RECAP: Better Call Saul 1×08, Rico

Better Call Saul 1×08 le da a Jimmy McGill un poco de luz, por primera vez algo le sale bien y el aura ganadora lo rodea. Pero sabemos que la buena fortuna tiende a darle la espalda al futuro Saul Goodman, torciendo a cada paso sus buenas intenciones, por lo que a dos capítulos del final ¿la trama de Rico confluirá finalmente en Jimmy rompiendo mal?

Better Call Saul 1×08: Rico

Suponemos que ya viste el capítulo, si no lo hiciste ¿Qué hacés acá?

Estar ante una precuela de Breaking Bad nos deja algo claro: el éxito del protagonista (más a los niveles que augura este episodio) no puede darse. Jimmy se encuentra ante una demanda colectiva por 20 millones de dólares y si los ganase no habría motivo para ser el Saul que vimos junto a Walter White.

Arranquemos por el principio: el personaje de Bob Odenkirk nos revela otra parte de su historia, cuando era un cadete en HHM, novio de Kim y obtiene por correspondencia el título de abogado para sorpresa (y aprobación) de Chuck. Jimmy desea seguir los pasos de ese referente que actúa como guía y parangón moral; ya recibido le pide empleo en la firma y es bastante evidente la reticencia del hermano mayor. El tener que consultarlo con los demás socios suena a verso y cuando Hamlin le niega el trabajo, pateándolo por 6 meses, tenemos que sospechar: ¿es él quien habla o el hermano tuvo algo que ver? Meras especulaciones pero se siente lógico que Chuck, abogado exitoso y temido, tenga recelos sobre el accionar de su hermanito menor.

En el presente Jimmy se va a enfrentar a su primer gran caso. Lo que comienza con una tierna ancianita a la que no le alcanza el dinero para pagarle 140 dólares (que Jimmy, pan de Dios, le rebaja a 120) va a transformarse en una demanda masiva a un complejo de residencias para ancianos que estafa a los abuelos sobrecargándoles pequeños gastos.

Su traje blanco a lo Matlock (emblemática serie de abogados de fines de los años 80) no impedirá a Jimmy meterse en un inmundo contenedor de basura para conseguir las pruebas que necesita. Ellas lo llevan a casa de su hermano, quien termina ayudándolo y convirtiéndose en socio de aventuras.

La investigación va por buen camino por lo que aparece el bufete de las residencias Sandpiper Crossing. Rick Schweikar (Dennis Boutsikaris) los amedrenta diciéndoles que no tienen caso, pero los hermanos han reunido varias evidencias y van a acusarlos de violar la ley Rico (a nada le temen más los norteamericanos que a esa ley, bueno, si… a ser negros) por comprar mercancías a través de las fronteras estatales. La cara de espanto del abogado indica que están en lo cierto y Chuck se despacha con un pedido multimillonario de 20 millones de dólares.

Como dijimos al inicio no creemos que esto salga bien pues en Breaking Bad no existía esa riqueza en Saul, veremos que caminos misteriosos nos tienen preparados Vince Gilligan y Peter Gould. El primer indicio de que las cosas no irán como lo planean nos lo da Kim al recordar que Chuck es parte de HHM y no puede realizar este tipo de trabajos por su cuenta, hecho que sumado a la tensa relación con el socio principal deja a las claras que los dos episodios restantes van a darnos la razón.

Jimmy se esmera en hacer las cosas bien, el destino lo fuerza al mal. Un mal que, en línea paralela a la principal, se acaba de ganar a Mike. Siempre supimos que el hombre oscuro interpretado por Jonathan Banks hace lo que hace por su nieta, pero en Better Call Saul 1×08 la niña adquiere un valor tal que a Mike le importan poco y nada las pegatinas del trabajo, levantando las barreras para que los autos pasen sin ellas: su nuera atraviesa una crisis financiera tan grave que ni siquiera el dinero causante de la muerte de su esposo (hijo de viejo Ehrmantraut) es capaz de cubrir.

La motivación principal para la senda siniestra de Mike ha aparecido y el tipo corre a ese veterinario con turbias conexiones. Hay un Gus Fring que lo espera al otro lado del camino.

Por lo demás, Jimmy y Chuck trabajan juntos olvidándose de la aversión a las ondas electromagnéticas del segundo que con total normalidad sale a la calle como si nada pasase, hasta que Jimmy le hace notar que se ha parado al aire libre en la soleada Albuquerque.

A ritmo lento la serie sigue su propio pulso, con un guión que da ganas de ir y abrazar a los autores. Sin prisa (libertad dada por haber sido renovada sin aún estrenarse) se está construyendo no sólo el proceso para llegar de Jimmy a Saul, sino también el mejor nuevo show de esta primera parte del año.