RECAP The Walking Dead 6×11: Bienvenidos a Hilltop

The Walking Dead 6×11, ecos de una historia condenada a reinventarse constantemente a riesgo de repetirse una y otra vez. Nuevo escenario, nuevos personajes, nuevos peligros: la sombra de Negan se cierne sobre el grupo de sobrevivientes y la serie se dedica a preparar el terreno para su llegada.

The Walking Dead 6×11: Knots Untie

Obviamente, ¡SPOILERS!

Conocimos a Jesús (Tom Payne) en el episodio anterior (RECAP de No Way Out, ACA) y ahora es momento de conocer a su gente. Esta estructura ya nos suena: presentan un lugar -al que los protagonistas verán como un posible nuevo comienzo- para al instante acabar convertido en cenizas por manos de algún terrible villano (humano, porque los zombies son solo un condimento extra a la acción). En The Walking Dead 6×11 lo circular de la historia basada en cómics de Robert Kirkman vuelve a situarnos en esa especie de deja vu que tras años y años de show (recuerden: hay planes de continuar hasta mínimo una temporada 12) permite identificar claramente lo que vendrá.

Lo supimos cuando Alexandria sucumbió al caos y nuestros héroes lograron superarlo: vendría un necesario tiempo de paz antes que todo vuelva a derrumbarse. Entre romances impensados (todavía no salimos del asombro generado por el romance ya conocido como Richonne), triángulos amorosos y nacimientos a la vista, The Walking Dead continua armando esa sensación de paz indispensable para que nos duela aún más el futuro negro cuando llegue.

La paz dura poco, eso también lo aprendimos a fuerza de muertes inesperadas y violencia desatada. Por lo tanto cuando la tranquilidad se presenta hay que aprovecharla y ese es justamente el punto flaco de la serie: ¿nos importa que Abraham Ford se debata entre Rosita y Sasha? Quizás sí a los fans acérrimos de dichos personajes (que en este mundo ya cualquiera tiene fans), al resto de los mortales esperando zombies quizás les interese un rábano. Pero la serie requiere como condición inevitable estas líneas narrativas que contribuyen a ver personajes dispuestos a buscar un nuevo mundo habitable, un futuro posible. Hay quienes se exasperan ante tanta calma pero a estas alturas deberían saber que –repito- la paz dura poco.

Llegando a Hilltop

Si Knots Untie funciona es gracias a lo bien que están construyendo la gran incorporación de este tramo: Jesús. Su peluca obviémosla porque la peluquería nunca fue un bastión de la serie (Hola, Carl); la poca sutileza mostrándonos al joven como su homónimo muerto y resucitado (con todas las alegorías visuales posibles) también dejémosla de lado pues no estamos ante un show muy sutil que digamos. Pero se siente como el conductor correcto para hilar el pasado de la serie con lo que viene. Y rara vez un personaje de los nuevos está bien construido de entrada (pensemos que algunos están hace mil episodios y todavía no nos acordamos de sus nombres).

Jesús llevará a Rick y los suyos hacia Hilltop, su comunidad. Liderados por el arrogante Gregory (Xander Berkeley) son un grupo de personas que en un primer vistazo podrían llevar a preguntarnos ¿cómo cornos sobrevivió esta gente? Si hasta los inútiles alexandrinos (de los peores personajes 2015 según nuestro Top 10, leelo completo AQUÍ) parecen con todas las luces en comparación. Resulta que están vivos porque tienen mucha comida y suministros que comparten con “un tal Negan” que los deja vivir a cambio de la mitad de todo.

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Con Maggie erigiéndose como la líder que Deanna (en paz descanse) vio, sellan un acuerdo en principio simple: Hilltop le dará alimento a Alexandría (algo que les está faltando) mientras Rick y Cía. les brindarán seguridad eliminando de la ecuación a Negan. El grupito de badass se ha enfrentado a distintas amenazas, han salido con vida (bueno, no todos) y hasta fortalecidos, entonces ¿por qué no funcionaría esta vez?. Irán por Negan y sus salvadores para matarlos. Los lectores del cómic saben cómo continúa esto (ese “Nos va a costar algo” en boca ¡de Maggie! da escalofríos por profético), los no lectores han sido advertidos por los realizadores del show sobre que Negan es el malo más malo visto hasta ahora, por lo tanto seguramente no saldrá barato lo que los protagonistas reconvertidos en mercenarios ven como un trámite.

Mientras llega ese momento anunciado recién para el final de temporada, nos queda seguir presenciando lo visto en The Walking Dead 6×11: traiciones aisladas, panzas que crecen, ecografías, amores aflorando y una sensación de armonía tan falsa que dura menos que Rick bañado y pulcro, pues el baño de sangre sobre su rostro ya es una constante y anuncia una nueva debacle a punto de desatarse.

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