Tienen que ver Pen15: la bizarra tragedia de la adolescencia

Desde el provocativo juego en su título (imagino que lo entendieron) a la extraña manera de encarar su premisa, no es una serie fácil de explicar y mucho menos de recomendar. Solo deberían confiar en este redactor que les dice que es una de las experiencias más gratificantes en cuando a comedias recientes, sentarse a verla y darle un par de episodios hasta entrar en el código del show. Igualmente haremos el intento: tienen que ver Pen15 y en la presenta nota les diremos por qué.

¿De qué va?

Sigue a Maya y Anna, dos mejores amigas de 13 años que se disponen a vivir sus días de colegio en el año 2000. No son las chicas populares, más bien todo lo contrario: marginadas y objeto de burlas, ellas juntas enfrentarán la llegada de su pubertad, el descubrimiento de la sexualidad, el primer beso y todo lo que acostumbramos ver en cualquier serie de adolescentes. ¿Y qué tiene esta serie de especial?

Por qué ver Pen15

Lo que diferencia a Pen15 de sus pares es un factor tan raro como determinante: las dos protagonistas son interpretadas por actrices de unos 30 años, poniéndose en piel de chicas de 13. Son las únicas dos que funcionan así pues el resto del elenco infantil, sean compañeros, familiares o pretendientes, son niños reales.

Puede resultar chocante en un primer acercamiento. Adultas haciendo de nenas, rodeadas de niños, no los culpo si creen estar ante un sketch de un programa humorístico de dudoso buen gusto. Les aseguro que no es así. Pen15 está tan bien escrita, dirigida y realizada que pronto olvidarán por completo esa diferencia de edad. Lo que realizan Maya Erskine y Anna Konkle (protagonistas y creadoras de la serie junto al ex Saturday Night Live Sam Zvibleman) es un loable trabajo artesanal interpretando versiones púberes de sí mismas, en parte reviviendo sus propias y conflictivas experiencias, ya que mucho de lo que se cuenta está basado en sus recuerdos de esa etapa tan bizarra y traumática que es la adolescencia.

Toman sus vivencias y las rememoran, exploran esos años donde el cuerpo cambia. Siendo ellas adultas, consiguen como ninguna otra serie retratar lo ridículo de esa etapa que todos atravesamos, logran una mirada diferente que sin dejar de ser hilarante y sensible pone el foco en la crueldad e incomodidad de crecer.

Absurda, divertida, con soluciones muy creativas, el gran desarrollo de personajes permite que Pen15 pueda tanto matarte de risa con las chicas queriendo usar una tanga, como dejarte al borde de las lágrimas (o un poco más) cuando quedan expuestas a traumas que las definirán para siempre. De paso, se toma su tiempo para explorar temas de raza (Maya es asiática-estadounidense) y presenta el día a día de una familia de ese origen rompiendo todos los estereotipos.

Sabe ser cínica al tiempo que hilarante, alcanzando niveles desgarradores en una segunda temporada sorprendentemente madura. En el segundo ciclo, parece que las creadoras entendieron que el artificio del show les da absoluta libertad y autoridad para ser todo lo directas que las series teen no pueden ser.

No es una serie de adolescentes estrictamente para adolescentes, es una serie para que los adultos revisemos nuestra adolescencia, recordemos lo estúpidos que éramos cuando nos creíamos vivos, lo que herimos, lo que sufrimos y, claro, lo bien que la pasamos en esos años que no volverán.

Pueden ver Pen15 en Paramount+

Visiten otros “Tienen que ver…”: My Mad Fat Diary – Two Weeks to Live – We Are who We Are – Pure – The End of the Fucking World – Y hay muchos más.