RECAP The Walking Dead 7×10: el reencuentro más esperado.

The Walking Dead 7×10 sigue juntando fuerzas para esa guerra contra Negan que está al llegar (presumiblemente para cerrar la temporada). Esta semana presenta una nueva comunidad que será clave en esa batalla y, a su vez, nos entrega uno de los reencuentros más esperados por los fans del tanque zombie.

The Walking Dead 7×10: New Best Friends

Obviamente ¡Spoilers!

La sonrisa con que Rick cerró el episodio anterior (RECAP, ACA) tuvo su obvia explicación: al nuevo grupo que los amenaza, nuestro héroe lo ve como un aliado para su guerra personal. La comunidad que vive entre chatarra se convierte en el primer grupo que abiertamente acepta enfrentar a los Salvadores: claro que son un poco vagos y lo harán recién después que Rick y los suyos les consigan armas (¡Tara… puedes nombrar Oceanside, por favor, antes que enloquezcamos!).

Esto de llamarlos “vagos” no es azaroso: lo son en realidad, si hasta tenían la certeza de todo lo que se ocultaba en el famoso bote, pero no querían arriesgarse a sacarlo ellos. Es así como atraparon al Padre Gabriel y se quedaron con lo suyo.

Sus vidas nos pertenecen

Le dice Jadis (Pollyanna McIntosh), la líder del grupo, a Rick… como si hubiese estado sintonizando otro canal y ni se enteró que hace meses lo único que decimos es “Negan esto, Negan lo otro”. Un combate deberá demostrar que Rick es digno de su confianza. A luchar se ha dicho.

El protagonista es sometido a una pelea mano a mano contra un zombie muy creepy a lo Mad Max (si notan un estilo que recuerda demasiado al universo de George Miller, es porque el diseñador de arte de la serie, Grace Walker, trabajó en la saga original y tomo varias referencias). Marche una antitetánica para Rick, que esos pinches de Winston no se ven muy limpios que digamos.

¿Quién es Winston? Por ahora no lo sabemos. Lo que sí sabemos es que el zombie con armadura tiene una gran historia detrás que será presentada en los próximos episodios.

Podríamos decir que el nuevo grupo es un tanto ridículo (la forma de vestir, hablar y moverse lo atestiguan) pero es un nuevo buen intento del show por acercarse al tono post-apocalíptico que caracteriza este tipo de obras. Y funciona mejor que The Kingdom, ese reino con un rey que no se la juega y un tigre CGI que apenas si aparece porque debe ser muy costoso recrearlo, incluso para la serie más exitosa del panorama actual (miren los ratings del regreso, AQUÍ).

En The Kingdom el factor clave es Richard. Harto de los Salvadores, casi lleva a que el intercambio con los villanos termine en tragedia. Quiere despabilar de una vez al Rey Ezekiel y para ello, si es necesario, será el encargado de generar la chispa que hará explotar todo por el aire.

Intentará ocasionar una pelea con los salvadores, así el Rey se da cuenta que no es posible la paz con esa gente. ¿A quién recurre como aliado? Al visitante Daryl. ¿Qué idea desacertada se le ocurre? Utilizar a Carol (Melissa McBride) como carnada.

¡Con Carol NO!

El plan para forzar la guerra es matar un par de Salvadores y dirigir pistas para que Negan y los suyos crean que los asesinó Carol, persona a quien Ezekiel le guarda mucho afecto. Cuando la maten, al Rey no le va a quedar otra que dejar la paz fuera de la ecuación. Digamos que el plan de Richard suena inteligente, pero no contaba con que Daryl jamás permitirá que toquen a Carol. La inteligencia que Richard presentó por escasos minutos, se difumina cuando osa enfrentarse a Daryl ¿qué esperaba, que Daryl deje matar a la que sabe es su amiga? Piñas van, piñas vienen, el plan se reduce a cenizas y Daryl finalmente va a ir a encontrarse con Carol después de mucho tiempo.

Siempre digo que el factor fuerte de una serie son sus personajes. Cuando estos no funcionan, el show se va al tacho; cuando sí funcionan, la relación espectadores-personajes sumada al tiempo (llevamos 7 años siguiendo a esta gente) permite que podamos dejar de lado ciertas incoherencias o trampas del relato, por el afecto que lograron generar en nosotros. La fuerza del reencuentro Daryl-Carol es muestra fehaciente de ello: no nos importa más nada, porque como fans de la serie, en The Walking Dead 7×10 nos acaban de brindar un momento glorioso.

La evolución de los dos personajes ha sido tan grande, que esta escena es de lo más emotivo que la serie ha presentado hasta ahora, sin necesidad de tiros, muertes o zombies acechando. Una simple charla en la que entenderemos el por qué Carol se alejó del grupo como lo hizo: ya no podía soportar perder a nadie, y el saber que cuando toquen a uno de los suyos estaría obligada a matar (a riesgo de perder lo poco de humanidad que le queda) decidió partir. Ojos que no ven.

Daryl, en una decisión que se siente totalmente acertada al escuchar las palabras de su amiga, prefiere no contarle que Negan destrozó a Glenn y Abraham. Acepta la postura que tomó y se guarda esa verdad que la llevaría a luchar nuevamente. Corazón que no siente.

Sabemos que tarde o temprano Carol se va a enterar de la muerte de sus amigos y no habrá Dios que proteja a Negan de su furia, pero es un gran mérito del show (recordemos que ambos personajes en este punto no están siguiendo al cómic de Robert Kirkman) que ello no se vea forzado por guionistas necesitando estirar lo inestirable, y pase a ser uno de los mejores instantes de una serie que con su masividad se ha ubicado en el ojo de detractores acérrimos y fans que la defienden a capa y espada.

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