RECAP: The Walking Dead 5×15, totalmente dañados

The Walking Dead 5×15 cumple la función de un claro capítulo de transición acercándonos al final de temporada que promete ser épico. La tranquila vida en Alexandría se siente como un espejismo deformado tras los trágicos acontecimientos vividos, el grupo de sobrevivientes encabezados por Rick (Andrew Lincoln) ha perdido la noción de vivir civilizadamente y están convencidos que la paz no es una opción en el mundo asestado de zombies. Nada puede salir bien en ese panorama.

The Walking Dead 5×15: Try

Suponemos que ya viste el capítulo, si no lo hiciste ¿Qué hacés acá?

Deanna y su familia viven el duelo por la muerte de Aidan. El CD del fallecido marcará el ritmo de esa pérdida al son de Somewath Damages (Un tanto dañado) de Nine Inch Nails. Mientras la líder de Alexandria sufre, Sasha vigila desde la torre visiblemente fuera de eje y Carol prepara unas pastas que dejará a en la puerta de la familia en duelo con una nota expresando sus condolencias. Deanna agarra el mensaje pero sólo para quemarlo.

La brecha entre los recién llegados y los habitantes de la pacífica comunidad se ha abierto y parece nada logrará cerrarla.

Nicholas, el cobarde causante de la muerte de Noah (Recap episodio anterior, acá) cuenta su versión de lo sucedido que obviamente no concuerda con lo que vimos. En esa ficción el culpable de todo es Glenn, quien dolido habla con Rick. El sheriff Grimes insiste en que la gente de Alexandria no sabe lo que hace, Glenn quiere hacerles entender pues Noah creía en ese lugar; pero Rick no puede obedecer reglas de gente destinada a fallar: las reglas las deben poner ellos mismos.

Uno de esos nuevos mandamientos para sobrevivir es que si le pegás a una mujer debés morir (más aún si el héroe está alzado con ella). Carol sabe que si su marido no hubiese muerto ella no sería la hija de perra que es ahora, por lo tanto Pete -el marido de Jesse- debe desaparecer. El sheriff comenta su macabra idea a Deanna que resulta tener conocimiento de los abusos, pero claro: es preferible mantener un cirujano que eliminar a un golpeador. Siempre. ¿No?

Rick no comprende la postura de la mujer; la única opción según él es matar, porque exiliar como ella plantea es carne de cañón a un salvaje regreso cargado de armas y furia como ya han experimentado.

Daryl y Aaron siguen de expedición buscando alguien para reclutar. Sólo unos putrefactos van por ahí hasta que a lo lejos una luz les llama la atención. Ser vivo a la vista, peligro latente otra vez, pues tratando de alcanzarlo descubrirán zombies desmembrados y una mujer atada a un árbol con los intestinos colgando, a punto de convertirse en muerto viviente. Ha sido colocada a manera de cebo y tiene una W tallada en la frente.

Esa letra es una constante entre los caminantes que vemos en The Walking Dead 5×15, lo extraño es que está marcada no en cadáveres descompuestos en el piso sino en zombies que siguen de pie. ¿Quién los marca y no los mata? ¿Por qué? La respuesta parece ser la clave para la sexta temporada, hagámonos de paciencia.

En el bosque, Michonne y Rosita buscan a Sasha que ha quedado más trastornada que los demás. Descarga ira matando zombies hasta que las 3 mujeres se ven enredadas en una horda de la que tendrán que defenderse. (Otra vez walkers con la W ¿de Whispers? ¿o es la M de Morgan según como se mire?). En esa batalla Michonne recordará sus inicios en los que llevaba zombies esclavos y usaba la espada para decapitar sin piedad. Todo ha cambiado para ella, no ha girado a la locura y aparenta estar más cuerda que su co-equiper Rick.

No nos olvidamos, antes de la bataola final, observar el incipiente romance adolescente del show. Carl (más caliente que su padre) ha crecido en pleno apocalipsis sin verle la cara a Dios. Sigue a Enid en sus escapadas, charlan y cuando aparece un grupo de zombies se esconden en el lugar más estúpido: un árbol ahuecado en el que tranquilamente entraría un zombie y se los comería vivos, pero no importa, la función es tener a los pibes cerca y lo consiguen. Frente a frente verán sus miedos (y sus ganas). Si alguien va a tener sexo esta temporada debería ser el hijo (Chandler Riggs), porque el padre tiene un brote psicótico y manda Alexandria al diablo.

Rick y Jesse se sinceran sobre ese marido maltratador. Ella cree poder arreglarlo, pero él sabe que no lo conseguirá y se ofrece a cuidarla junto a sus hijos. La mina lo manda a freír churros y en la calle Rick experimenta un quiebre ante tanta normalidad junta.

Si no luchas, mueres

Rick vuelve a la casa y quedará peligrosamente cerca de la mujer justo cuando entra Pete otra vez borracho (si ese es el cirujano del pueblo mejor cocerse uno mismo). El melodrama romántico con zombies estalla en una pelea desenfrenada entre los dos hombres. Pete vuela por la ventana y la furia se desata en plena calle ante la mirada atónita de los habitantes.

Cubiertos de sangre se matan a piñas y nada logra detenerlos hasta que Deanna irrumpe, Rick saca su arma y le apunta totalmente fuera de sí (o más en sí que nunca, cómo saber) al grito de “ustedes no entienden nada”. Rick y los suyos son quienes saben lo que se debe hacer y lo hacen, no dudan -dice- nadie entiende mejor que ellos al nuevo mundo real; pero aparece Michonne y detiene el discurso nockeándolo.

Quedamos al borde del final de temporada (que tendrá episodio de 90 minutos), los jugadores están más divididos que nunca, incluso Rick viene perdiendo el apoyo de algunos de sus compañeros. Los límites morales de nuestros protagonistas han desaparecido y el intento de refundar la civilización debe hacerse bajo nuevas normas que no son del todo éticas. El mundo que habita la serie ha cambiado y el show se torció tanto como esos personajes sabiendo que o cazan o son cazados.