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RE:CALL Jugando con la memoria
RE:CALL es un juego estilo novela visual con un interesante giro. Hoy te contamos las razones para jugarlo.
RE:CALL es un juego independiente del desarrollador argentino Maitan69, que además es hincha de Boca y bastante termo. Así que por eso tienen que ir y comprarlo; gracias por leer esta reseña, espero que les haya gustado, chau.
Más allá de la “broma”: cuando leí la gacetilla del juego y decía “del creador de Evan´s Remain” me acordé de inmediato del logro “Boquita papá” y sentí la obligación de reseñar RE:CALL. ¿Por qué? Porque así funcionan las pasiones.
Seguramente ya leyeron sobre su magnífica narrativa, el gameplay ingenioso o su trama intensa; a la fecha en que sale esta nota ya abunda el material publicado sobre RE:CALL, pero no quería dejar de remarcar sus virtudes.
Así como en lo personal dicen Boca y ya estoy adentro, RE:CALL es una obra que desborda de pasión por los videojuegos, pero del otro lado de la pantalla. La atención al detalle que tiene es sublime, desde la traducción al “porteño” como la gran cantidad de referencias a la cultura de la música, hasta la adopción del estilo artístico, en cada pedazo de las 8 horas que dura RE:CALL se nota el amor de Matías, o Maitan69 como se lo conoce en el mundo virtual.
RE:CALL juega con la manipulación de los recuerdos
RE:CALL es una aventura gráfica que nos invita a resolver un misterio manipulando la memoria e indagando en los recuerdos para obtener la verdad con un amplio cast de personajes. El guion funciona de maravillas y se va complejizando a medida que avanzamos. RE:CALL nos envuelve en una verdadera historia de detectives.
Posee un estilo pixel art, muy de moda de un tiempo a esta parte, pero del cual el desarrollador no estaba del todo convencido. En una entrevista dijo que estaba medio cansado del pixel art pero era lo que le servía más al proyecto, tanto en tiempos como en costos de producción. Así que ¿te das cuenta Benjamín? El tipo puede cambiar de todo, de estilo gráfico, de doblaje…
Otro gran punto a favor de RE:CALL es la localización: fue originalmente pensado en inglés y cuenta con un montón de referencias hacia el mundo de la música angloparlante, pero en su versión “traducí, no ves que soy de Boca” esas referencia se hacen con artistas locales, así que veremos algún Cerati o Páez dando vueltas por la ciudad. Los textos también están localizados con algún “eh wacho” por ahí.
Sin dudas los mercados más atractivos para los desarrolladores de videojuegos son el norteamericano o el europeo, pero RE:CALL se desarrolló en Argentina, con todos los contratiempos que eso significa. De todas maneras el equipo le encontró la vuelta para dejar referencias al país de origen del dev y hacer un trabajo lleno de ganas. Eso se nota en cada rincón del juego y algo hecho con semejante pasión es imposible que salga mal.
RE:CALL es un juego atractivo, original, tiene la duración justa y un precio recontra amigable (sobre todo en Xbox), hecho por un equipo apasionado por los video juegos que dejó amor por todos lados, y se nota. Y cuando alguien tiene tanto amor para dar, lo que corresponde es aceptarlo y devolverle un poquito aunque sea.
