Y si ese culebrón adopta forma de serie ¿qué mejor? Este es el caso y resulta maravilloso.

“Juana la virgen” fue una telenovela venezolana a la que CW vió con buenos ojos para adaptarla a su pantalla y el pase de esa novela a serie es uno de los aciertos del año. Una muchacha, Jane (Gina Rodriguez) que firme a sus convicciones religiosas decide mantenerse virgen hasta el matrimonio. Lleva 2 años de novia con Michael (Brett Dier, imagínense como está el muchacho) y su pasión son las telenovelas con galanes soñados y romances imposibles. Pero un día va al hospital donde cometen un error garrafal y que va a cambiar la vida de esta chica y de todos que la rodean: la inseminan por equivocación.

Todo lo que sucede alrededor de ese hecho -la abuela híper recontra religiosa, la madre joven que la tuvo a su misma edad y ve repetirse la historia, el ricachón padre biológico del bebe (Justin Baldoni) con sus dramas, y hasta el galán de la novela que mira Jane (Jaime Camil) que aparecerá en el rol menos pensado- es un verdadero soplo de aire fresco entre tanta serie que no para de repetirse o ser más de lo mismo.

Jamás hubiese imaginado que una serie con mucho de ese culebrón del que bebe y hasta con ¡música de Juanes! podría transformarse en la propuesta original y atractiva que es.

Los críticos norteamericanos hace meses vislumbraban en la protagonista una de esas caras que venía para quedarse y no le erraron. Gina le aporta a Jane la espontaneidad y ternura que la transforman en totalmente querible. Véanla, ni lo duden.