REVIEW: Sendero

Crítica realizada durante el 16° Buenos Aires Rojo Sangre.

Por el sendero equivocado

Sendero es el nuevo trabajo del director chileno Lucio Rojas. Una película violenta, que no decepcionará a los que vayan pura y exclusivamente en busca de sangre, desmembramientos, violaciones, tripas, cabezas que exploran de un disparo y cuanto trauma físico y psicológico puedan imaginar. Sigue el mismo camino que producciones clásicas de los años 70 como fueron La Masacre de Texas o La Última Casa a la Izquierda: amigos que salen de viaje y en el trayecto se cruzan con una familia de desquiciados que convertirán sus vidas en un infierno. A esta altura del partido no será la idea más original del mundo, pero al día de hoy continúan apareciendo exponentes que le brindan una interesante vuelta de tuerca a una temática que ya vimos mil veces, o por lo menos son lo suficientemente divertidas como para que nunca nos cansemos de ellas. Desgraciadamente, no es este el caso.

La historia se plantea rápidamente y es efectiva durante sus primeros minutos. La escena en que el auto de los jóvenes se queda en medio de un camino de tierra y un apático lugareño los ayuda es verdaderamente incómoda, y la siguiente, en que los amigos encuentran a una chica golpeada en medio de la ruta y luego son capturado por la familia de psicóticos, sucede tan de repente que sirve como un divertido shock para el espectador. Pero esto es tan solo en los primera 15 minutos de metraje, y de ahí en adelante la película irá perdiendo todo tipo de sentido y lógica, a tal punto que nos llevará a preguntarnos que carajo es lo que estamos viendo en pantalla. Aunque los efectos artesanales están muy bien logrados y dejará satisfecho a los fanáticos del gore, no es suficiente para salvarla de su oscuro destino.

Si Sendero califica como una película de terror, lo es tanto por su extrema violencia como por su guión y montaje. La concatenación de imágenes pareciera estar librada al azar, ya que por momentos no guarda ningún sentido. Al mismo tiempo, los jóvenes escapan y son capturados por los malvivientes tantas veces que hasta perdí la cuenta. Y a pesar de que todo sucede entre sierras y en descampados que se extienden hasta donde ven lo ojos, los amigos nunca ven llegar a la familia de locos hasta que finalmente los tienen encima, como si todo lo que sucede fuera de campo no existiese hasta que aparece frente a cámara.

Conclusión

Sendero podría haber sido una experiencia violenta y difícil de olvidar. Lamentablemente, una vez que termina, lo único que vamos a querer es sacarla de nuestra mente lo más pronto posible. Aunque el relato es ágil y frenético, cuesta trabajo seguirle el ritmo e identificar lo que está sucediendo, ya que el montaje es sumamente confuso y hasta se reserva información. Al mismo tiempo el guión es absurdo y repleto de incoherencias, no se toma ni el más mínimo trabajo en darle un poco de lógica al relato, y los personajes terminan pareciendo unos completos inútiles que ni siquiera son capaces de ver lo que hay frente a sus narices.