REVIEW: The Revolution Won’t Be Televised

Crítica realizada durante el BAFICI [18].

Un producto claro en su premisa, pero que se va por las ramas.

Algunos países tenemos la enorme suerte de contar con una democracia, pero esta debe ser vigilada para evitar que algunos funcionarios avivados hagan de la suyas y la utilicen como un medio para un fin, o sea, la dictadura. No obstante, los pueblos han demostrado a lo largo de la historia que cuando la ineficiencia y el malestar social son muy grandes está en las manos del pueblo hacer algo al respecto. Esa es la tesitura con la que se maneja el documental The Revolution Won’t Be Televised.

La revolución debió haber sido televisada

El documental se centra en las acciones del grupo activista político Y’En A Marre (“Estamos hartos” en Francés) y la enorme movida que inicia cuando en 2012 el Presidente Wade quiere extender su mandato por tercera vez consecutiva, algo que genera mucho descontento en la sociedad Senegalesa. La narración abarca las diversas actividades llevadas a cabo por el grupo; que van desde la denuncia pública hasta la exigencia a los ciudadanos para que se registren como votantes, valiéndose incluso hasta de la música para comunicar su mensaje.

Mirando en retrospectiva, puedo notar que la intención fue mostrar la enorme influencia que tuvo el grupo dentro de la sociedad Senegalesa, y que este documental fue producto de cuatro años de trabajo que tuvieron que condensar en una película de casi dos horas. El gran problema que tienen es que empieza como una narración centrada y promediando la película comienzan a divagar, a perder ese centro, lo que sumado al ritmo cansino de la cinta trae como resultado la sensación de estar viendo de corrido varios episodios de una miniserie documental.

Por el costado estético la película goza de una buena mezcla de sonido y una fotografía admirable por el uso de la iluminación, los colores cálidos y los contrastes. También es de destacar como obtuvieron ciertas composiciones de cuadro en situaciones donde habitualmente no hay tiempo para pensar en la estética, ya que te podría significar la vida.

Conclusión

The Revolution Won’t Be Televised es un título que ilustra su punto pero cuyos múltiples divagues contribuyen a que se pierda el hilo narrativo y por ende la paciencia. La abundancia de detalles es algo que se agradece, pero si se hace en detrimento de la claridad de ideas no ayuda en nada al resultado final.