REVIEW: Habit

Un joven se introduce en un mundo de lujuria, peligro y sangre en Habit, de Simeon Halligan

Crítica realizada durante el 18º Festival Buenos Aires Rojo Sangre

El refugio del placer

Hay encuentros que nos marcan para toda la vida. El de Michael (Elliot James Langridge) con Lee (Jessica Barden), sin dudas es uno de ellos. Mientras Michael es rechazado en un nuevo puesto de trabajo, se cruza con esta chica echada de un edificio por el personal de seguridad.

Lee se prende a Michael de modo inmediato, lo sigue; hace que le invite un trago, que la lleve a su casa y hasta que pase a vivir temporalmente con él y su amigo.

Michael viene de un pasado complicado que no ha dejado que ni él, ni su hermana Mand (Sally Carman) puedan madurar correctamente dentro del mundo adulto. Los fantasmas personles los persiguen.

Para Michael, Lee puede ser un nuevo comienzo, pero esta chica tiene más de una sorpresa.

Lee es la sobrina de Ian (Wiliam Ash), dueño de una “casa de masajes” con señoritas muy lindas dispuestas a complacer a los clientes. Michael se adentra en ese mundo, pasando a ser el “patovica”, para luego descubrir los verdaderos placeros que ahí aguardan para almas torturadas como la suya.

Sangre de mafiosos

Basada en una novela de Stephen McGeagh, el director Simeon Halligan, conocido por The Blood Lands y Splintered, realizó en Habit un típico relato de novato en un mundo que desconoce.

Michael siente a la vez repulsión y atracción por lo que ve, sabe que lo que hace está mal, pero no puede dejar de sentirse atraído por eso ni obviar el participar. Es la parte oscura que brota en cada uno en el momento menos pensado.

El cine inglés es especialista en los relatos de mafias de submundo. Desde el cine de Guy Ritchie en adelante, hay todo un estilo propio para narrar estas historias. Habit puede considerarse un relato de mafias inglesas, más allá de su vuelta de tuerca ligada al terror que en más de una oportunidad pareciera ser una excusa para atraer otros públicos.

Sin embargo, aquí hay poco de ese corte videoclipero y desenfrenado de Ritchie, inclinándose por un estilo de narrativo cercano al noïr tradicional actual.

Sensual atracción por lo prohibido

Halligan crea un clima extremádamente sensual. La noche abunda en música electrónica, neón, mujeres deslizándose como gatos y alcohol en exceso. El día es para el drama y el arrepentimiento.

El horror que narra la historia es presentado casi de modo natural, y hasta permite que entendamos la necesidad de esas acciones.

Si algo destaca en la historia de Habit es el desarrollo de los personajes, ni Michael ni Lee son planos, tienen pasado, razones, zonas oscuras y caras. Lo cual permite que nos podamos ubicar de su lado.

Sin embargo, hay algo que causa cierta extrañeza en Habit y es que, observando su premisa, se siente que Halligan y el equipo podrían haber jugado más con el explícito.

Habit pareciera un drama en un ambiente sensual y sórdido sobre el mundo de las mafias más bajas y perturbadoras. A la hora de hablar de cine de género se la nota contenida y algo fría. Más con el giro que acarrea, que la pudo dejar al borde un gore muy extremo, o de escenas sexuales muy sórdidas. Ni uno, ni lo otro, Habit expresa más su sordidez desde el ambiente que desde lo visual.

Conclusión

Habit es un relato de mafias oscuras con una vuelta de tuerca que pareciera llevarla al mundo del terror. Su tono cuidado y su sensualidad expresada en ambiente, dejan esa idea del horror lejos de lo explícito. Un ritmo parejo y las interpretaciones de sus protagonistas apuntalan positivamente la propuesta.