Críticas
REVIEW: Un Paraíso para los Malditos
Escrita y dirigida por Alejandro Montiel (Las hermanas L, Extraños en la noche), nos llega Un paraíso para los malditos, una mezcla de suspenso y drama que queda a mitad de camino.
Construyendo el paraíso
Marcial (Joaquín Furriel) es un hombre callado y misterioso que consigue trabajo como sereno en el depósito de una fábrica. Desde el comienzo se percibe el suspenso en torno a ese enorme lugar oscuro y deshabitado. A los pocos minutos de la película nos enteramos de que Marcial es un asesino a sueldo que tiene encargado matar a un joven del barrio. No tiene problema en cumplir su tarea, mata a un joven llamado Víctor en su casa.
Pero allí descubre que también vive el padre de Víctor (Alejandro Urdapilleta), bastante mayor, deteriorado y senil. Decide perdonarle la vida, se ocupa de este señor y hasta se encariña con él. A su vez, entabla una relación con Miriam (Maricel Álvarez), una madre soltera que trabaja en la fábrica y no tardará en enamorarse de Marcial. Tanto el padre de Víctor como Marcial, Miriam y su hija tratarán de construir una familia, refugiarse de la soledad y construir esta especie de paraíso. Sin embargo, a Marcial no le será fácil redimirse del asesinato y surgirán problemas.
Esto fue todo
Alejandro Urdapilleta hace un papel excelente, Joaquín Furriel y Maricel Álvarez también entregan buenas interpretaciones. La construcción de los personajes es muy interesante y está bien encarada esta “doble vida” de Marcial. La fotografía es excelente, con una paleta de fríos y cálidos contrastantes en las luces nocturnas y tonos más claros y parejos durante las escenas familiares. Funciona muy bien acentuando la diferencia entre la vida nocturna de Marcial, del asesino que espía la vida del barrio desde el depósito, y su vida diurna, en la que se muestra cuidadoso y trata de construir una familia. Pero la historia se inclina por mostrar más la relación de Marcial con la familia improvisada que a mi parecer, su faceta más interesante, la del enigmático asesino a sueldo.
Conclusión
Con un comienzo prometedor, Un paraíso para los malditos no está a la altura de lo que propone. Se estanca en un drama familiar con unos pocos momentos de suspenso. La dura situación familiar conmueve, pero la película transcurre con pocas sorpresas y sin vueltas de tuerca. Técnicamente es impecable y contiene grandes interpretaciones por parte de los protagonistas. El suspenso del comienzo es rápidamente dejado atrás para concentrarse en un drama que no se llega a sostener por sí sólo. Las actuaciones ayudan a que el film se haga llevadero. En líneas generales, es una película que pasa sin pena ni gloria.