Tres años después de su creación, y ahora bajo producción completa de Netflix, Cobra Kai Temporada 4 huye de la nostalgia.

No es la primera vez que le dedicamos algunas líneas a la serie derivada de la franquicia cinematográfica Karate Kid. La ficción escrita por Jon Hurwitz, Hayden Schlossberg y Josh Heald -que tuvo su debut en la plataforma de streaming YouTube Red- ahora regresa como un original de la N Roja, y lo hace alejándose de su habitual nostalgia, profundizando en traumas y problemáticas adolescentes, pero sin perder el foco de los entrenadores de artes marciales.

¿El fin de la rivalidad?

Cobra Kai temporada 4 retoma la historia de Johnny Lawrence (William Zabka) y Daniel LaRusso (Ralph Macchio), quienes después de los acontecimientos de la anterior entrega decidieron darle fin por un tiempo a su característica enemistad, combinando sus técnicas para terminar de una vez por todas con la tiranía de John Kreese (Martin Kove).

Ese será el principal disparador de la nueva tanda de episodios. Para desarrollarlo, diferenciándose de las primeras temporadas, de alguna manera se despoja del factor nostálgico que ya no necesita, introduciéndose de lleno en el complicado presente del dúo protagónico y sus respectivos alumnos.

Cobra Kai Temporada 4: la nueva generación

Por supuesto que la serie que continúa los sucesos de Karate Kid encuentra una vez más su punto fuerte en la remarcada y extensa rivalidad entre Lawrence y LaRusso, pero también es cierto que todo en exceso agota y este caso no iba a ser la excepción.

Entonces, los pormenores de los entrenadores ahora son casi inexistentes y (al menos durante gran parte del show) poco se profundiza en cada uno de ellos. No por esto sus arcos carecen de sus típicos aciertos y errores, los cuales siguen estando, pero en función de que cada una de las decisiones que los maestros elijan repercutan directamente en la nueva generación.

En cierto modo, tal elección es un agente primordial al momento de desplazar con éxito el eje hacia los integrantes de cada dojo. No olvidemos que durante la tercera temporada se intentó algo similar: enfocar la mayor parte de la atención en el equipo juvenil principal, pero las bases no fueron lo suficientemente sólidas como para sostener inmensa responsabilidad. Si antes la acción de la trama juvenil se centraba primordialmente en el trío compuesto por Miguel (Xolo Maridueña), Samantha (Mary Mouser) y Robby (Tanner Buchanan), en esta ocasión hay lugar para que todo resulte más orgánico, dándole al espectador la posibilidad de comprender motivaciones de varios personajes que antes carecían de profundidad.

El pasado siempre vuelve… con lo justo y necesario

Pese a que la nostalgia está introducida a cuentagotas, la gran revelación de Cobra Kai temporada 4 se debe al regreso de uno de los personajes del pasado de la saga: Terry Silver (Thomas Ian Griffith), villano que tuvo su aparición en Karate Kid III y que retoma su papel para desordenar el día a día no solo de Johnny y Daniel, sino también de John.

Gracias a la incursión de esta figura percibimos nuevos traumas e inseguridades de los líderes, y también cómo dichos contratiempos repercutieron en sus descendientes. La llegada de Terry Silver a Cobra Kai Temporada 4 proporciona material para que las alianzas y las traiciones estén a la orden del día y, por el momento, la serie de Netflix sigue combinando ambos elementos de manera más que aceptable. ¡Cobra Kai nunca muere!