REVIEW: Solar

Crítica realizada durante el BAFICI [18].

Un título demostrativo más que narrativo.

Piensen un minuto en esto: un chico de 8 años consigue que le publiquen un libro, y no hablamos de cualquier libro, sino uno de un grosor intelectual impensado en un chico de esa edad. Sería un boom de ventas, por no decir un fenómeno mediático. Ahora ¿Qué pasa cuando el niño se vuelve hombre y esa novedad ya no lo es tanto?

Desmitificando al genio

Lo arriba mencionado fue lo que paso con Flavio Cabobianco y Solar toma como punto de partida la re publicación de aquel libro. Con la diferencia que ahora Flavio es un hombre y la película no solo pinta un retrato familiar (junto a su madre y su hermano más precisamente) sino que intenta desmitificar el concepto de genio; un simple mortal que logra una hazaña extraordinaria pero que no está más allá de los defectos.

La película se divide en dos mitades; en una establece a Cabobianco como este niño genio, colaborando con la película, y la otra donde toma control absoluto de la misma, fundando dicha toma de poder en el concepto implícito de que al hacerse una película sobre la vida de alguien, este está más autorizado que el director a la hora de contar la historia; inclusive en temas exclusivamente del oficio tales como composición de cuadro y dirigir a los actores.

Cualquier otro director ante estos desplantes pierde el control y va a cuanto medio de comunicación posible para decir que el tipo es un soberbio y que se la cree. Pero si lo hubiera dicho, nadie le hubiera creído; es más, lo hubieran desacreditado (Le hubieran dicho “Tenés envidia; el chico escribió un libro a los 8 y vos sos un huevón que apenas puede hacer una película, tomatelá.”) Pero el director tiene claro que una de las reglas cardinales del cine es “Mostrar, no contar”. Así que más allá de quejarse, ofenderse, o desafiar, termina por adoptar la más insólitamente efectiva estrategia: la de darle a Cabobianco lo que quiere, o sea, el control de su película. Es a partir de ese punto donde la película se vuelve interesante, y donde queda ilustrado que este chico, aunque inteligente, no es el genio que los medios venden (hasta incluso se revela que el libro que escribió fue más una labor colectiva, pero que por propósitos de marketing lo hicieron pasar a él como único autor.), consiguiendo así el que es, a mi entender, el objetivo último: mostrar al ser humano falible e imperfecto que existe detrás del genio. Que no es un ser superior; un tipo inteligente y sensato, desde luego, pero no mejor que vos o que yo.

La película también marca una diferencia entre dos estilos de cine: el más estructurado y prolijo, propuesto por el director; y el más espontaneo pero desprolijo, propuesto por el sujeto del documental. Me quedo con el estilo del director, muchas gracias.

Conclusión

Solar es un título que viene a demostrar una teoría, y al hacerlo deja de lado cualquier noción tradicional de la narrativa, desafiando ––perdiendo muchas veces, y ganando tantas otras–– el interés del espectador. Una apuesta arriesgada pero que consigue su propósito a pesar de las falencias rítmicas que pueda tener.