RECAP: The Walking Dead 5×09, sin lugar para los débiles

Volvió The Walking Dead con su quinta (y mejor hasta el momento) temporada. El regreso confirma la tendencia del show a tratar de innovar a pesar de tener el futuro asegurado y las audiencias mundiales rendidas a sus pies por más estupideces que hagan sus personajes.

The Walking Dead 5×09: What Happened and What’s Going On

Suponemos que ya viste el capítulo, si no lo hiciste ¿Qué hacés acá?

What Happened and What’s Going On (Lo que pasó y lo que está sucediendo) marca la continuación del recorrido del grupo de sobrevivientes post muerte de Beth (Emily Kinney). El episodio viene a marcar un punto de inflexión y a su vez reflexión sobre lo vivido por estos personajes y eso a lo que están destinados ser en ese mundo apocalíptico que los hace enfrentar con sus más profundos temores.

Antes de los créditos nos encontramos con una secuencia casi onírica en la que pasado y presente convergen en torno a lo que creemos el entierro de Beth. Locaciones que habitaron y de las cuales tuvieron que huir, personas que ya no están, dan un par de minutos en que la serie juega con sus elementos y aporta un trabajo visual que no es recurrente en ella.

A lo largo del episodio nos daremos cuenta que nada es lo que creíamos. Rick y el grupo se disponen llegar a Virginia, la tierra de Noah (Tyler James Williams) a la que pensaba ir con Beth y que el recién incorporado cree se encuentra a salvo y en paz. Groso error.

Al llegar (no todos, algunos se quedan a la espera de que confirmen se trata de un lugar seguro) descubren que la ciudad es carne de zombies como cada espacio al que van y no tarda en llegar la tragedia. El acto idiota esta vez lo realiza Noah, quien se dirige corriendo a casa para ver si su familia aún existe, Tyreese (Chad L. Coleman) lo persigue para protegerlo y un zombie (hermano de Noah) le muerde el brazo condenándolo.

Allí comienza el camino espiritual de Tyreese hacia su muerte y la estructura del episodio se diferencia del resto con la dirección en manos de Greg Nicotero (el encargado de FX del show).

Si bien la religión siempre ha estado presente, The Walking Dead 5×09 es una clara metáfora de la vida y la muerte y como nos enfrentaremos a esta última cuando nos llegue el momento. Los detractores de la serie detestarán este capítulo pero no dejarán de mirarlo porque todavía no aprendieron a dejar de ver algo que no les gusta. Los demás experimentarán uno de los capítulos más emocionales que nos dieran Robert Kirkman y equipo, con un uso del sonido y la fotografía pocas veces aquí utilizado.

Ante las alucinaciones de Tyreese veremos volver a personajes que ya partieron a otra vida y que vienen a acompañarlo en su viaje final: Beth (¿Pensaban que se habían librado de Beth cantando? Bueno NO, la pesadilla continua un rato más), las hermanitas Lizzie y Mika, Bob, el propio Gobernador (gran cameo de David Morrisey) y Martin, aquel muchacho que amenazó con matar a Judith en el arranque de la temporada. Es él quien terminará por recordarle a Tyreese que tal vez nada de lo que pasó y está pasando sucedería si él no hubiese cometido los errores que por cobarde cometió.

Perdón, vuelvo unas líneas atrás: ¡está el Gobernador! Ya está, no puedo pedir nada más.

Sigamos. El efecto dominó es una perra y si Tyreese no hubiese mentido tal vez las cosas podrían haber cambiado. Pero muere, y ese entierro que creíamos de Beth era del hombre que nunca comprendió del todo cómo es habitar ese mundo oscuro y que no estaba preparado para no dudar en matar al peligro que se ponga enfrente.

Es mejor ahora

Le dicen las niñas que adquieren un tinte siniestro y seguimos comprobando que las malas decisiones (la de los personajes, no la de los guionistas que hacen aparecer hordas de zombies de la nada sólo porque lo necesitan para seguir con la acción, media pila muchachos) parecen ser un karma para estos seres que buscan un mínimo de esperanza donde sea, si hasta puede ser esté -según Michonne- en Washington aunque la mentira de Eugene quedó al descubierto.

Mucha acción, mucho zombie calcinado, torsos putrefactos, tiros, katana y todo lo que nos gusta. Nos faltó un poco de Daryl y Carol pero se la dejamos pasar.

No esperábamos tan pronto la muerte de un personaje central, no nos recuperamos aun de despedir a Beth que ya se sacan de encima otra parte importante del elenco (brutal e inútil cortada de brazo mediante). Un fallecimiento que nos agarró desprevenidos y dotó a la serie de un episodio tristemente poético.

No es el mejor capítulo del show como aventuraba Nicotero, pero si uno de los más interesantes de un tiempo a esta parte por su forma de narrar los hechos y con ello de hacernos sentir más que nunca que nadie está a salvo y que, tal vez, quizás, dejar ese mundo sin futuro no sea -a fin de cuentas- tan mal destino.