RECAP: Better Call Saul 1×10, cerrando una excelente temporada

Better Call Saul 1×10 cierra el primer ciclo de la mejor nueva serie en lo que va de 2015 (amén de la perfecta 3º temporada de The Americans que, para este servidor, ocupa la cima entre todos los shows en emisión). La precuela de Breaking Bad demostró tanto a público como a crítica, que es un todo propio y que poco importa ya si se parece o no a la serie protagonizada por Bryan Cranston.

 Better Call Saul 1×10: Marco

Suponemos que ya viste el capítulo, si no lo hiciste ¿Qué hacés acá?

Pimento (RECAP acá), anteúltimo capítulo de la serie de AMC que semanalmente nos acerca Netflix, podría haber sido el final de temporada y hubiésemos quedado satisfechos. La traición de Chuck a Jimmy -en una escena desgarradora- fue un punto de inflexión más que poderoso para justificar la esperada transformación de Jimmy McGuill en Saul Goodman; bien funcionaría para dejarnos expectantes durante todo un año, pero Vince Gilligan y Peter Gould (además director de este episodio) decidieron cerrar ahora mismo esa evolución (o involución) del personaje.

Un flashback nos traslada al momento exacto en que Jimmy deja de ser “el escurridizo” para irse con su hermano mayor a Nueva México, donde intentará por todos los medios ser un tipo correcto y mantenerse en la senda del bien. La despedida con su amigo Marco, fiel compañero en el descarrilamiento juvenil, es un adiós a las estafas y a noches de borrachera sin rumbo.

Jimmy luchó contra el universo que se empeñaba en torcerlo, siendo Chuck (Michael McKean) desde las sombras la peor de las condenas que le cerraba puertas y lo veía en silencio como una escoria. Nada resultó ser como esperaba, la dedicación extrema a la salud del hombre no sirvió para nada, ni Howard era tan odioso como él creía. Chuck es el germen del mal.

La escena del bingo, con Jimmy tratando de continuar su vida entre ancianos es la prueba candente del destino que no lo deja en paz: la letra B se le presentará incansablemente, B de Betrayal (traición), B de Brother (hermano), B de Belice, y ya sabemos lo que ese lugar significa para Saul en Breaking Bad: es el eufemismo que usa para sugerir cuál fue el destino final de Mike y con el que invita a Walter a sacarse de encima a Hank.

¿Has pensado en mandarlo a un viaje… en Belice? (Breaking Bad 5×10, Burried)

Cual si fuera una horrible pesadilla el monólogo aprisiona a nuestro héroe pronto a ser lo contrario. Demoledor el trabajo de Bob Odenkirk haciendo catarsis mientras nos enteramos que Jimmy estuvo alguna vez casado y que su pasado de delincuente sexual es por hacer “lo segundo” como venganza sobre un auto en la vía pública. Los ecos de la peor traición juegan entre los contrastes de un personaje tan rico como sentenciado a las sombras: Jimmy es brillante, es triste, es patético, es querible, todo al mismo tiempo.

Así es como regresa a Cicero a reencontrarse con Marco (Mel Rodriguez), el amigo ante quien puede permitirse ser él mismo sin necesidad de esforzarse para que lo acepten. Ante aquel, Jimmy es el mejor en lo suyo: los timos, las jugarretas bordeando la ilegalidad (la secuencia de engaños superpuestos es una joya de montaje que no tiene nada que envidiarle al mejor cine negro). Disfruta de esa libertad que le concede no querer brillar para Chuck. Hacerse pasar por Kevin Costner es menos trabajoso y mucho menos doloroso que querer ser Jimmy para Chuck. (Aplaudimos otro guiño, pues esta historia en que le funcionó hacerse pasar por el actor de Danza con Lobos la había contado ya en Breaking Bad).

La última “travesura” no saldrá bien (deberíamos haber aprendido que cuando en ficción alguien propone “una más y hasta acá llegamos” es que las cosas saldrán mal). El truco del rolex que vimos en Hero (RECAP aquí) culmina con Marco falleciendo. Murió Marco y con él murió Jimmy.

Kim le ofrece una última oportunidad a su amigo: nuevos socios quieren contratarlo por lo que finalmente podría hacerse cargo del caso millonario que le niega Chuck. La posibilidad de ir por el camino legítimo se cruza con Jimmy nuevamente pero él ya no es como era.

Todo el proceso de acciones y reacciones promovidas durante los 9 capítulos anteriores han surtido efecto en el abogado que está a un paso de ser Saul. No entiende cómo tuvo junto a Mike la fortuna de los Kettleman en sus manos y no hizo nada con ella, jura no le sucederá eso otra vez y es el característico anillo heredado de su amigo quien le recordará siempre quién es realmente. Jimmy cambió a la fuerza, se ha decidido y tendremos que esperar a la próxima temporada para seguir observando cómo los caminos lo conducen a Walter White.

Yo sé lo qué me detuvo a mí, ¿y sabes qué? Nunca más volverá a detenerme

El gran mérito de Better Call Saul 1×10 es, sin llegar al nivel de excelencia de Pimento o Five-O, manejar con gran sutileza ese ceder del protagonista, el cortar de cuajo con sus buenas intenciones y dejarlo preparado para lo que le espera. Porque cuando Jimmy -dirigiéndose a encontrarse con el bufete de abogados que le abriría las puertas- se detiene y pega la vuelta, comprende su suerte, acepta lo que está destinado a ser.

La revolución interna del personaje hace que el propio tono y ritmo del episodio cambien nuevamente y no sea la explosión que creemos entender por final de temporada. Y así nos vamos, sin un gran cliffhanger final pero siendo testigos del momento en que Jimmy se descubre, si hasta es posible que el engaño de Chuck no sea el factor primordial de “romper malo”, pues en el fondo Jimmy siempre ha sido Saul y estaba tratando de ocultarlo.